domingo, 29 de enero de 2012

Los fundamentos de la vida cristiana: "¿Qué es el pecado?"



¿Que es el pecado?
a) Escrituras clave
Romanos 3:23 Romanos 6:23 Isaías 59:2

b) Introducción
Pecar es hacer algo que desagrada a Dios. Toda persona nacida en el mundo es un pecador. Incluso el bebé más hermoso y de apariencia inocente inevitablemente pecaría, porque no es la primera acción pecadora lo que hace del niño un pecador, sino que el niño comete el pecado porque expresa la naturaleza pecadora con la cual nace (Salmo 51:5). La vida natural es pecadora porque se centra en uno mismo en vez de en Dios. Los deseos e intenciones de un niño se centran en sí mismo. Está determinado a agradarse a sí mismo y a tener sus deseos cumplidos. La esencia del problema es, que por naturaleza, queremos agradarnos a nosotros mismos. Cuando actuamos con naturalidad, como resultado de la naturaleza egoísta con la cual nacemos, inevitablemente pecamos y desagradamos a Dios (Romanos 3:23). El pecado no sólo desagrada a Dios sino que también separa a las personas que El ha creado, de la gloria que El pretende para ellos. Esto demuestra la naturaleza destructiva del pecado. El pecado separa al hombre de Dios. Los pecadores están enajenados de El, no le conocen, tampoco pueden disfrutar de comunión con El. Desde el nacimiento cada uno está separado de Dios. Si esto no fuera así todo hombre, mujer y niño conocería a Dios de forma natural. ¡Por supuesto esto no es así!

c) Algunas consecuencias del pecado
— Entristece a Dios (Génesis 6:5-7).
- Trae culpabilidad (Salmo 51:3-4).
- Trae separación de Dios (Isaías 59:1-2).
- Trae juicio y castigo eterno (Mateo 25:46).
- Esclaviza (Romanos 6:17).
- Causa ceguera espiritual (2 Corintios 4:4).
- Causa muerte espiritual (Efesios 2:1).
- Trae falta de esperanza (Efesios 2:12).
- Corrompe (Tito 1:15).
— Condena (Santiago 5:12).

d) Las palabras bíblicas para el pecado
La Biblia usa más de una palabra para describir esta experiencia universal de la separación y enajenamiento del hombre, de Dios. Las palabras utilizadas pueden ser clasificadas en cuatro secciones principales.

(I) Desviación de una norma o pauta
Chatth: no acertar o equivocarse (Jueces 20:16; Salmo 51:4).
Avon: torcer o pervertir, es decir, hacer lo incorrecto deliberadamente aun conociendo lo correcto
(Job 33:27).
Shagah: extraviarse o errar (Job 19:4; Levítico 4:13).
Parabasis (N.T.):desviarse bruscamente de una línea recta, es decir, traspasar un límite (Romanos 4:15
Gálatas 3:19).
Hamartia (N.T):no acertar (Mateo 1:21; Romanos 6:23).
Par aploma (NT): allanar, dar un paso falso en lugar de uno verdadero, o caerse de un camino
(Colosenses 2:13; Efesios 2:5).
(II) Descripción de un estado
Es un estado fijo en que los hombres están atrapados.
Rasha: a menudo traducido "malo" o "impío" (Salmo 1:6; Salmo 37:28).
Asham: ofender o ser culpable (Génesis 26:10; Levítico 5:15-16, usado para una ofrenda por culpa).
(III) Rebelión deliberada
Este es un estado en el que la-'gente siente que puede arreglárselas sin Dios, es decir, en orgullo la gente
declara su independencia, de Dios.
Persha: amenazar a Dios con el puño (Isaías 1:2; 1 Reyes 12:19).
Anomia (N.T): desorden o rebelión (2 Corintios 6:14; 1 Juan 3:4).

(IV) Acciones o actitudes intrincadas
Marah: ser contencioso, revoltoso o terco (Salmo 78:8).
Marad: rebelarse (Números 14:9).
Ra'ah: ser pernicioso o malo, es decir, un acto específico de maldad (Génesis 19:7).
"(Nótese: La idea misma del pecado lleva consigo la realidad de algo que ha sido perdido, desviado o roto. Nos enajena o separa de un Dios amoroso. Causa problemas entre los hombres y por último desbarata al hombre en sí mismo.)

e) Nuestra respuesta
Todo el mundo es responsable de su propio pecado (Romanos 14:12). Todos hemos pecado y hemos preferido el egoísmo a amar a Dios ante todo. Dios quiere que nos alejemos del pecado y que vivamos (Ezequiel 18:20-23). El hombre escogió pecar contra el deseo de Dios. Dios conocía las consecuencias de aquella decisión, pero dio al hombre el derecho de escoger. Hoy en día todavía tenemos una elección, o bien permanecer en nuestro pecado y por tanto continuar en nuestra separación de Dios, o bien aceptar a Jesús como nuestro Salvador y Señor. Jesús sacrificó Su vida para que podamos ser salvos de la culpabilidad, las consecuencias y el poder del pecado. Dios no puede tener una relación con una persona que haya pecado aunque sea una sola vez, porque es santo. Ha proveído un camino para que nuestro pecado sea aniquilado y quitado. Si tomamos este camino, entonces Dios puede venir y volver a tener una relación con nosotros. Esto es para lo que nosotros, como seres humanos, fuimos creados. Es por lo que nuestros corazones se sienten vacíos cuando no tenemos relación con el único Dios verdadero.
Dios quiere que le conozcamos, que conozcamos Su voluntad para nosotros y, por amor a El, ser preparados para realizar el propósito que tiene para nosotros. Quiere que seamos parte de su Reino y que nos convirtamos en hijos suyos. Primero, nuestros pecados deben ser perdonados. Segundo, la naturaleza pecaminosa con la cual nacimos debe ser matada y debemos nacer de nuevo (Juan 3:5-7), entonces tendremos una naturaleza nueva y podremos conocer a Dios y disfrutar de comunión con El.

f) Preguntas y puntos de discusión
1. "No acertar" es una buena definición de la palabra "pecado". Discútelo.
2. ¿Cuál es la consecuencia universal del pecado? (Isaías 59:1-2).
3. ¿Por qué dio Dios al hombre libre albedrío, si sabía que el hombre pecaría y por tanto estaría separado de El?
4. ¿Qué le pasó a Adán cuando pecó?
5 ¿Cuál fue el resultado del pecado de Adán para el resto de la humanidad (qué son los hijos de Adán)? 6. ¿Por qué es la culpabilidad un gran problema para la mayoría de la gente?
7. ¿Por qué la mayoría de la gente no reconoce que está desagradando a Dios?

g) Resumen y aplicación
1 . Toda la gente nace con una naturaleza pecaminosa.
2. Como humanos nuestra predisposición natural es hacia las cosas que desagradan a Dios.
3. Todo el mundo es responsable y tendrá que rendir cuentas por sus propios pecados.
4. Dios el Padre mandó a Jesús para llevar nuestro pecado en sí mismo.
5. Para valemos de la obra de Jesús necesitamos pedir a Dios que nos perdone por todo lo que hemos hecho que le desagrada y aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador.

viernes, 27 de enero de 2012

Génesis 18, Comentario Biblico de Matthew Henry


Versículos 1—8. El Señor le aparece a Abraham.
9—15. Reprensión de la incredulidad de Sara.
16—22. Dios revela a Abraham la destrucción de Sodoma.
23—33. La intercesión de Abraham por Sodoma.

Vv. 1—8. Abraham estaba esperando atender a cualquier viajero cansado pues no había posadas como las hay entre nosotros. Mientras Abraham estaba sentado en esa actitud, vio venir a tres hombres. Eran tres seres celestiales en cuerpos humanos. Algunos piensan que todos eran ángeles creados; otros, que uno de ellos era el Hijo de Dios, el Ángel del pacto. —Lavar los pies es costumbre en aquellos climas cálidos donde sólo se usan sandalias. No debemos olvidar la hospitalidad pues, por ella, sin darnos cuenta podemos atender ángeles, Hebreos 13.2; más aun, al mismo Señor de los ángeles; como siempre hacemos cuando por amor a Él hospedamos al menor de sus hermanos. Los modales alegres y amables al mostrar bondad, son adornos grandiosos de la piedad. Aunque nuestro condescendiente Señor no nos hace visitas personales, sin embargo, por su Espíritu, está a la puerta y llama; cuando nos inclinamos a abrir, Él se digna entrar; y por sus consuelos bondadosos da una rica fiesta de la cual participamos con Él, Apocalipsis 3.20.

Vv. 9—15. “¿Dónde está Sara, tu mujer?” se le preguntó. Fíjese en la respuesta: “Aquí en la tienda”. A mano, en su lugar adecuado, ocupada en sus quehaceres domésticos. Nada se consigue con la ociosidad. Aquellos que más probablemente reciban consuelo de Dios y sus promesas son los que están en su lugar apropiado y atendiendo sus deberes, Lucas 2.8. —Nosotros somos de lento corazón para creer y necesitamos línea sobre línea para lograrlo. Las bendiciones que los demás tienen de parte de la providencia común, los creyentes lo tienen de la promesa divina, que los hace muy dulces y muy seguros. La simiente espiritual de Abraham debe su vida, y gozo, y esperanza y todo a la promesa. Sara piensa que esto es una noticia demasiado buena para ser verdad; se ríe y, por tanto, no puede aún hacerse a la idea para creerla. Sara rió. Nosotros podemos no pensar que haya habido diferencia entre la risa de Sara y la de Abraham, capítulo 17.17. pero Aquel que escudriña el corazón vio que una surgía de la incredulidad y la otra, de la fe. Sara negó haberse reído. Un pecado suele llevar a otro y es probable que no mantengamos estrictamente la verdad cuando cuestionamos la verdad divina. Sin embargo, el Señor reprende, acusa, acalla y lleva al arrepentimiento a quienes ama cuando pecan ante él.

Vv. 16—22. Los dos que se supone eran ángeles creados siguieron a Sodoma. Aquel que es llamado Jehová en todo el capítulo, siguió con Abraham y no ocultó lo que se proponía hacer. Aunque Dios soporta mucho a los pecadores, por lo cual imaginan que el Señor no ve y que no le importa, cuando venga el día de su ira, Él los mirará. El Señor dará a Abraham una oportunidad para interceder ante Él y le muestra la razón de su conducta. —Considérese, como parte muy brillante del carácter y ejemplo de Abraham, que él no sólo oraba con su familia sino que ponía mucho cuidado en enseñarlos y dirigirlos bien. Quienes esperan bendiciones familiares deben tomar conciencia del deber familiar. Abraham no les llenó la cabeza con asuntos de dudoso debate; les enseñó a ser serios y devotos para adorar a Dios y a ser honestos en sus tratos con todos los hombres. ¡Cuán pocas son las personas a las que tal carácter se da en nuestra época! ¡Cuán poco cuidado ponen los jefes de familia en fundamentar en los principios de la religión a los que están a su cuidado! ¿Vigilamos de día de reposo en día de reposo si adelantan o retroceden?

Vv. 23—33. He aquí la primera oración solemne registrada en la Biblia; es una oración para salvar a Sodoma. Abraham oró fervorosamente que Sodoma fuera salvada si tan sólo se encontraban en ella a unos pocos justos. Venid y aprended de Abraham cuánta compasión debemos sentir por los pecadores y cuán fervientemente debemos orar por ellos. Aquí vemos que la oración eficaz del justo puede mucho. Sin duda que Abraham fracasó en sus pedidos por todo el lugar pero Lot fue milagrosamente librado. Entonces, animaos a esperar, por medio de la oración fervorosa, de la bendición de Dios para vuestra familia, vuestras amistades, vuestro vecindario. Con tal fin no sólo debéis orar sino vivir como Abraham. —Él sabía que el Juez de toda la tierra haría lo justo. No pide que se salve al malo por sí mismo ni porque sea cruel destruirlo, sino por amor del justo que pudiera hallarse entre ellos. Solamente la justicia puede ser argumento ante Dios. ¿Entonces, cómo intercedió Cristo por los transgresores? No culpando la ley divina ni por alegar la extenuación o excusar la culpa humana sino ofreciendo SU PROPIA OBEDIENCIA hasta la muerte.

Mensaje en Audio: Compartiendo las cargas


lunes, 23 de enero de 2012

Tesoros de David: Salmo 36 Charles Spurgeon


Es el Salmo del Servicio dichoso, al que se unen los que llevan el yugo fácil de Jesús. Los malos son puestos en contraste con los justos, y el Señor de los fieles es ensalzado de todo corazón; así se insiste en la obediencia a un Señor tan bueno, y es condenada la rebelión contra El.

Vers. 1. La iniquidad del impío le dice al corazón: No hay por qué temer a Dios ni en su presencia. Los pecados de los hombres tienen voz para los oídos piadosos. Son un indicador externo de un mal interior. La maldad es el fruto de la raíz atea. Si Dios está en todas partes y yo le temo, ¿cómo puedo atreverme a quebrantar sus leyes en su misma presencia? C. H. S.
«No teniendo el temor de Dios ante sus ojos» es algo que ha quedado incrustado en los procedimientos de los tribunales de justicia. Cuando un hombre no teme a Dios, está preparado
para cualquier crimen. William S. Plumer

Vers. 2. Porque se lisonjea, en sus propios ojos. Los hombres temerosos de Dios ven sus pecados y los lamentan. Cuando es al revés, podemos estar seguros que no hay temor de Dios. El excusar la propia conducta ante la conciencia de uno (que es lo que significa en el hebreo) es a Hanar el propio camino hacia el infierno.
El que no tiene a Dios delante de sus ojos en santo temor, se pone a sí mismo en admiración no santa. El que tiene en poco a Dios se considera muy importante. Los que olvidan la adoración
caen en la adulación. Los ojos han de ver algo, y si no admiran a Dios, se halagan a sí mismos. C. H. S.

Vers. 3. Las palabras de su boca son iniquidad y engaño. Esta pareja de perros del infierno generalmente cazan juntos, y lo que uno no alcanza lo consigue el otro; si la iniquidad no puede vencer por la opresión, el engaño lo conseguirá con sus artimañas. Cuando el corazón es tan corrupto que se halaga a sí mismo, la lengua no le va en zaga. El sepulcro abierto de la garganta revela la corrupción de la naturaleza interior.C.H.S.

Vers. 4. Maquina maldad sobre su cama. Su lugar de descanso pasa a ser el lugar para maquinar.
Su cama es el criadero de hierbas ponzoñosas. Tiene al diablo como compañero de cama, que intriga con él en la forma en que ha de pecar. Dios está lejos de él. C. H. S.
Tal como el hombre que teme a Dios consulta a su corazón en la cama para no pecar, no, no en su corazón, así el hombre que no teme a Dios maquina la forma en que puede ejecutar su pecado
a sabiendas. David Dickson

Con toda diligencia, Ayguan sigue las expresiones escriturales referentes a la cama y nos dice que hay seis diferentes camas de maldad: la de la lascivia, la de la avaricia, la de la ambición, de la codicia, de la torpeza y de la crueldad, y lo ilustra con ejemplos de la Escritura. J. M. Neale
De la ruindad de los malos el Salmista se vuelve a la contemplación de la gloria de Dios. Los contrastes son impresionantes.

Vers. 5. Tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Cuando podemos medir los cielos, vemos que estamos circundados por la misericordia del Señor. Hacia sus propios siervos en especial, en la salvación del Señor Jesús ha desplegado gracia con mayor elevación que los cielos de los cielos y más ancha que el universo. ¡Oh, si el ateo pudiera verlo, con qué asiduidad anhelaría llegar a ser un siervo de Jehová! C. H. S.
Cuando los hombres pecan de modo descarado, ¿quién no se admira de la longanimidad divina? Sebastian Munster
Tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Más alta, much9 más alta que toda comprensión es la verdad de la fidelidad de Dios. El nunca falla, ni olvida, ni deja en falso su Palabra. C. H. S.

Vers. 6. Tu justicia es como los montes de Dios. Firmes e inmóviles, elevados y sublimes. Como los vientos y los huracanes no hacen estremecer los Alpes, tampoco la justicia de Dios es afectada en el grado más mínimo por las circunstancias; El siempre es justo. ¿Quién puede sobornar al Juez de toda la tierra, o quién puede, con amenazas, conseguir que trastorne el juicio?
Ni aun para salvar a sus elegidos, permitiría el Señor que su justicia fuera puesta a un lado.
Cerrando el paso del camino a todo hombre inicuo que sueña con el cielo se encuentran los Andes majestuosos de la justicia divina, que ningún pecador sin regenerar puede soñar en
atravesar. C. H. S.
Tus juicios, como el gran abismo. Los tratos de Dios con los hombres no pueden ser sondeados por ningún hombre lleno de jactancia que quiere ver el porqué de todo. El Señor no admite ser interrogado por nosotros respecto a por qué esto y por qué aquello. El tiene sus razones, pero no quiere someterlas a nuestra necia consideración.

Vers. 7. Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. ¡Oh si más personas pudieran conocer la excelencia del refugio celestial! El ver que le rechazaban hizo
llorar a Jesús; nuestras lágrimas pueden lamentar el mismo mal. C. H. S.
En celda solitaria me encuentro detenido, Atado por amor a Cristo, testigo a su verdad; Las paredes son gruesas, mas las puertas abiertas.
Dios es mi fuerza, mi reposo y solaz.
En una carta para JERONIUS SEGERSON, escrita en la prisión de Amberes a su esposa, llamada Lysken, la cual se hallaba también allí.

Vers. 8. Serán completamente saciados. Tal como Dios espera lo mejor para nosotros, también nos da lo mejor. George Swinnock
Saciados de la abundancia de tu casa. Oí una vez a un padre que decía que cuando se trasladó con su familia a una nueva residencia, en que las estancias eran mucho más amplias, con
muebles y enseres y provisiones más ricas y variados que en su residencia anterior, su hijo menor, muy pequeño aún, corría de un lugar a otro examinando las cosas nuevas lleno de entusiasmo, exclamando con asombro infantil a cada descubrimiento: «¿Es esto nuestro, padre?, ¿es nuestro?»
El niño no decía «tuyo» y observé que el padre, mientras contaba la historia, no se sentía ofendido por la libertad de su hijo. Se podía ver en sus ojos que la confianza del niño al
apropiarse como suyo también lo que era de su padre constituía un elemento importante en su satisfacción.
Así serán, supongo, el gozo y la confianza con que el hijo de la familia de nuestro Padre lo considerará todo como propio cuando sea mudado de la condición relativamente humilde
presente y entre en la realidad infinita venidera. Cuando las glorias del cielo irrumpan ante su vista, no se mantendrá a distancia como un extraño, diciendo: «¡OH Dios mío, estas cosas son tuyas!» Dará un salto hacia adelante y tocará todas las provisiones que contenga la mansión bendita, exclamando al mirar el rostro de su Padre: «¡Padre, esto y aquello es nuestro!» El niño está contento con todas las riquezas del Padre, y el Padre está más contento por su hijo querido.
William Arnot
Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias. ¿Tiene motivo, causa o razón alguna el niño para ir mendigando aquí y allá migajas y restos, cuando su Padre tiene artículos tan valiosos y exquisitos a su disposición? George Swinnock
Delicias. Vemos esta misma palabra en forma de «Edén» en el Génesis, sólo que aquí está en plural. Dalman Asptone, M. A.

Vers. 9. Porque de Ti brota el manantial de la vida. Este versículo está hecho de palabras simples pero como el primer capítulo del Evangelio de Juan, es muy profundo. Del Señor, como fuente independiente y suficiente de por sí procede toda criatura, es sostenida y sustentada por Él, y por medie' de Él sólo puede ser perfeccionada. La vida está en la criatura, pero la fuente de la misma sólo en el Creador. C. H. S.
Éstas son algunas de las palabras más maravillosas que se hallan en el Antiguo Testamento Su plenitud de significado no puede ser agotada por ningún comentario Son en realidad el meollo y la anticipación de gran parte de las enseñanzas más profundas del apóstol Juan. J. J. Stewart Perowne
En tu luz vemos la luz. El conocimiento de Dios derrama más luz en las cosas espirituales que sobre todos los otros temas. No necesitamos una vela para ver el sol; lo vemos por su propio
resplandor, y luego vemos todo lo demás por este brillo. Nunca vemos a Jesús con nuestra luz, sino a nosotros a la luz de Jesús. Es un vanidoso el que confía en el conocimiento y el ingenio humanos; un rayo del trono de Dios es mejor que el resplandor del mediodía de la sabiduría creada. ¡Señor, danos el sol, y dejemos a los que se deleitan en las velas de cera de la superstición y la fosforescencia de la filosofía corrupta! C. H. S.
Esta vista gloriosa que Daniel vio le quitó la energía (Daniel 10:8). El objeto, estando fuera de él, le quitó todo vigor al contemplarlo, y le dejó exánime; pero en el cielo, nuestro Dios, a quien veremos y conoceremos, se hallará dentro de nosotros para fortalecernos; entonces viviremos porque veremos su faz. Será una luz consoladora, como la luz de la mañana para el centinela cansado, que anhela verla durante la noche. William Colville
La luz de la naturaleza es como una chispa, la luz del evangelio como una lámpara, la luz de la gracia una estrella, pero la luz de la gloria es el mismo sol. Cuanto más ascendemos, mayor es nuestra luz; Dios reside «en la luz inaccesible» (1ª Timoteo 6:16) para todo hombre que arrastra
su mortalidad y su pecado; pero cuando estas dos características corruptas e impotentes sean eliminadas, entonces contemplaremos esta luz.
Ahora estamos contentos de que el sol y las estrellas se hallen sobre nuestras cabezas para darnos luz: ¡qué luz y deleite serán cuando éstos se hallen a nuestros pies! Esta luz tiene que estar por encima de la de ellos, tal como ahora ellos están por encima de nosotros. T. ADAMS
Hacemos grandes alardes de la luz que tenemos en el mundo, y hay motivos para ello en las cosas naturales; pero así como en los tiempos antiguos el mundo no pudo conocer a Dios por
medio de la sabiduría, lo mismo es válido ahora. Si hemos de conocer a Dios, ha de ser mediante su Palabra. Andrew Fuller
Conoceremos inconcebiblemente más en el primer momento de llegar al cielo que lo que somos capaces de alcanzar aquí en todos nuestros días. Timothy Cruso
En esta comunión de Dios, ¿qué nos falta? Porque Dios será el todo en todos; El será hermosura para el ojo, música para el oído, miel para el paladar, y contento y satisfacción plenos para nuestros deseos, y esto de modo inmediato. E. Pinchbeck en La fuente de la vida (sermón de un entierro)

Vers. 10. Y tu justicia en los rectos de corazón. La peor cosa que debe temer el hombre de Dios es el desamparo y el abandono del cielo; de aquí la razón de esta plegaria. Pero el temor carece de fundamento si consideramos la paz que nos brinda la fe. Aprendamos de este versículo que merced al pacto tenemos garantizada la continuidad de la misericordia, aunque no por ello podemos dejar de hacer de ésta objeto de nuestra oración.

Vers. 11. Que el pie del orgullo no me alcance. Los hombres buenos hacen bien en temer a los orgullosos, porque la simiente de la serpiente nunca cesa de morder el talón de los fieles. C. H. S.

Los fundamentos de la vida cristiana: "El discipulado: Importancia y costo"



El discipulado
Importancia y costo
a) Escrituras clave

Juan 15:16 Lucas 14:26-35
Mateo 28:18-20
Mateo 10:37-39
Lucas 9:23

b) ¿Por qué el discipulado?

(I) Jesús demostró la importancia del discipulado al hacer del entrenamiento de los doce discípulos una prioridad durante los tres años y medio de su ministerio público en la tierra.

(II) Jesús comisionó a Sus seguidores a entrenar discípulos porque pretendía "fruto duradero".

(III) El discipulado es el mejor método para alcanzar nuestro mundo para Dios. El impacto que los doce discípulos de Jesús y Pablo tuvieron en el mundo nos demuestra el valor del discipulado. Un número pequeño de discípulos comprometidos, que han sido bien entrenados, alcanzarán mucho más para Dios que números grandes de conversos que carecen de profundidad espiritual. El discipulado es la estrategia escogida por Dios para alcanzar al mundo. Si un discípulo llevase a una sola persona a Cristo, y emplease todo un año para entrenarle, y al año siguiente ambos discípulo y maestro, hicieron un discípulo nuevo cada uno de ellos, y al próximo año estos cuatro hicieron cuatro más (uno cada uno), en unos treinta y dos años toda la población del mundo sería salva, según las matemáticas.

(IV) El resultado final son cristianos espiritualmente maduros. La madurez no viene automáticamente con el paso de los años y el aumento del conocimiento y experiencia, sino que es el resultado de un crecimiento espiritual gradual a base de obediencia a Cristo Jesús y su Palabra.

c) Siete señales de madurez espiritual

I) Ser fructíferos en nuestro servicio para Dios (Mateo 25:14-30).

(II) Una actitud humilde y voluntad de servir a los demás (Juan 13:12-17).

(III) Un nivel de excelencia en nuestra vida en general (2 Corintios 13:11).

(IV) Una relación cercana con Jesús (Galatas 2:20).

(V) El fruto del Espíritu manifestado en nuestra vida (Galatas 5:22-23).

(VI) Un caminar estable, consecuente y santo, ante Dios y el hombre (Efesios 4:11-16).

(VII) Un conocimiento sólido de la Palabra de Dios y, como resultado, discernimiento. (Hebreos 5:13-6:2),

NOTA: Esto se puede resumir como "semejanza a Cristo" (1 Juan 2:6).

d) La necesidad de madurez espiritual

(I) El crecimiento hasta la madurez en Cristo es lo que la Biblia sugiere que se espera de todos los cristianos (Efesios 4:11-16).

(II) Sin madurez no puede haber liderazgo, y los líderes son necesarios para que la iglesia crezca, porque son los pastores del rebaño de Dios (1 Pedro 5:1-3).

(III) Solamente los cristianos maduros podrán mantenerse firmes con eficacia contra el diablo y los poderes de las tinieblas, y esto es lo que Dios quiere que hagamos (Mateo 12:29).

(IV) Solamente los cristianos maduros tienen un impacto duradero para Dios en el mundo de hoy.

(V) Es solamente el discípulo maduro quien, a través de su ejemplo amoroso, es capaz de transmitir el carácter de Jesús al mundo.

Recuerda
Ganar conversos añade números de creyentes nacidos de nuevo, pero el discipulado hace discípulos que son reproductores maduros que en su turno multiplicarán los números de creyentes-discípulos nacidos de nuevo.

f) El costo de ser un discípulo verdadero
El discipulado es un asunto muy serio. Es algo costoso; así es como Jesús mismo lo veía. ¡No empezó ofreciendo a sus discípulos un mar de rosas! Dejó absolutamente claro desde el principio lo que implicaba. Para ser un discípulo de Jesús necesitamos llevar nuestra propia cruz y seguir a Jesús (Lucas 14:27). Necesitamos dar toda nuestra vida y todo lo que tenemos a Dios, para que lo use de acuerdo con su voluntad.

g) Muchos se han conformado con menos

Muchos cristianos se han conformado con una forma de discipulado que no se parece mucho a las enseñanzas y expectaciones de Jesús. Sus palabras son muchas veces comprometidas por conveniencia o para evitar costo personal. Corno resultado, muchos cristianos dejan de ser los testigos que Dios quiere que sean, y la iglesia es considerada débil, ineficaz o irrelevante. Los hijos de Dios han de mostrar al mundo la presencia transformadora de Jesús en sus vidas. Incluso dentro de la iglesia muchos cristianos encuentran el mínimo denominador común y se acomodan allí, esto es, que siguen a la persona peor o menos efectiva. Dios quiere que imitemos a sus mejores personas y en última instancia a Jesús mismo (1 Corintios 11:1).

h) Contar el costo
Dios llama a sus hijos a enfrentarse con las verdaderas implicaciones de un discipulado personal, a ser fieles y obedientes al Señor, cueste lo que les cueste. Por amor a Jesús, están dispuestos a aplicar sus valores a sus vidas. Un discipulado sin costo no es un discipulado verdadero. Los cristianos son llamados a negarse a sí mismos y tomar su cruz diariamente para poder seguir a Cristo Jesús. Su cruz no es una carga impuesta a ellos, sino algo que emprenden voluntariamente por amor del evangelio. Dios tiene el primer lugar en sus vidas, antes de considerarse a sí mismos o incluso a los demás: Su voluntad tiene preferencia sobre cualquier otra cosa. Poner a Dios primero es lo mejor, tanto para los discípulos como para todos sus amados. Como Jesús exigió un precio tan alto por el discipulado, desafió a todos a contar el costo primero (Lucas 9:57-62; Juan 6:60-66; Marcos 10:17-31). En vista del alto precio del discipulado que Jesús requería, no es sorprendente que terminara con pocos seguidores profundamente comprometidos: pero aquellos pocos fueron suficientes para cambiar el mundo.

i) El verdadero discipulado nos costará todo
(I) Vivir como discípulo no es una opción extra, sino el compromiso normal del cristiano que Jesús espera de todos sus seguidores.

(II) Un discípulo verdadero se da cuenta y acepta que Jesús merece en justicia ser el Señor de su vida entera. (Juan 13:13).

(III) Un discípulo verdadero es una persona que ha creído las palabras de Cristo y ha comprometido su vida a Cristo Jesús.

(IV) Es importante darse cuenta de que los discípulos de Jesús no pueden ser poco entusiastas o mediocres en nada que hagan, porque han de seguir a Jesús, y El vivió y murió por los principios del Reino de Dios.

j) Cinco precondiciones básicas para el discipulado bíblico

(I) Fidelidad
Sólo gente fiel o de confianza está plenamente calificada para el entrenamiento del discipulado.

(II) Amar a Jesús y ponerle a El primero
Esto significa vivir una vida de acuerdo con su voluntad, es decir obediencia.

(III) Voluntad de darnos a nosotros mismos, en sacrificio
Crecer en madurez espiritual exigirá sacrificios de tiempo, fuerza y a veces incluso relaciones. Dios tiene un programa de discipulado personal para cada uno de nosotros. Quiere que entreguemos nuesta vida a este programa para que seamos transformados en la imagen de su Hijo Jesús (Filipenses 2:13; 2 Corintios 9:8; 1 Tesalonicenses 5:23-24).

(IV) El hambre espiritual
Esto implica un deseo real de crecer espiritualmente y ser usado por Dios.

(V) Una actitud educable
La cual se demuestra cuando estamos dispuestos a someternos a la autoridad de la Palabra de Dios y a líderes espirituales que han sido impuestos por Dios sobre nosotros.

k) Preguntas y puntos de discusión

1. ¿Tuvo Jesús impacto a través de sus discípulos? ¿Por qué?

2. ¿Por qué debemos aspirar a la madurez espiritual? (Colosenses 1:28).

3. ¿Qué es la semejanza a Cristo? (Romanos 8:29).

4. ¿Qué significa tomar tu cruz? (Mateo 16:24-25).

5. ¿Por qué a la iglesia se le considera débil, inefectiva, o irrelevante? Discútelo.

6. ¿Deberíamos contar el costo de ser discípulos de Jesús? (Lucas 14:25-35).

7. ¿Merece Jesús ser hecho Señor de tu vida entera? (Colosenses 1:15-20).

8. ¿Qué tipo de personas está buscando Jesús para que le sirvan? (Lucas 16:10-12; Mateo 25:14-30).

9. ¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo y perdiere su alma? (Mateo 16:26-27) Discútelo.
10. ¿Cómo salvamos nuestra vida, según Mateo 16:24-25 y 1 Juan 5:12?

11. ¿Dónde estará tu corazón? (Lucas 12:32-34).

12. ¿Qué necesitarías cambiar en tu vida si siguieses a Jesús como un verdadero discípulo?
Discútelo.

l) Resumen y aplicación

1. ¡Jesús hizo del discipulado una prioridad, y nosotros también deberíamos hacerlo!

2. El discipulado es la estrategia escogida por Dios para llegar al mundo.

3. Los cristianos espiritualmente maduros deberían ser el resultado final del discipulado.

4. Necesitamos tomar una decisión firme de seguir a Jesús y no conformarnos con menos. Seguir a Jesús es seguir el mismo camino que El, y nos avisó que sería costoso. Jesús dijo que nos costaría todo.

5. Los hijos de Dios deberían mostrar a Jesús al mundo y ser transformados a Su imagen.

6. Como discípulos deberíamos ser educables, fieles, espiritualmente hambrientos, y sacrificar todo por nuestro amor a Jesús.

7. A la naturaleza humana no le gusta la obediencia, tampoco le gusta enfrentarse con el costo. Es
8. fácil conformarse con un nivel de discipulado aceptable a nosotros e imaginarlo aceptable a Dios.

martes, 17 de enero de 2012

Mensaje en Audio: "Pescando con Jesús"


Tesoros de David: Salmo 35 Charles Spurgeon


Título: «Salmo de David». Esto es todo lo que sabemos sobre el Salmo, pero la evidencia interna parece establecer la fecha de la composición en los tiempos turbulentos en que Saúl perseguía a David por montes y valles, y cuando los que halagaban al rey cruel calumniaban al objeto inocente de su ira; o puede referirse a los días desasosegados de las insurrecciones frecuentes que tuvieron lugar en la ancianidad de David. Todo el Salmo es una apelación al cielo hecha por un corazón osado y una conciencia clara, irritada desmesuradamente por la opresión y la malicia.
Sin la menor duda, el Señor de David se puede ver aquí con el ojo espiritual. C. H. S.
Bonar titula este Salmo «La terrible declaración del Justo con respecto a los que le aborrecen sin causa», y hace los siguientes comentarios: «En aquel día, cuando nuestras ideas de la justicia serán mucho más claras y plenas que ahora, entenderemos cómo pudo Samuel descuartizar a Agag, y los ejércitos piadosos exterminar en Canaán a hombres, mujeres y niños por las órdenes de Dios. Podremos, no sólo estar de acuerdo plenamente en la sentencia: "Sean confundidos",etc., sino aun cantar: "Amén, Aleluya’ sobre el humo del tormento» (Apocalipsis 19:1, 2)
Deberíamos en alguna medida ser capaces de aplicarnos cada versículo ae este Salmo a nosotros mismos en el espíritu en que habla el Juez, sintiéndonos sus asesores en la acción de juzgar al mundo (1ª Corintios 6:2), pues, de todos modos, es algo que tendremos que hacer cuando lo que aquí está escrito tenga su cumplimiento. Andrew A. Bonar

Vers. 1. Pleitea, oh Jehová, con los que contra mí contienden. ¿Te condena el mundo por tu celo en el servicio de Dios? ¿Amontona reproche y desprecio sobre ti por tu cuidado en seguir obrando el bien? ¿No se sonroja al imputarte toda clase de falsedades, con hipocresía farisaica?
¡Oh!, pero si tu conciencia no te condena en lo más mínimo, si te sientes confirmado por la santa Palabra de Dios, si tu objetivo es su gloria al proseguir en tu propia salvación, y no te asocias con los que perturban la iglesia, sigue adelante, buen cristiano, en la práctica de la piedad, no te desanimes en tus laudables esfuerzos, sino recuerda con consuelo que el Señor es tu Juez (1ª Corintios 4:4). Isaac Craven, Sermón

Vers. 3. Blande la lanza, y cierra contra mis perseguidores. El detener el tumulto es un verdadero acto de bondad. Lo mismo que un guerrero valiente con su lanza detiene a una hueste hasta que su hermano más débil ha podido escapar, así el Señor a menudo detiene a los enemigos del creyente hasta que el hombre bueno ha recobrado aliento y ha escapado de la mano de sus
enemigos. C. H. S.
Di a mi alma: Yo soy tu salvación. Observa que la salvación puede ser asegurada al hombre.
David nunca oraba por aquello que era imposible, ni Pedro nos encomienda un deber que no tiene la posibilidad de ser ejecutado. «Aseguraos de vuestra elección» (2ª Pedro 1:10).
Y para detener los aullidos y vociferación de los adversarios, Pablo lo demuestra directamente:
«Examinaos a vosotros mismos para ver si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis bien a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros? A menos que estéis
reprobados» (2ª Corintios 13:5). Por tanto, podemos saber si Cristo está en nosotros. Si Cristo está en nosotros, nosotros estamos en Cristo; si estamos en Cristo, no podemos ser condenados, pues leemos en Romanos 8:1: «Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.» Thomas Adams
Si Dios nos da consuelo, ruge de horrores el infierno. No hay aflicción como la aflicción del alma; ni consolación como la consolación del alma... Que esto nos enseñe a sacar mucho de este «mi». La seguridad de que Dios va a salvar a algunos la tienen bien clara los demonios. Los mismos reprobados pueden creer que hay un libro de elección; pero Dios nunca les ha dicho qué nombres hay escritos allí. El mendigo hambriento, en la casa del festín, huele desde la puerta, pero el dueño no le dice: «Esto está provisto para ti».
La hermosura de esta excelente ciudad de Jerusalén, edificada de zafiros, esmeraldas, crisólitos y otras piedras preciosas, cuyos fundamentos y paredes son de oro (Apocalipsis 21), no da
consuelo al alma a menos que pueda decir: «Yo tengo una mansión en ella.» Los méritos suficientes de Cristo no tienen valor para ti a menos que sea tu Salvador. El mundo falla, la carne
falla, el diablo mata. Sólo el Señor salva. ¿Cómo? Salvación. Algo especial; todo hombre la desea. «Te daré un señorío» dijo Dios a Esaú-. «Te daré un reino» dijo Dios a Saúl». «Te daré un
apostolado» dijo Dios a Judas-. Pero «Seré tu salvación» Él lo dice a David, y sólo a los santos. Condensado de Thomas Adams

Vers. 4. Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida. No hay malicia aquí; el calumniado simplemente anhela justicia, y la petición es natural y justificada. Guiado por el buen Espíritu de Dios, el Salmista predice la confusión eterna de todos los que aborrecen a los justos.
Un desengaño terrible será para la porción de los enemigos del evangelio, y el cristiano de corazón más tierno no puede desear otra cosa mirando a los pecadores como hombres, los amamos y queremos su bien, pero considerándolos como enemigos de Dios, no podemos pensar en ellos sino detestándolos y deseando lealmente que sean confundidos’ en sus añagazas.
Ningún ciudadano leal puede desear bien a los rebeldes. La sentimentalidad enfermiza puede objetar al lenguaje recio que se usa aquí, pero en sus corazones todos los hombres de bien desean la confusión de los inicuos. C. H. S.

Vers. 4, 8, 26. ¿Cómo podemos considerar estas oraciones como teniendo por objetivo la venganza? Las hallamos principalmente en cuatro Salmos: el siete, treinta y cinco, sesenta y
nueve y ciento nueve, y las imprecaciones en ellos forman una culminación terrible. En el último no hay menos de treinta anatemas. ¿Son estos anatemas sólo estallidos de sentimiento o pasión no santificada, o bien son la expresión legítima de una indignación justa? Una conmiseración mal informada sabemos bien que ha llevado a muchas personas a abstenerse de leer estos Salmos en absoluto.
Ahora bien, la fuente real de la dificultad se halla en que no observamos ni distinguimos la diferencia esencial entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. La antigua dispensación era en todo sentido más severa que la nueva. El espíritu de Elías, aunque no era un espíritu malo, no era el espíritu de Cristo. «El Hijo del Hombre no vino para destruir las vidas de los hombres, sino para salvarlas» (Lucas 9:56). J. J. Stewart Perowne

David sentía el mismo deseo de venganza de todo personaje público típico que pueda ser nombrado. Su conducta en relación a Saúl, desde el principio al fin, desplegó un espíritu
singularmente noble, muy alejado del deseo carnal de venganza; y la mansedumbre con que soportó los reproches acerbos de Siemeí, da testimonio del mismo espíritu después de su acceso
al trono...
Puede afirmar con respecto a sus enemigos implacables: «Oh Señor, si yo he hecho esto; si hay iniquidad en mis manos; si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (sí, he librado a aquel que sin causa es mi enemigo), que el enemigo persiga mi alma y la tome; sí, que pisotee mi vida sobre la tierra» (Salmo 7:3-5).
Sin duda, hemos de pensar dos veces antes de interpretar estas imprecaciones en formas totalmente incompatibles con estas apelaciones, pronunciadas casi juntamente con ellas. William
Binnie D. D.

Vers. 7. Porque sin causa me tendieron una trampa; sin causa cavaron hoyo para mi alma. David afirma dos veces en un versículo que sus adversarios han tramado contra él sin causa. El cavar hoyos y tender redes requiere tiempo y trabajo, y las dos cosas las hacen los inicuos, contentos con tal de ver derribado al pueblo de Dios.

Vers. 8. Sobre cada uno de ellos caiga de improviso la ruina, lo prenda la misma red que escondió, y en su fosa se hunda. Aquí vemos una lex talionis de Dios que a menudo obra sorpresas. Los hombres ponen trampas, y se les quedan agarrados los dedos en ellas. Tiran piedras, y éstas caen sobre sus cabezas. ¡Con qué frecuencia Satán se equivoca y se quema los
dedos en sus propios carbones!
Esta, sin duda, será una de las agravaciones del infierno, que los hombres se atormentarán a sí mismos con lo que un día acostumbraban maquinar en sus mentes rebeldes. Maldicen, y son
maldecidos; tiran coces contra el aguijón, y se desgarran las carnes; dejan caer diluvios de fuego, y ellos son los que se queman por dentro y por fuera. C. H. S.
Al dar bastante cuerda a Ahitófel, el Señor preservó a David de perecer. ¿Quién no admira que Goliat fuera muerto con su propia espada, y que el orgulloso Naamán sostuviera el estribo de
Mardoqueo y fuera el heraldo de su honor? El malvado será derrotado en sus propios actos; todas las flechas que dispara contra el justo caerán sobre su propia cabeza.
Majencio construyó un puente falso para que Constantino se ahogara en él, pero fue él quien pereció ahogado. Enrique III de Francia fue apuñalado en la misma estancia en que colaboró para organizar la cruel matanza de los protestantes franceses. Y su hermano, Carlos IX, que se deleitaba en la sangre de los santos, tuvo que beber sangre hasta la saciedad. Condensado de
Thomas Brooks

Vers. 11. Se levantan testigos malvados. Ésta es una de las argucias de los impíos, y no hemos de maravillarnos de que la usaran contra nuestro Señor y contra nosotros. Para agradar a Saúl, siempre había hombres que eran bastante ruines para calumniar a David.
Me acusan de cosas que ni sé. No tenía la menor idea de la sedición; era leal, más de lo que debía, y le acusaban de conspirar contra el ungido del Señor. No sólo era inocente, sino que ni aun tenía idea de la acusación. Es bueno que nuestras manos sean tan limpias que no haya rastro de suciedad en ellas. C. H. S.
Dirás: «¿Por qué permite Dios que los malvados acusen a los fieles de tales cosas cuando son inocentes? Si Dios quisiera podría impedirlo, y cerrar la boca de los malvados para que no
pudieran hablar en contra de sus hijos.»
Respuesta: Como todas las cosas obran para bien de los que aman a Dios, también resulta esto para el bien del pueblo de Dios. Dios lo permite para el bien de su pueblo, y de esta manera
frustra las esperanzas de los malos: ellos intentan mal contra los buenos, y Dios lo dispone para bien. Como dijo José a sus hermanos: «Intentasteis este mal contra mí, pero Dios lo ha dispuesto para el bien.»
Hay un bien cuádruple que Dios saca de ello para su pueblo.
Primero: por este medio Dios los humilla, y hace que examinen lo que hay malo en ellos.
Segundo: por este medio Dios les pone de rodillas con más frecuencia, para que le busquen para abogar su causa y para clarificar su inocencia. ¡Cuántas veces habló el profeta a Dios cuando los malvados le acusaban falsamente!
Tercero: Dios usa el reproche de los malos como una medicina preventiva contra el crimen de que los malos les acusan. Los fieles tienen una naturaleza no renovada, así como la renovada, y si Dios los dejara siempre a sí mismos, ellos no son sus guardadores apropiados para que no cayeran en el pecado del cual los malos los acusan; y todo hombre o mujer piadoso puede decir cuando se le acusa falsamente: «Es por la misericordia de Dios que no he caído en este pecado de que me acusan.»
Cuarto: Dios, por este medio nos enseña cómo juzgar a los demás cuando se nos acusa falsamente. En el futuro no van a escuchar los falsos informes sobre sus prójimos; se asegurarán de la verdad antes de creerla, y sabrán cómo consolar a otros que se hallen en condiciones semejantes. Sermón de Zephaniah Smyth
Vers. 12. Me devuelven mal por bien. Por el bien que David había hecho al matar a Goliat, al matar a sus diez mil filisteos, y con ello salvar a su rey y a su país, Saúl y sus seguidores le tenían envidia e intentaban matarle; así nuestro Señor Jesucristo, por todo el bien que había hecho a los judíos, curando sus cuerpos y enfermedades y predicando el evangelio para beneficio de sus almas, fue premiado con reproches y persecuciones, y al final con la muerte de oprobio en la cruz; y lo mismo le sucede a su pueblo; pero éste es un mal que no quedará sin castigo (ver Proverbios 17:13 ). John Gill
Y mi oración regresó a mi propio seno. La oración nunca se pierde; si no bendice a aquellos por quienes hemos intercedido, por lo menos bendice a los intercesores. Las nubes no siempre dejan caer la lluvia sobre el mismo lugar de donde asciende el vapor, sino que riegan otro lugar; y, aun así, las súplicas de uno u otro lugar producen lluvias de misericordia. Si nuestra paloma no halla descanso para su pie entre nuestros enemigos, volará a nuestro pecho y traerá consigo una ramita de paz en su boca. C. H. S.

Vers. 14. Su madre. Cuando le preguntaron a Mahoma qué relación tenía más fuerza para su afecto y respeto, contestó: «La madre, la madre, la madre.»

Vers. 15. Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron. Se alegraron cuando cojeaba. Mi cojera era divertida para ellos. El peligro estaba cerca, y ellos cantaban sobre mi derrota inminente. ¡Qué contentos están los malvados al ver a un buen hombre que cojea! C. H. S.
No te gloríes en la desgracia de tu prójimo. Muchos se regocijan en los sufrimientos de los
demás. Los que se regocijan en los sufrimientos de los otros están enfermos de la enfermedad del diablo; pero el Señor libre nuestras almas de esta enfermedad. No hemos de orar para que
lluevan calamidades ni decir con Clemente el agnóstico: «Dame calamidades para que me gloríe en ellas.» No puede haber mayor evidencia de un corazón malvado que el que se alegre de la
desgracia de otros. «El que se alegra de las calamidades (esto es, de las de los otros) no quedará sin castigo» (ver Proverbios 17:5). Thomas Brooks
¡Maravillosa es esta profecía de la cruz!, sólo aventajada, silo es, por el Salmo veintidós.
Todavía más cerca de la historia si leemos la Vulgata: «Los azotes fueron todos recogidos sobre mí.» Incluso así, oh Señor Jesús, los que araban tu espalda hicieron profundos surcos en ella; preciosos surcos para nosotros, que son sembrados con paciencia para la vida presente y gloria para la venidera; en que hay sembrada esperanza que no avergüenza y amor que las muchas aguas no pueden apagar. Luis De Granada
Se juntaron contra ml gentes despreciables. ¡Qué unánimes son los poderes del mal; de qué buen grado los hombres sirven al diablo y ninguno renuncia a su servicio porque no están dotados de suficiente capacidad!
Me despedazaban sin descanso. Es tal la afición de los malvados a desgarrar y hacer trizas la reputación de un buen hombre que, cuando se ocupan en ello, se resisten a abandonar la tarea.
Una jauría de perros despedazando su presa no es nada comparado con un grupo de chismosos magullando la reputación de un hombre digno. El que los que aman el Evangelio en estos días no
sean descuartizados como en los antiguos tiempos de la reina Mary, hay que atribuirlo a la providencia de Dios más bien que a la bondad de los hombres.

Vers. 16. Como lisonjeros escarnecedores y truhanes, crujieron contra mí sus dientes. ¡Nuestro Señor podría haber usado las palabras de estos versículos! No olvidemos el ver aquí al
despreciado y rechazado entre los hombres en un retrato de tamaño natural. El Calvario y la turba inicua alrededor de la cruz parecen hallarse delante de nuestros ojos. C. H. S.
Algunos no pueden divertirse como no sea a costa de las Escrituras; si quieren jolgorio, ¡el tema de sus discursos ha de ser los san-tos!; su anhelo es hacer burlas profanas sobre la Palabra de Dios; su pasatiempo preferido es éste mientras van bebiendo cerveza en la taberna. ¡Qué bien preparadas tienen sus reflexiones rebeldes; han aprendido este lenguaje de sus padres, son acusadores de los hermanos; sus palabras dan evidencia de que pertenecen al infierno! Oliver Heywood

Vers. 17. Señor, ¿hasta cuándo verás esto? ¿Por qué eres un mero espectador? ¿Por qué descuidas a tu siervo? ¿Eres indiferente? ¿No te afecta el que perezcamos? Así podemos razonar con el Señor. El nos permite que llevemos hasta este punto de familiaridad.

Vers. 18. Te confesaré en gran congregación. La mayoría de los hombres publica sus agravios; los buenos proclaman sus misericordias.

Vers. 19. No se alegren de mí mis pérfidos enemigos, ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo. Tu causa aborrecida es el blanco de los inicuos; el sufrimiento sin causa es la porción de los justos. C. H. S.

Vers. 21. Dijeron: ¡Ja, ja, nuestros ojos lo han visto!, contentos de hallar una falta o un infortunio o de jurar que han visto mal allí donde no lo había. La malicia sólo tiene un ojo; es ciega para la virtud de su enemigo. Los ojos generalmente pueden ver lo que desea ver el corazón. Un hombre
con una mota en el ojo ve una mancha en el. ¡Son semejantes a un asno que rebuzna sobre el infortunio de otro! Son como el diablo cuando ríe como una hiena por el resbalón de un hombre
bueno. C. H. S.

Vers. 23. Dios mío y Señor mío. La exclamación de Tomás cuando vio las heridas de Jesús. Si es que no consideraba que nuestro Señor era divino, entonces tampoco aquí adscribe David
divinidad a Jehová, porque no hay diferencia en las expresiones, excepto en el orden de las palabras y la lengua en que fueron pronunciadas; el significado es idéntico.
¡Qué palabras son éstas! Dos ojos que ven a Jehová en dos aspectos, pero, siendo El uno, lo captan con las dos manos en un doble «mío» para el corazón; porque la palabra es una y la
misma, por la que se inclinan y arrodillan para adorarle con la más humilde reverencia.
Bien podía Nouet, en su exposición de las palabras como las usa Tomás, exclamar: ¡Oh dulce palabra, la diré toda mi vida; la diré en la hora de la muerte; la diré en la eternidad! C. H. S.

Vers. 27. Sea exaltado Jehová, que se complace en la paz de su siervo. Los romanos, cuando estaban en un gran apuro, no tenían inconveniente en sacar las armas del templo de sus dioses
para luchar contra sus enemigos y vencerlos.
Así, cuando el pueblo de Dios está apurado por causa de las aflicciones y persecuciones, las armas que han empleado han sido oraciones y lágrimas, y con ellas vencen a sus perseguidores. Thomas BROOK

Vers. 28. Mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día. Veo que he hecho un discurso algo largo; estáis cansados. ¿Quién puede resistir la alabanza a Dios todo el día? Voy a sugerir un remedio para que podáis alabar a Dios todo el día si queréis. Hagáis lo que hagáis, hacedlo bien y, con ello, alabaréis a Dios. Agustin
Algunos pecadores se halagan de que ya se han convertido. Se sientan y descansan en una esperanza falsa, persuadiéndose de que todos sus pecados están perdonados, que Dios les ama, que irán al cielo cuando mueran, y que no tienen que preocuparse más. «Porque dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo» (Apocalipsis 3:17). Condensado de Jonathan Edwards

Usos y costumbres bíblicas: "Costumbres a la Hora de las Comidas"


Los hábitos orientales en conexión con la comida, forman un decidido contraste con los hábitos occidentales, tanto que se debe tener mucho cuidado en el estudio de ellos, si es que
han de ser interpretadas correctamente las muchas referencias bíblicas respecto a la comida.

LAVADO DE MANOS ANTES DE COMER
Los orientales tienen mucho cuidado de lavar sus manos antes de la comida, y piensan que la manera de lavar sus manos los occidentales en el agua ya sucia por sus mismas manos, no es muy limpia, y es vergonzoso. El criado o quien tome su lugar, vacía el agua sobre las manos que han de lavarse, mientras éstas se mantienen sobre el lavamanos. Estos tienen una
cubierta cóncava con agujeros, de manera que el agua sucia se escurre por ellos y así queda fuera de vista. La manera de comer sin cuchillos, tenedores y cucharas, hace que sea muy
necesario lavarse las manos. Que esta manera de lavarse estuvo en boga en tiempos de los profetas, se demuestra de la manera como Eliseo era caracterizado por los siervos del rey "Aquí está Eliseo hijo de Saphat, que daba agua a manos a Elías. (2 Reyes 3:11). Eliseo había servido como criado a Elías, y vaciaba el agua para que su amo se lavara las manos. Esto era parte importante de sus obligaciones.
Cuando los fariseos decían de los discípulos de Jesús, que éstos comían sin lavarse las manos (Mat. 15:1, 2; Marc. 7:1-5), era por el largo ceremonial que tenían de lavarse las manos,
y de ello hablaban. La jerarquía judía de aquellos días dio un mandamiento positivo como había de hacerse la ablución. No era pues una ley de Moisés sino una tradición de los ancianos.
Jesús rehusó sancionarla como regla que debiera cumplirse. No era la costumbre de lavarse las manos antes de comer lo que Jesús objetaba, sino la autoridad que los rabíes reclamaban
para orientar al pueblo exactamente sobre lo que debían hacer.

POSICION QUE ASUMIAN AL COMER
De acuerdo con la costumbre general de los árabes la posición más usual al comer era sentarse derecho en el suelo a la mesa baja con las piernas ya sea dobladas bajo el cuerpo, o hacía atrás como si fueran a arrodillarse. Ya sea en la tienda en el desierto de los beduinos, o en la casa sencilla de un campesino, ésta debería ser posición de los que tomaban su comida.
Debemos tener la seguridad que ésta era la posición de la gente en general en los días de la Biblia, en la mayoría de los casos. La excepción a esta regla es la costumbre de la gente rica, o las costumbres gentílicas en ocasiones especiales, tales como fiestas o cenas. De esto trataremos después en los capítulos posteriores. Para nosotros es fácil imaginar a Eliseo y a los hijos de los profetas comiendo en la posición oriental usual, cuando se dice, refiriéndose a ellos: "Y los hijos de los profetas estaban con el por lo que dijo a su criado: Pon una gran olla"
(2 Reyes 4:38).

USO DE LA MESA, SILLAS Y PLATILLOS

Mesa. En muchos casos la costumbre árabe parece indicar a los occidentales que ellos no necesitan de mesa para servir su comida. En la actualidad, una estera extendida sobre el
suelo les sirve de mesa. Este es el caso especialmente en la tienda árabe. Esta es la primitiva mesa semítica de los tiempos del Antiguo Testamento, porque la palabra hebrea Shool-khawn,
se traduce "mesa", y como lo indica su raíz, una estera de piel o de cuero extendida sobre el suelo.
Teniendo en vista esta clase de mesas podemos entender lo que el salmista dice de sus enemigos, "que su mesa sea lazo delante ellos". Lo que quería decir David era, "que sus pies sean enlazados en ella", pues está extendida en el suelo.
Si los árabes fueran a usar por mesa algo que no fuese estera, entonces usarían un banquillo poligonal de unas catorce pulgadas de altura en derredor del cual se sentarían los
que participa de la comida.

Sillas. Con una tal mesa en uso, se notaba la falta de sillas occidentales. Con referencia
al uso de sillas en los tiempos bíblicos, se ha dicho: "En ocasiones ordinarias se sientan o agachan en derredor de una mesa baja, mientras que cuando están en comidas de ceremonia,
se sientan en sillas o banquillos". Las veces que la Biblia habla del uso de sillas o banquillos en las comidas, incluye a hermanos de José sentados en banquillos en el banquete de Egipto (Gen. 43:33); y de David al tener un asiento en la mesa del Saúl (I Sam. 20:5-18). Ambos casos están relacionados con realeza o alta posición. En ocasiones ordinarias la "silla" usada la mayoría de los israelitas era el suelo sobre el cual se extendía una alfombra o estera.
Vasijas. En una comida oriental, los únicos platos usados son que sirven para poner el
alimento en la mesa; no se ponen a cada uno que va a tomar la comida. Con frecuencia sólo
hay plato para el alimento, y éste consiste en una artesa o cesta de trabajo, o un plato de
cobre. Jesús habló del que le iba a entregar "El que mete la mano conmigo en el plato" (Mat.26:23; Marc. 14:20). Al agasajar a un huésped, Gedeón puso la carne en canasta y el caldo en
una olla.

ORANDO A LA HORA DE LAS COMIDAS
Antes de principiar a comer, los árabes y cada persona que los acompaña repiten ante el dueño de la casa algunas palabras de gratitud como .En cl nombre de Dios", o "Alabad a Alá", o "Dios sea alabado..
Lo judíos tenían el hábito, en los días del Antiguo Testamento, dc orar a la hora de las comidas, y si estaba presente algún profeta, se esperaba que él lo hiciese. Con referencia a
Samuel, cuando Saúl comía el sacrificio con él, decía: "él haya de bendecir el sacrificio, y después comerán los convidados" (1 Sam. 9:13).
En relación con el milagro de Jesús cuando aumentó a las cinco mil personas nos dice Juan: "Y tomó Jesús aquellos panecillos, y habiendo dado gracias repartió a los discípulos.
(Juan 6:11). Y en lo que respecta a la alimentación de los cuatro mil, Mateo con cuidado incluye la bendición en su historia. "Tomando los siete panes y los peces, haciendo gracias" (Mat.15:36).
El Dr. Edersheim da a entender que Cristo puede haber hecho una oración dc gracias extemporánea, o puede haber usado la fórmula de los judíos en su tiempo como acción de gracias por la comida. Esta es la fórmula: "Bendito tú Jehová nuestro Dios, Rey del mundo, que haces que brote el pan de la tierra.,
Era costumbre entre los judíos de aquellos días, hacer una segunda oración de gracias al terminar la comida. Para ello se basaban en Deutoronomio 8:10. "Y comerás’ y te hartaras, y
bendecirás a Jehová tu Dios, por la buena tierra que te habrá dado". Al decir estas oraciones, era costumbre que los huéspedes lo hicieran en voz alta, y el resto decía, Amén, o repetían algunas palabras de la oración.

USO DE LA MANO EN VEZ DEL CUCHILLO, TENEDOR O CUCHARA
Puede decirse en general, que los árabes cuando comen no usan cuchillos, tenedores, cucharas, platos ni servilletas, cosa considerada como esencial para los occidentales. Pues dicen: "¿Para qué necesita el hombre una cuchara cuando Dios le ha dado tantos dedos?"
Panes tan gruesos como una gruesa franela, hacen la vez de cucharas, hasta cierto punto. Un pedazo de este pan se dobla en forma permita poner en él algo de alimento.
Usan el pan para sacar el líquido de cualquier plato, tal como sopa, salsa o jugos. Todo pedazo de pan que así se usa, se come el alimento que contiene.
Usualmente se sirve la carne en un plato grande y sencillo, y comen tomándolo con los dedos. El caldo se sirve en un plato separado y se usa para humedecer el pan. Este método de
comer es limpio, como se puede suponer.
La invitación hecha por Booz a Ruth para comer con sus trabajadores, indica que esta misma costumbre se usaba en aquellos días: "Y Booz le dijo a la hora de comer: Allégate aquí, y come del y moja tu bocado en el vinagre" (Ruth 2:14).
En la Ultima Cena Jesús dijo a sus discípulos, "El que mete la mano conmigo en el plato, ése me ha de entregar" (Mat. 26:23) Aun más, él habló de meter cierto pedazo de la comida llamada pan mojado" en el plato (Juan 13:26). En la sección en que habla de cenas y banquetes diremos algo más acerca de este asunto. Baste decir, que la mayoría de las costumbres orientales actualmente se refieren a la comida de antaño, no sólo en los días de nuestro Salvador, sino en la era del Antiguo Testamento.
LAVARSE DESPUES DE COMER
Después de una comida típica oriental, el lavarse las manos es sentido esencial. Si hay algún sirviente, él es el que trae la del agua y la jofaina, poniendo el agua sobre las manos de
los participaron de la comida. Sobre los hombros, el sirviente se una toalla para que se sequen las manos. Se hace esto entre cuando no hay sirviente que lo haga. Que esto de derramar él
en las manos se usó en tiempos antiguos, ya se ha visto al tratar lo concerniente a lavarse las manos antes de comer.

Mensaje en Audio: "Ve tu y haz lo mismo"


lunes, 9 de enero de 2012

Génesis 17, Comentario Biblico de Matthew Henry


Versículos 1—6. Dios renueva el pacto con Abram.
7—14. Institución de la circuncisión.
15—22. Cambio del nombre de Sarai—Isaac es prometido.
23—27. Circuncisión de Abraham y su familia.

Vv. 1—6. El pacto era para que se cumpliese en el momento oportuno. La Simiente prometida era Cristo y los cristianos en Él. Todos los que son de la fe son bendecidos en el creyente Abram, siendo partícipes de las mismas bendiciones del pacto. Como prenda de este pacto su nombre es cambiado de Abram, “padre excelso” a Abraham: “padre de una multitud”. Todo lo que disfruta el mundo cristiano, se lo debe a Abraham y su Simiente.
Vv. 7—14. El pacto de gracia es desde la eternidad en sus consejos, y hasta la eternidad en sus consecuencias. La señal del pacto era la circuncisión. Aquí se dice cuál es el pacto que Abraham y su simiente deben guardar. Los que quieren tener al Señor como su Dios, deben resolverse a ser un pueblo para Él. No sólo Abraham e Isaac y su posteridad por Isaac, iban a ser circuncidados, sino también Ismael y los esclavos. Se sella la de la tierra de Canaán no sólo para la posteridad de Isaac, sino la del cielo por medio de Cristo para toda la iglesia de Dios. La señal exterior es para la iglesia visible; el sello interior del Espíritu es en particular para quienes Dios sabe que son creyentes y solo Él puede conocerlos. —La observancia religiosa de esta institución era requerida so pena de un castigo severo. Peligroso es tomar a la ligera las instituciones divinas y vivir descuidándolas. El pacto en cuestión era uno que comprendía grandes bendiciones para el mundo de todas las épocas futuras. Hasta la bendición del mismo Abraham y todas las recompensas conferidas a él, eran por amor a Cristo. Abraham fue justificado, como hemos visto, no por su propia justicia sino por fe en el Mesías prometido.

Vv. 15—22. Aquí se hace a Abraham la promesa de un hijo con Sarai, en el cual se cumpliría la promesa hecha. La prenda de esta promesa fue el cambio del nombre de Sarai a Sara. Sarai significa mi princesa, como si su honor estuviera limitado a una sola familia; Sara significa una princesa. Mientras más favores Dios nos otorgue, más debemos rebajarnos a nuestros propios ojos. —Abraham demostró gran gozo; se rió, era una risa de alegría, no de desconfianza. Ahora era que Abraham se gozó de que habría de ver el día de Cristo; ahora lo vio y se gozó, Juan 8.56. —Temiendo que Ismael fuera abandonado y dejado de Dios, Abraham hizo una petición a su favor. Dios nos da permiso para que cuando oramos seamos específicos en nuestras peticiones. Cualesquiera sean nuestras preocupaciones y temores, deben ser expuestos ante Dios en oración. Los padres tienen el deber de orar por sus hijos, y lo más grande que debiéramos desear es que ellos sean guardados en su pacto, y que puedan tener la gracia de andar con él en justicia. —A Ismael se le garantizan las bendiciones comunes. Los hijos de padres piadosos nacidos en la carne suelen recibir buenas cosas exteriores, por amor a sus padres. Las bendiciones del pacto están reservadas para Isaac y él toma posesión de ellas.

Vv. 23—27. Abraham y toda su familia fueron circuncidados recibiendo así la señal del pacto y se distinguieron de otras familias que no tenían arte ni parte en el asunto. Fue obediencia implícita; él hizo como Dios le mandó sin preguntar por qué ni para qué. Lo hizo porque Dios se lo ordenó. Fue obediencia pronta; en el mismo día. La obediencia sincera no demora. No sólo las doctrinas de la revelación sino los sellos del pacto de Dios nos recuerdan que somos pecadores culpables corruptos. Nos muestran la necesidad de la sangre de la expiación; apuntan al Salvador prometido y nos enseñan a ejercer la fe en él. Nos muestran que sin la regeneración, la santificación por su Espíritu y la mortificación de nuestras inclinaciones carnales y corruptas, no podemos estar en el pacto con Dios. Pero recordemos que la circuncisión verdadera es la del corazón, por el Espíritu, Romanos 2.28-29. Bajo ambas dispensaciones, la antigua y la nueva, muchos han hecho la profesión exterior y han recibido el sello sin haber sido sellados nunca por el Espíritu Santo de la promesa.

domingo, 1 de enero de 2012

La carrera del 2012


Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera. ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. Eclesiastes 9.11

Largamos la carrera del 2012, el camino a recorrer tal vez sea difícil y nos parezca que no estamos equipados para llegar a nuestras metas, pero estamos en la carrera, aprovecha cada instante de este nuevo año, disfrútalo, pues sigues en carrera!!

Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,
Los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva/o, siéntete viva/o.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡Pero nunca te detengas!

Este es mi año, Tercer Cielo