martes, 28 de febrero de 2012

Génesis 20, Comentario Biblico Matthey Henry


Versículos 1—8. Abraham en Gerar—Sara tomada por Abimelec.
9—13. La reprimenda de Abimelec a Abraham.
14—18. Abimelec devuelve a Sara.

Vv. 1—8. Las políticas torcidas no prosperarán: nos ponen en peligro a nosotros y a los demás. Dios da aviso a Abimelec de su peligro de pecar, y del peligro de muerte por su pecado. Todo pecador voluntario es un hombre muerto, pero Abimelec alega ignorancia. Si nuestra conciencia atestigua que, por haber sido de alguna manera engañados con una trampa, no hemos pecado a sabiendas contra Dios, será nuestro regocijo en el día malo. Es consolador para quienes son honestos que Dios conozca su honestidad y la reconozca. Es gran misericordia que se nos impida cometer pecado; Dios debe llevar la gloria en esto. Pero si hemos hecho mal por ignorancia, eso no nos excusará si persistimos en ello a sabiendas. El que hace mal, sea quien fuere, príncipe o campesino, ciertamente recibirá su paga por el mal que ha hecho, a menos que se arrepienta y, en lo posible, haga restitución.

Vv. 9—13. Véase en esto mucha culpa, aun en el padre de los fieles. Note su desconfianza de Dios, el indebido temor por su vida, su intento de engañar. Él también puso tentación en el camino de los demás, causándoles aflicción, exponiéndose él mismo y a Sara a las justas reprimendas, y sin embargo, intentó excusarse. Estas cosas quedaron escritas para nuestra advertencia, no para que las imitemos. Hasta Abraham no tiene de qué gloriarse. Él no puede justificarse por sus obras, sino que debe estar agradecido por la justificación, a esa justicia que está sobre todos y que es para todos los que creen. No debemos condenar por hipócritas a todos los que caen en pecado si no continúan en él. Deje que el impenitente orgulloso se dé cuenta que no debe seguir pecando, si piensa que la gracia puede abundar. —Abimelec, advertido por Dios, acepta la advertencia; y estando verdaderamente asustado del pecado y sus consecuencias, se levanta pronto para seguir las órdenes de Dios.

Vv. 14—18. A menudo nos perturbamos y hasta somos llevados a la tentación y el pecado por sospechas sin fundamento; y encontramos el temor de Dios donde no lo esperábamos. Los acuerdos para engañar suelen terminar generalmente en vergüenza y pena; y las restricciones del pecado, aunque sea por el sufrimiento, deben ser reconocidas con gratitud. Aunque el Señor reprende, no obstante, Él perdonará y librará a su pueblo, y les dará gracia ante los ojos de aquellos con quienes ellos están; y vencerá sus enfermedades cuando sean humillados por ellas, de modo que resulten útiles para sí mismos y para los demás.

Tesoros de David, Salmos 38; Charles Spungeor


Título: «Salmo de David, para recordar». David tenía la impresión de que Dios le había olvidado, y por ello repasa sus aflicciones y clama en alta voz pidiendo ayuda. El Salmo 70 tiene el mismo título y en él el Salmista derrama sus quejas delante de Dios. Sería de poco provecho tratar de acertar el punto en la historia de David en que fue escrito; por otra parte, puede haber sido compuesto por él para uso de los santos enfermos y calumniados, con una referencia especial a sí mismo.
Entre las cosas que David recuerda, las principales son:
1) sus pruebas y liberaciones pasadas. El punto culminante del Salmo de David, sin embargo, es el recordar;
2) la corrupción de su naturaleza. Quizás no hay otro Salmo en que se describa más plenamente la naturaleza humana, vista a la luz que Dios, el Espíritu Santo, proyecta sobre ella, al tiempo en que nos redarguye de pecado.
Estoy persuadido de que la descripción que hay en el Salmo no corresponde a ninguna enfermedad corporal conocida. Es muy semejante a la lepra, pero hay ciertos rasgos que nos se hallan en ningún caso de lepra descrito, sea en el pasado o en nuestros días.
El hecho es que se trata de una lepra espiritual; es una enfermedad interior la que describe, y David la pinta en su propia vida y quiere que nosotros la recordemos. C. H. S.

Vers. 1. Jehová, no me reprendas en tu furor. He de ser reprendido porque soy un hijo que ha errado, pero Tú, Padre cuidadoso, no pongas demasiada ira en el tono de tu voz; trátame suavemente aunque haya pecado de modo grave. La ira de otros puedo sobrellevaría, pero no la tuya. C. H. S.

Vers. 2. Porque tus saetas se han clavado en mí. Son saetas, verdaderamente, que penetran rápidamente, y para darles impulso son disparadas en tu arco cruzado, pues de otro modo no volarían tan rápidas, no penetrarían tan profundo como las cruces y aflicciones con que me has sorprendido.
¡Oh, así como has extendido el brazo de tu ira, oh Dios, para disparar estas flechas contra mí, extiende tu brazo de misericordia para arrancarlas, y que pueda cantarte himnos y no elegías; y
que Tú puedas mostrar tu poder al perdonarme como lo has hecho al condenarme! Sir Richard Baker
Las flechas son:
1) rápidas;
2) secretas;
3) agudas;
4) letales.
Son instrumentos que sacan sangre y beben sangre hasta emborracharse (Deuteronomio 32:42); las aflicciones son como flechas en todos estos rasgos. Joseph Caryl

Vers. 3. Tu indignación... mi pecado. ¡Ay! Soy como un yunque bajo dos martillos: el uno tu ira, el otro mi pecado; ambos me golpean incesantemente; el martillo de tu ira golpea mi carne, y el de mi pecado, mis huesos; tu ira golpe a mi carne, que es más sensible; mi pecado golpea mis huesos, que son más duros.
La ira de Dios y el pecado son dos causas eficientes de toda miseria; pero la causa verdaderamente es el pecado; la ira de Dios, como ocurrió con el edificio que Sansón derribó sobre su propia cabeza, no cae sobre nosotros a menos que nosotros empujemos y tiremos hasta que se nos venga encima. Sir Richard Baker
Ni hay reposo en mis huesos, a causa de mi pecado. El cristiano en esta vida es como el mercurio, que tiene en si mismo un principio de movimiento, pero no de reposo; nunca está quieto, como el barco sobre las olas.
En tanto tenemos pecado, somos como el mercurio: un hijo de Dios está lleno de movimiento e inquietud... Está en constante fluctuación, siempre tiene prisa; su vida es como la marea, unas
veces sube, otras veces baja. No hay descanso; y la razón es porque se halla fuera de su centro.
Todo está en movimiento hasta que vuelve a su centro; Cristo es el centro del alma; la manecilla de la brújula tiembla hasta que marca el polo norte. Thomas Watson
Aprende aquí de los mendigos a procurarte alivio y subsistencia. Muestran sus llagas, dan a conocer su necesidad, manifiestan toda su miseria; no hacen su situación mejor de lo que es. Los mendigos saben por experiencia que cuanta mayor miseria exhiben más son compadecidos y más auxilio reciben. William Gouge

Vers. 4. Como carga pesada gravitan sobre mí. Es bueno que el pecado sea una carga intolerable y que el recuerdo de nuestros pecados nos abrume hasta hacerse irresistible. Este versículo es el clamor genuino de uno que se siente deshecho por su trasgresión y, con todo, no ve el gran sacrificio. C. H. S.
No hay nadie tan fuerte al que no se le pueda cargar en exceso; aunque Sansón se cargó al hombro las puertas de Gaza, cuando se derrumbo el templo de Dagón sobre su cabeza murió aplastado.
Y así soy yo; desde que nací llevo sobre mí carga de pecado; antes la llevaba ligeramente, como Sansón las puertas de Gaza; pero ahora he tirado de la casa entera del pecado y ha caído sobre mí, y no puedo evitar ser aplastado por un peso tan grande. Y aplastada habrías quedado, oh alma mía, si Dios a pesar de su ira no se hubiera compadecido de ti y, a pesar de su desagrado, no hubiera detenido su mano de un mayor castigo. Sir Richard Baker
Es de utilidad especial para nosotros que las caídas de los santos de Dios sean registradas en las Sagradas Escrituras. Las manchas no se ven más desagradables en parte alguna que en un rostro hermoso o en un vestido limpio.
Y es conveniente tener un conocimiento perfecto de la inmundicia del pecado. Aprendamos también a pensar con humildad de nosotros mismos y depender de la gracia de Dios para mantenernos bajo estricta vigilancia, no sea que caigamos en los mismos pecados, o peores
(Gálatas 6:1). Herman Witsius, D. D.

Vers. 5. Hieden y supuran mis llagas, a causa de mi locura. La conciencia ha ido hurgando el mal hasta llegar a ser una herida que supura, y la corrupción es espantosa. ¡Qué criatura tan horrible
se ve el hombre ante su propia conciencia cuando su corrupción y vileza son abiertas y hechas patentes por la ley de Dios, aplicada por el Espíritu Santo!
Ni las enfermedades más repelentes pueden compararse al pecado. Ni las úlceras, cánceres o llagas pútridas pueden compararse en su indescriptible pestilencia. Nosotros mismos nos vemos de esta manera. Escribimos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto; e incluso ahora temblamos al pensar lo enconado del mal en lo profundo de nuestra naturaleza. C.H.S.
¿Podía la tumba retener a Lázaro cuando Tú abriste tu boca y le llamaste? Tampoco puede la corrupción de mis llagas ser un estorbo para su curación si te complaces en curarlas. Sir Richard Baker

Vers. 5, 6. Siempre que Dios quiere revelar a su Hijo con poder, siempre que quiere que el evangelio haga resonar las cuerdas del corazón en cuanto al pecado, hace sentir el peso del mismo a la conciencia y la hace gemir. Y estoy seguro de que cuando una persona está trabajando bajo la carga del pecado lo hará llena de gemidos y quejas. La Biblia registra centenares de quejas de hijos de Dios bajo la carga del pecado.
La queja espiritual, pues, es una marca de vida espiritual y Dios la reconoce como tal.
«Ciertamente, he oído los gemidos de Efraín» (Jeremías 31:18). Muestra que Efraín tiene algo que le oprime, que le hace gemir; que su pecado está patente a su vista en toda su malignidad; que es angustia para su alma; que se lo encuentra en la boca; que es descubierto por el ojo penetrante de Dios y fustigado por la mano de Dios. J. C. Philpot

Vers. 6. Estoy encorvado, estoy abatido en gran manera, ando como enlutado todo el día. Que un hombre se vea y se sienta encadenado por la culpa, en peligro del infierno, bajo el poder de sus concupiscencias, en enemistad contra Dios, y Dios como un extraño para él; que el sentimiento de esta condición se halle en su corazón, y toda su alegría se habrá disipado.

¡Qué lamentable criatura es el hombre ante sus propios ojos! Envidia la dicha de las bestias que corren y retozan en los prados. Sabemos de uno que al ver un sapo sollozó, porque Dios le había hecho un hombre; la bondad de Dios le hacia llorar, según él la veía; pero este hombre cree que su condición es inmensamente peor que la de un sapo, y quisiera cambiarse en uno, porque el sapo no siente la culpa del pecado, no teme la ira de Dios, no está bajo las garras de la
concupiscencia; Dios no es un enemigo para el sapo; esto es lo que él siente. Giles Firmin.

Vers. 7. Mis lomos están ardiendo de fiebre. En muchas cosas nuestras evaluaciones son exageradas, pero nunca estimamos con exceso la maldad del pecado. Corrompe y condena.
Cubre el alma de manchas de plaga, como la lepra (Isaías 1:5, 6 ) William S. Plumer

Vers. 8. Estoy debilitado y molido en gran manera. El original dice «entumecido», como helado; hay contradicciones en mi mente que desvaría y en mi cuerpo enfermo; me parece que, alternativamente, parte de mi es caliente y otra fría.
Como las almas en el purgatorio de los papistas, echadas desde hornos ardientes a témpanos de hielo, así los corazones atormentados van de un extremo al otro, los dos torturantes igualmente.
Del calor del temor, al escalofrío del horror; del deseo ardiente, a una insensibilidad horrible; estos estados sucesivos del que se halla bajo convicción de pecado le llevan a la puerta de la muerte. C. H. S.
Gimo, etc. Es difícil que el penitente verdadero, en la amargura de su alma, repase la vida que ha arrastrado en su pecaminosidad sin gemir y suspirar desde el fondo de su corazón. Pero ¡dichosos
son estos gemidos, dichosos estos suspiros y sollozos, puesto que fluyen de la influencia de la gracia y del aliento del Espíritu Santo, el cual, en forma inefable, gime dentro de nosotros y con
nosotros, y forma estos gemidos en nuestros corazones por medio de la penitencia y del amor! Jean Baptiste Elias Avrillon

Vers. 9. Mi suspiro no te es oculto. Las lágrimas secretas para los pecados secretos son una señal excelente de un corazón santo y de un bálsamo curativo para los espíritus quebrantados. Samuel Lee

Vers. 11. Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi llaga. Es muy duro, porque los que deberían acudir primero para ayudarnos son los primeros en abandonarnos. En tiempos de
tribulación profunda del alma, incluso los amigos más íntimos no pueden entrar en el caso del que sufre. Pueden estar ansiosos acerca de él, pero no pueden vendar las heridas de una conciencia dolorida y tierna. ¡Oh, qué soledad la de un alma que pasa por el poder del Espíritu Santo que la redarguye de pecado! C. H. S.
La prueba del afecto se ve en los hechos. Oigo el nombre de parientes y amigos, pero no veo los hechos. A Ti acudo, pues, cuya Palabra son hechos; porque necesito tu ayuda. Del latín de A.
Rivetus

Vers. 13. Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; y soy como mudo que no abre la boca. ¡Oh!, qué felices podríamos ser si siempre pudiéramos hacer lo que sabemos que es mejor hacer y si nuestras voluntades estuvieran dispuestas a obrar tal como puede actuar nuestra razón; entonces evitaríamos muchas rocas en las que tropezamos ahora; evitaríamos muchos errores en los que incurrimos. El ser sordo-mudo es ciertamente una gran incapacidad cuando estos defectos son naturales; pero cuando son voluntarios, podríamos decir artificiales, entonces más bien son ventajas, son perfecciones. Sir Richard Baker

Vers. 15. Porque en Ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío. El hombre que ha de descender a un gran pozo no se tira de cabeza en él o salta a ver qué pasa, sino que ata una cuerda a una viga atravesada en la boca, o fija de modo seguro, y va descendiendo gradualmente.
Así pues, desciende en la consideración de tu pecado colgando de Cristo, y cuando hayas ido tan abajo que ya no puedas más, pero estás dispuesto a vencer el horror y oscuridad de tu desgraciado estado, no permanezcas más tiempo ante las puertas del infierno, para que el diablo no te haga entrar de un tirón, sino asciende nuevamente por actos de fe renovados, y «huye para refugiarte en la esperanza que está puesta delante de ti» (Hebreos 6:18). Thomas Cole en Ejercicios matutinos

Vers. 16. Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí. La menor falla en un santo es infaliblemente notada; mucho antes de que sea una caída el enemigo ya empieza a abochornar; el menor desliz del pie hace ladrar a todos los perros del infierno. ¡Qué cuidadosos hemos de ser y qué insistentes en la oración para obtener gracia sustentadora! No queremos, como Sansón ciego, ser burla de nuestros enemigos; de modo que estemos alerta y vigilemos a la traidora Dalila del pecado, por cuyos medios puede que nos saquen los ojos. C. H. S.

Vers. 17. Porque yo estoy a punto de caer. De mostrar mi debilidad en mis pruebas y aflicciones, como Jacob cojeaba después de su lucha con el ángel (Génesis 32:31). En griego, «estoy listo para los azotes», esto es, para sufrir corrección y castigo por mis pecados; y en caldeo, para la «calamidad». Henry Ainsworth

Vers. 18. Por tanto, confieso mi maldad. Cuando la pena lleva a un reconocimiento sincero y apenado del pecado, es una pena bienaventurada, algo que tenemos que agradecer a Dios de corazón.
Y me contrista mi pecado. El sentir dolor por el pecado no es expiación para el mismo, pero es el espíritu adecuado con que acudir a Jesús, que es la reconciliación y el Salvador. Cuando el hombre se halla finalmente delante de sus pecados, está cerca del fin de sus tribulaciones.

Vers. 19. Porque mis enemigos son activos y poderosos. Por débil y desfalleciente que se encuentre el justo, los males que se le oponen son verdaderamente activos. Ni el mundo, ni la carne, ni el demonio se sienten conmovidos por la debilidad que le aqueja; este terceto de maldad labora con implacable energía para derrocarnos.
Si el diablo estuviera enfermo o nuestros deseos carnales fueran débiles, podríamos aflojar en la oración; pero teniendo enemigos tan activos y vigorosos, no podemos cesar en nuestro clamor a Dios.

Vers. 20. Me son contrarios, por seguir yo lo bueno. Si los hombres nos aborrecen por esta razón, nosotros hemos de regocijarnos de ello; su ira es un homenaje inconsciente que el vicio rinde a la
virtud. Este versículo no es incompatible con la previa confesión del escritor; podemos sentirnos igualmente culpables delante de Dios y, pese a ello, ser enteramente inocentes de mal alguno hacia nuestros prójimos. Una cosa es el reconocimiento de la verdad, y otra el someterse a ser calumniado. El Señor me hiere justamente, y, con todo, yo puedo decir a mi vecino: «¿Por qué me hieres?» C. H. S.

lunes, 20 de febrero de 2012

Mensaje en Audio: Prosigo la meta

Dios nunca se equivoca


Un rey que no creía en la bondad de DIOS. Tenía un siervo que en todas las situaciones le decía: Mi rey, no desanime porque todo lo que Dios hace es perfecto, Él no se equivoca!

Un día ellos salieron para cazar y una fiera atacó al rey. Su siervo consiguió matar al animal, mas no pudo evitar que el rey perdiese un dedo de la mano.

Furioso y sin mostrar gratitud por haber sido salvado, el Rey dijo: Dios es bueno? Si Él fuese bueno yo no habría sido atacado y perdido mi dedo.

El siervo apenas respondió: Mi Rey, a pesar de todas esas cosas, sólo puedo decirle que Dios es bueno; y él sabe el por qué de todas las cosas
Lo que Dios hace es perfecto. Él nunca se equivoca! Indignado con la respuesta, el rey mandó a apresar a su siervo.

Tiempos después, salió para otra cacería y fue capturado por salvajes que hacían sacrificios humanos.

En el altar, listos para sacrificar al rey, los salvajes percibieron que la víctima no tenía uno de los dedos y lo soltaron: él no era perfecto para ser ofrecido a los dioses.

Al volver para el palacio, mandó a soltar a su siervo y lo recibió muy afectuosamente. Mi siervo, Dios fue realmente bueno conmigo! Escapé de ser sacrificado por los salvajes , justamente por no tener un dedo! Mas tengo una duda: Si Dios es tan bueno, por qué permitió que tu, que tanto lo defiendes, fueses preso?

Mi rey, si yo hubiese ido con usted en esa cacería, habría sido sacrificado en su lugar, pues no me falta ningún dedo. Por eso, recuerde: todo lo que Dios hace es perfecto

Él nunca se equivoca! Muchas veces nos quejamos de la vida y de las cosas aparentemente malas que nos pasan, olvidándonos que nada es por casualidad y que todo tiene un propósito.

Todas las mañanas, ofrece tu día al Señor Jesús

Pide a Dios inspirar tus pensamientos, guiar tus actos, apaciguar tus sentimientos. Y nada temas, pues DIOS NUNCA SE EQUIVOCA!!!

Cerrar, abrir, salir y entrar


Quien se niega a los cambios se niega a la vida misma, alguien dijo “si quieres un lugar sin cambios ve a un cementerio”.

Los cambios deben ser algo normal en nuestro existir. En la medida que avanzamos en las diferentes etapas de la vida enfrentamos situaciones de salir de un estado para entrar a otro, cerrar una etapa para luego abrir otra.

Hay cuatro acciones que son las que mejor representan los cambios en nuestras vidas, cerrar, abrir, salir y entrar, en estas actividades podriamos resumir como se dan a lugar los cambios.

La primera experiencia de cambio en nuestra existencia la tenemos en nuestro nacimiento, salimos del útero de nuestra madre y entramos al mundo, luego salimos de la infancia y entramos en a la adolescencia y así sucesivamente, cerramos etapas y abrimos otras nuevas.

Desde el comienzo de nuestras vidas como cristianos estamos llamados al cambio. El arrepentimiento es el primero de ellos, metanoia en griego se traduce como arrepentimiento y significa cambio de manera de pensar. La palabra evangelio quiere decir buenas noticias, esto representa que cuando nosotros recibimos el mensaje del evangelio hemos aceptado las “buenas noticias” que cancelaron las “malas noticias” de condenación y muerte que había sobre nosotros, llevándonos experimentar un cambio de vida.

Ahora bien es preciso que sepamos qué, como cerremos una etapa determinará como comencemos la próxima.

La manera en que cerremos lo viejo marcará positiva o negativamente lo nuevo, porque lo que traemos de lo anterior se verá reflejado en lo nuevo, si salimos con el alma herida, a menos que sea sanado, entraremos a lo nuevo con las mismas heridas. Si salimos con amargura, rencor, discordia, falta de perdón, derrota, eso afectará lo nuevo.

No se trata de tapar el agujero que dejo un clavo con otro clavo, así no funciona, eso solo nos hace acumular dolor en nuestro corazón.

Es por eso que solo hay una manera efectiva de cerrar y abrir, de salir y entrar, en sanidad y liberación, es a través de Cristo. Solo por medio de nuestro Señor podemos cerrar un capítulo de nuestra vida sin que este sea reabierto a causa de las heridas que aún no están sanadas.

¿Qué situación en tu vida necesitas cerrar hoy?, una relación amorosa, la pérdida de una posición dentro del ministerio, un empleo, la decepción de un amigo.

Jesús es el único que “…cierra y ninguno abre, el que abre y ninguno cierra” (Apocalipsis 3:7), solo Él puede cerrar esa etapa de tu vida de forma definitiva y que nadie la pueda volver abrir, ni si quiera tu mismo. Y solo Él puede abrir lo nuevo en tu ser, en sanidad sin que nadie lo pueda cerrar.

Hoy es el día para cerrar y abrir, en el nombre de Jesús.

domingo, 19 de febrero de 2012

Usos y costumbres en los tiempos biblicos: Disposición Oriental para Agasajar un Huésped


DISGUSTA COMER SOLO
Es una parte de la etiqueta oriental el querer compartir con otros la hospitalidad.
Después que una comida ha sido preparada, se ha oído a un árabe llamar tres veces, desde una parte alta, invitando a los hombres a venir a participar de una comida. Los hombres del desierto no gustan de comer sus comidas solos. Así sentía el patriarca Job en su tiempo: "Y si comí mi bocado solo, y no comió de él el huérfano" (Job 31:17).
Huéspedes que se creyó enviados por Dios. Los orientales creen que la persona que
viene a su casa es enviada por Dios. Así su hospitalidad se transforma en una obligación sagrada. Cuando alguna de estas personas agasajó a occidentales, estaba tan feliz que lloraba lágrimas de contento porque "El cielo le había enviado tales huéspedes". Cuando Abrahán agasajó a tres extranjeros que eran ángeles, él mostró la misma actitud. Su entusiasmo al recibir sus huéspedes indicaba su creencia, que aquellos a quienes iba a agasajar le habían sido enviados por cl Señor. Se dice que "corrió a su en encuentro” que se apresuró al pabellón de Sara para ordenarle hiciera el alimento pronto; y que “corrió al rebaño", y "tornó un becerro", y se apresuró a aderezarlo (Gcn. 18:2-7).

CLASES DE HUESPEDES
Amigos como huéspedes. Un amigo es siempre bien recibido y goza de hospitalidad en
oriente. Los romanos del tiempo del Nuevo Testamento tenían una señal de hospitalidad entre sus amigos, que consistía en una teja de madera, o piedra, que se dividía por mitad. Cada uno escribía su nombre en uno de tus pedazos, luego los cambiaban entre sí. Con frecuencia éstos eran guardados y entregados de padres a hijos. El presentar una de las partes de la teja garantizaba la hospitalidad de un amigo sincero. Sin duda alguna, el libro de Apocalipsis se refiere a esta costumbre como una de las promesas a los vencedores: "Y le daré una piedrecita blanca en la piedrecita un nombre nuevo escrito’’ (Apoc. 2:17).
Extranjeros como huéspedes. Hay en Oriente un proverbio que dice: "Los árabes beduinos, actuales. como Abraham, se sentarán a la entrada de su tienda para estar a la expectativa de huéspedes extranjeros” (Gen. 18:1). El Apóstol bajo inspiración, mandó referente a la hospitalidad de este tipo de huéspedes: "No olvidéis la hospitalidad, porque por esto algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” (Heb. 13:2). Y cuando Pablo exhortó a los creyentes romanos a "ser hospitalarios” (Rom. 12:13), se refería a la misma cosa, porque la palabra griega que utilizó por hospitalidad, filoxenía quiere decir “amor hacia los extranjeros”.
Véase también "Hospedar Compañeros-Creyentes en los tiempos del Nuevo Testamento”.
(Cap. 13).
Un rasgo característico de la hospitalidad oriental es que algunas veces se recibe a un enemigo como huésped, y mientras él permanezca en esa relación, está perfectamente seguro y es tratado como un amigo. Hay algunas tribus orientales de los moradores en tiendas que tienen por regla que un enemigo que ha "una vez demostrado o tocado una soga de una sencilla tienda, está a salvo".

PREPARATIVOS HECHOS PARA HUESPEDES
Entre moradores de tiendas. Si un huésped es acogido por una persona que vive en tienda, no habrá lugar separado para él, ni esperará que lo haya. La primera sección de la tienda dentro de la morada es por lo general cl cuarto del huésped que le servirá como comedor y recámara. Los hombres comen con los huéspedes en su ienda, donde Abraham agasajó a sus ángeles huéspedes, cuando Sara en el departamento de mujeres adjunto, oyó lo que platicaban. (Gen. 18:1-10).
En las aldeas y ciudades. Si en una aldea no se encuentran cuartos de huéspedes en
comunidad, el huésped es hospedado en una de las casas y como la mayoría de ellas sólo tiene un cuarto sencillo. Ese cuarto le servirá de cuarto de recepción, comedor y recámara.
Este mismo cuarto hará las veces de apartamento de recepción de la tienda.
En muchas aldeas y ciudades, se provee una cámara pública para huéspedes. El alimento para los hospedados allí, se proporciona por las familias que proveen el cuarto.
Algunas veces se alquila un sirviente para que cuide del cuarto. El alojamiento de una persona puede ser un cuarto superior, o en cl verano la sombra de algún árbol grande puede servir como tal. Este cuarto es el lugar de reunión social para los hombres de la aldea. Al elemento femenino no se le permite ir a estas cámaras que sólo son para los huéspedes.
Así que si un hombre lleva a su familia de viaje, no va a estos lugares públicos de
recepción, sino que espera hasta que alguien le invita a su casa. En el libro de los Jueces se cuenta de un levita que viajaba con su concubina y un sirviente, y cómo fue huésped de un anciano (Jue. 19:15-21). Como muchas familias duermen en los terrados en el verano, a los huéspedes frecuentemente se les da ese lugar para pasar la noche. Saúl fue hospedado una noche en él terrado y por la mañana temprano Samuel le llamó (1 Sam. 9:26).
En las ciudades o donde hay casas de más de un cuarto, construidas en derredor del
patio, el cuarto de huéspedes comúnmente es el último del cortijo. Por regla general este cuarto es más abierto que los otros cuartos familiares. Este correspondería al diván levantado en algunas casas de un cuarto, que sirve como lugar de honor para los huéspedes. En las casas grandes, se provee un buen cuarto bien amueblado cerca de la puerta, para que el huésped no moleste a la familia. Si hay algún cuarto superior, algún huésped, distinguido es alojado en él.
Al hombre de Dios se le proveyó un cuarto semejante como lugar de retiro (2 Reyes 4:10).

COSTUMBRES CUANDO UN HUÉSPED ENTRA EN LA CASA
Reverencia. Cuando en un hogar oriental se recibe un huésped, la reverencia entre huésped y dueño de la casa se manifiesta. Entre los orientales esta reverencia se sujetará sólo a un movimiento de cabeza, pero en Oriente, hay una costumbre más expresiva de saludarse con la cabeza erecta y el cuerpo un poco inclinado hacia delante, levantando la mano al corazón, la boca y la frente. El significado simbólico de esta acción es para decir algo semejante a esto: "Mi corazón, mi voz y mi cerebro están a vuestra disposición".
Pero aquellos que usan esta costumbre muchas veces entran en una reverencia más
completa. No esperan hacerlo sólo a gente de la realeza, sino que cuando quieren expresar gratitud por un favor, y en estas ocasiones en que se encuentran, con frecuencia caen de rodillas, inclinando luego el cuerpo hasta tocar la tierra con su cabeza, y besando la parte baja de la vestidura de la otra persona, o sus pies, y aun el polvo de sus pies. A los que no que no conocen esta costumbre, les parecería que la persona estuviera adorando a otra como se adora a Dios; pero por lo regular esa clase de adoración no se implica en la acción. Se dice que Cornelio adoró a Pedro: "Y como Pedro entró, salió Cornelio a recibirle; y derribándose a sus pies, adoró" (Hech. 10:25). Por supuesto, Pedro rehusó, porque podía ser una adoración
divina. Refiriéndose a los enemigos de la iglesia de Filadelfia, encontramos en el Apocalipsis estas palabras del Señor: "He aquí, yo doy de la sinagoga de Satanás... Yo los constreñiré a que vengan y adoren delante de tus pies” (Apoc. 3:9). Los revisores tienen una nota al margen que explica la palabra adoración’’ en ambos textos: "La palabra griega denota acción de reverencia, ya sea a una criatura o al Creador" Hay muchos ejemplos en la Biblia de esta costumbre oriental de reverencia en varios grados de intensidad (cf. Gen. 18:2, 3; 23:7, 12; Mat. 18 :26; Apoc. 19:10) ..

Salutaciones. Cuando un árabe entra a la casa o a la tienda de un beduino, las salutaciones son como ésta: el amo de la posada dirá: “Salam Alakum”, que quiere decir "Paz sea contigo". El huésped responderá con las palabras: "Wa alakim es-salam", que quiere decir "Paz sobre ti''. Sabiendo que estas costumbres árabes datan de siglos atrás, qué significativas son entonces las instrucciones de Jesús a sus discípulos, que serían alojados en ciertos hogares. En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea a esta casa, si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, esta, volverá a vosotros’’(Luc. 10:5. 6).
Besos. Los huéspedes de los hogares de la Tierra Santa, esperan ser besados al entrar.
Cuando Cristo fue invitado por un fariseo, El comentó en esa recepción diciendo: "No me diste beso" (Luc. 7:45). La diferencia entre la forma oriental y la occidental de saludarse, la explica una persona que vivió muchos años en Palestina. "Aquí los hombres se saludan al encontrarse, pero en Palestina en vez de hacer así, ponen su mano derecha sobre el hombro izquierdo del amigo y le besan la mejilla derecha, después, hacen lo contrario: ponen la mano izquierda sobre su hombro derecho, le besan en la mejilla izquierda. En nuestro país los hombres nunca se besan en la cara; allí puede verse constantemente, pero ved cómo la práctica ilustra las
numerosas alusiones de la Biblia, costumbres que no existen para los occidentales. Una vez que uno se hace a la idea de que sus besos corresponden a nuestro sincero apretón de manos entre amigos e iguales socialmente, ¡cómo se aclara esa costumbre que antes estaba velada!"
Los ejemplos bíblicos del beso entre los hombres pueden multiplicarse. Jacob besó a su padre (Gen. 27:27). Esaú besó a Jacob (Gen. 33:4). José besó a sus hermanos (Gen. 45:15).
Jacob besó a los hijos de José (Gen. 48:10). Aarón besó a Moisés (Ex. 4:27). Moisés besó a Jetro (Ex. 18:7). David y Jonatán se besaron (1 5am. 20:41). El padre besó al hijo Pródigo (Luc.15:20). Los ancianos de Mileto besaron a Pablo (Hech. 20:37). Y aun en los tiempos modernos esta costumbre se practica mucho en Oriente.

Quitarse el calzado. Al entrar a una casa como huésped, éste debe hacer como todos los orientales, quitarse sus zapatos, botas o sandalias antes de entrar a su cuarto. Esto es necesario, ya que ellos se sientan en una estera, alfombra o diván, colocando los pies debajo, y el calzado estropearía el diván o los lienzos, y haría un asiento muy molesto. La idea de contaminación del calzado los llevó a la costumbre de quitárselo antes de entrar a los lugares sagrados. Así en la Zarza ardiendo, el Señor dijo a Moisés: "quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es" (Ex. 3:5).

Lavado de los pies. Después de la reverencia, el saludo y el beso al huésped oriental se le ofrece agua para lavar sus pies. Si se usan sandalias, necesariamente se necesita lavar los pies, pero con frecuencia se hace también con los que usan calzado. Un sirviente ayudará al huésped poniéndole el agua sobre sus pies y sobre una Jofaina de cobre, frotando los pies con las manos y secándolos con una toalla. Cuando el Señor y sus discípulos estuvieron juntos, el Salvador tomó el lugar del sirviente, lavando los pies a los discípulos, lo que ellos mismos habían desdeñado hacer por considerarla una tarea humillante. Juan nos dice: "Levántase de
la cena, quitase su ropa, y tomando una toalla, ciñóse. Luego puso agua en un librillo y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido” (Jn. 13:4, 5). Pablo dio como recomendación de una viuda: "si ha lavado los pies de los santos"
(1 Tim. 5:10). Esta costumbre también era común en los días del Antiguo Testamento (Gen.18:4; 19:2; 23:32; 1 5am. 25:41, etc.).

Ungiendo la cabeza con aceite. Esta costumbre de ungir a los huéspedes con aceite es muy antigua entre las naciones orientales. Sólo se usaba aceite de oliva, algunas veces mezclado con especies. Simón el fariseo fue: acusado de falta de hospitalidad porque no ungió a Jesús (Luc. 7:46). Esto nos indica que la costumbre era muy común en los días de los relatos evangélicos. David inmortalizó la costumbre al escribir el Salmo del pastor y exclamó "Ungiste mi cabeza con aceite" (Sal.23:5). En tiempos recientes los viajeros de Oriente han descubierto que la práctica de ungir, aún existe en algunos lugares.

CUIDANDO A UN HUESPED DESPUES DE ENTRAR
Al huésped se le da un vaso con agua. Una de las primeras cosas que se ofrece a un huésped que ha sido recibido, es un vaso de agua. El hacer esto es reconocerlo como merecedor de una pacífica recepción. Así el ofrecer agua de beber es la manera más sencilla de trabar amistad con una persona. Cuando Eliezer, el siervo de Abrahán buscaba una bienvenida, él lo hacía pidiendo a la doncella que vino al pozo a sacar agua (Gen. 24:17, 18).
"Ruégote que me des a beber un poco de agua de tu cántaro". Y ella respondió "Bebe, Señor mío". Está era la indicación de que era bienvenido como huésped en su hogar cercano. Con esta indicación unida al agua ofrecida, la promesa de Jesús adquiere un nuevo significado (Marc. 9:41), "Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, e cierto os digo que no perderá su recompensa".
Se sirve comida al huésped. En el Oriente, es un acto muy especial de hospitalidad, el compartir el pan. Quiere decir mucho más que lo que significa para los occidentales. Es la manera de hacer un pacto de paz y fidelidad. Cuando Abimelec deseaba un pacto permanente con Isaac, la confirmación de ese pacto llegó cuando Isaac "les hizo banquete y comieron y bebieron" (Gen. 26:30).
La expresión "pan y sal" es considerada por un oriental como sagrada se dice: hay pan
y sal entre nosotros, es como si dijésemos “estamos unidos por un pacto solemne". Un
enemigo no “probará la sal” de su adversario a menos que esté listo para reconciliarse con él.
En Siria, en algunos distritos rurales, actualmente existe la costumbre que una persona en una misión de importancia, no comerá pan ni sal de sus hospedados, hasta que haya cumplido con dicha misión. Piensan ellos que el convenio de "pan y sal" no debe considerarse o tomarse en cuenta hasta que la actitud del hospedador sea conocida con respecto a la misión del huésped. Así el siervo de Abraham rehusó comer en la mesa de Labán hasta que hubiera dado a concocer su misión que era la de encontrar mujer para Isaac (Gen. 24:33).
El Dr. Thompson, misionero en Siria, fue en una ocasión huésped de la tienda de un jefe beduino. El jefe mojó un pedazo de pan en alguna miel de uvas y le dio al misionero a comer.
Entonces él le dijo: “Ahora somos hermanos. Hay pan y sal entre nosotros. Somos hermanos y aliados"'. Cuando los gabaonitas buscaban un pacto de amistan con Israel en los días de Josué, se dice que los israelitas “tomaron de su provisión del camino y no preguntaron a la boca de Jehová” (Jos. 9:11). Una vez que celebraron este convenio o pacto, Israel estaba obligado a guardarlo.

El huésped hecho señor de la casa. Hay por ahí un proverbio oriental que dice: "El huésped mientras esté en la casa, es su señor". Esto es cierto en el espíritu de la hospitalidad en Oriente. Una de las primeras salutaciones que los hospedadores en Palestina dan a un huésped es decirle, "Hadtha beitak”, es decir, "Esta es su casa". Esto es repetido varias veces.
Así el huésped durante su estancia, es Señor de la casa. Y cuando el huésped solicita un favor, al concedérselo su hospedador le dirá: "Ud. me honra".
Deben haber existido las mismas costumbres entre hospedados hospedador y huésped
en los días de Lot. El hospedador era considerado como siervo, y el huésped como señor. Así Lot habló de sí mismo y de sus huéspedes: "Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo" (Gen. 19:2).
El huésped no debe esperar estar a solas. Un huésped oriental se creería mal tratado si se lo dejara solo en cualquier momento. No necesita que se le dejo solo por la noche, porque duerme con su ropa puesta. El se siente contento de tener varias personas que duerman con él. Si se lo asignara lugar para dormir en un cuarto superior, entonces algunos de los hijos de la familia dormirán con él para hacerle compañía.
El se sentiría abandonado si se le tratara de la manera que se trata a los huéspedes en Occidente, de la mima manera que un occidental, se sentiría oprimido por las constantes atenciones de un hospedador oriental.

PROTECCIÓN A UN HUESPED
En tierras de Oriente, cuando una persona acepta a otra como su huésped por ese sólo
hecho el conviene que a cualquier costo defenderá a su huésped de cualquier posible enemigo durante el tiempo de su estancia con él. El Dr. Cyrus Hamlin, misionero norteamericano en Oriente, fue huésped del Gobernador. Este tomó un pedazo de carnero asado y lo dio al misionero, diciéndole, "Ahora ¿sabe usted lo que he hecho?” Y contestando a su propia pregunta, dijo: "Por medio de este acto, garantizo con cada gota de mi sangre, que mientras usted esté en territorio mío, ningún mal le sobrevendrá. Por este período de tiempo somos hermanos". El salmista se sentía absolutamente seguro, pues aun cuando tenía enemigos, sin embargo, cuando él sabía que el Señor era su hospedador, decía, "Aderezaras mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores" (Sal. 23:5).

ABUSO DE LA HOSPITALIDAD
Entre las naciones de Oriente se considera como un pecado horrible que cualquiera persona que acepta una hospitalidad se vuelva contra su hospedador ocasionándole algún mal. Este sentimiento se remonta a tiempos muy antiguos, y a él se alude con frecuencia por algunos escritos. El profeta Abdías hace referencia a este pecado en la forma siguiente: "Hasta el término te hicieron llegar todos tus aliados te han engañado tus edificios, prevalecieron contra ti los que comían tu parte, pusieron a lazo debajo ti" (Abd. 7). El salmista David habla de este terrible mal, "Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, él que de mi parte comía, alzó contra mí el calcañal" (Sal. 61:9). Y el Señor Jesús cita este mismo pasaje en los Salmos al
tener su cumplimiento en la traición de Judas, el que le entregó, quien además comió a la misma mesa que él (Jn. 13:18).

RENOVACION DE UN PACTO ROTOEntre los pueblos orientales, cuando un pacto ha sido invalidado, pueden renovarlo los que antes lo habían concertado, comiendo juntos. Jesús después de su resurrección por lo menos tres veces comió con algunos de sus discípulos, y con toda seguridad lo hizo para renovar el pacto, que había sido invalidado por la falta de lealtad a El durante los días de su pasión (cf. Luc. 24:30; 41-43; Jn. 21:12, 13). Tenemos el ejemplo de Jacob y Labán consignado en el Antiguo Testamento, cuando sus relaciones estaban resentidas. Reanudaron su amistad comiendo juntos, al mismo tiempo que hacían un juramento. (Gen. 31:53, 54).

LA PARTIDA DEL HUÉSPED
Cuando llega la hora de que el huésped deba irse, un hospedador sirio hará todo lo
posible por retrasar la partida. Le pedirá que se quede a comer una vez más, o esperar hasta la mañana para su partida. En el capítulo 19 de Jueces tenemos el mejor ejemplo en la Biblia de la costumbre de detener a un huésped. El que hospedaba dice a su huésped: "Conforta tu corazón con un bocado de pan, y después os iréis". Después de tomar la comida, le pide que se quede toda la noche, pero el huésped pensó que era tiempo de partir y lo hizo luego. Este es un procedimiento típico de Oriente (Jue. 19:5-10) .
Cuando un huésped se va, la salutación usual es la siguiente el huésped dirá: "Con
vuestro permiso". Y el que lo hospedó dirá: "Id en paz". Isaac debe haber usado tal salutación cuando Abimelec y sus hombres se fueron, después de haber sido agasajados por Isaac con una comida. Las Escrituras dicen: "y ellos se partieron de él en paz" (Gen. 26:31).
Cuando el que hospeda quiere hacer un honor especial a su huésped que se va, irá con
él alguna distancia fuera del pueblo. Algunas veces este paseo durará una hora, terminando luego cuando el huésped le ruega no molestarse más. Así caminó Abrahán con sus huéspedes "y Abraham iba con ellos acompañándolos" (Gen. 18:16).

Génesis 19; Comentario Bíblico de Matthew Henry


Versículos 1—29. Destrucción de Sodoma y liberación de Lot.
30—38. Pecado y desgracia de Lot.

Vv. 1—29. Lot era bueno pero no había nadie más del mismo carácter en la ciudad. Toda la gente de Sodoma era muy mala y vil. Por tanto, se tomó el cuidado de salvar a Lot y su familia. —Lot se demoró, actuó frívolamente. Así pues, muchos que están convictos de su estado espiritual y de la necesidad de un cambio, difieren esa obra necesaria. La salvación de los hombres más justos es de la misericordia de Dios, no por sus propios méritos. Somos salvados por gracia. El poder de Dios debe también reconocerse al sacar almas de un estado de pecado. Si Dios no hubiera sido misericordioso con nosotros, nuestra demora hubiera sido nuestra ruina. —Lot debe correr por su vida. Él no debe anhelar Sodoma. Se dan órdenes como estas a quienes, por medio de la gracia, son librados de un estado y condición de pecado. No volváis al pecado ni a Satanás. No descanséis en el yo ni en el mundo. Acudid a Cristo y al cielo, pues eso es escapar a la montaña, no debiendo deteneros antes de llegar. En cuanto a esta destrucción, obsérvese que es una revelación de la ira de Dios contra el pecado y los pecadores de todas las edades. Aprendamos de aquí lo malo de pecar y su naturaleza dañina; conduce a la ruina.

Vv. 30—38. Véase el peligro de la seguridad. Lot, que se mantuvo casto en Sodoma, que se lamentaba de la maldad del lugar, y era un testigo contra ella, cuando está solo en la montaña y, según creía, fuera de la tentación, es vencido vergonzosamente. Aquel que piensa que está alto y firme, cuídese que no caiga. Véase el peligro de la embriaguez; no solamente es un gran pecado en sí misma, sino que lleva a muchos pecados, los cuales producen heridas y deshonra perdurables. Muchos hombres cuando están ebrios hacen aquello que, cuando están sobrios, no podrían pensar sin horrorizarse. —También véase el peligro de la tentación, aun de parte de parientes y amistades, a quienes amamos y estimamos, y esperamos bondad de parte de ellos. Debemos temer una trampa, donde estemos y siempre estar en guardia. No puede haber excusas para las hijas ni para Lot. Difícilmente puede darse razón del asunto, salvo esta: el corazón es engañoso más que todas las cosas y perverso: ¿quién lo conoce? Por el silencio de las Escrituras sobre Lot de ahí en adelante, apréndase que la ebriedad, así como hacer olvidadizos a los hombres, también hace que sean olvidados.

sábado, 18 de febrero de 2012

Los fundamentos de la vida cristiana: "Arrepentimiento; Cómo hacer frente al pecado"


a) Escrituras clave
Hechos 2:38-39 Lucas 15:7-10 Ezequiel 18:30-32

b) Introducción
Para convertirse en cristiano, o hijo de Dios, el primer paso necesario es arrepentirse. Mirar el griego y hebreo originales nos da más comprensión del significado de esta palabra. La palabra griega traducida por "arrepenti¬miento" es "metanoia" la cual significa tener otra opinión, o cambiar de curso después de una mayor comprensión (Mateo 4:17; Marcos 1:15). Una de las palabras hebreas traducida como "arrepentimiento" es "shub" que significa "volver atrás"; es decir, cambiar de sentido en nuestro experimentar (1 Reyes 8:47; Ezequiel 14:6). Hoy día, la palabra "arrepentimiento" ha llegado a significar sencillamente sentir pena por lo que hemos hecho, o lamentar algo, pero como se puede ver, en términos bíblicos tiene un significado más profundo que este. Arrepentirse es el primer movimiento del discipulado.

c) ¿Cuál es el arrepentimiento verdadero?
Es un cambio de sentido completo en pensamiento y acción.

(I) Nosotros cambiamos nuestro pensamiento
Existe una nueva perspectiva de la naturaleza, horror y consecuencia del pecado. Existe un reconocimiento de que lo que somos en nosotros mismos es profundamente aborrecible a un Dios santo,

(II) Nosotros cambiamos nuestras acciones
Nos volvemos hacia Dios desde nuestra desobediencia, egoísmo y rebelión. Nos apartamos del pecado y sometemos nuestra vida a Dios y hacemos a Jesús nuestro Señor.
Es nuestra responsabilidad el arrepentimos. Todos hemos pecado y, por tanto, todos tenemos la necesidad de aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador. En la cruz Jesús pagó el precio de nuestro pecado y nos llevó de nuevo a una relación con Dios, pero nosotros tenemos que arrepentimos de nuestros pecados y luego vivir con Jesús como nuestro Señor. Dios no puede hacer nada más, el resto es asunto nuestro.

d) Tres elementos importantes en el arrepentimiento

(I) E1 arrepentimiento es cognoscitivo
Esto significa muy sencillamente que hay algo que tiene que ser comprendido. El arrepentimiento envuelve el reconocimiento de nuestro pecado y su horror a los ojos de un Dios santo. Dios quiere que veamos nuestro pecado y que lo comparemos con su santidad. Dios quiere que veamos dónde estamos ante El. Quiere que le entreguemos nuestra vida en sus manos y que dejemos al Espíritu Santo mostrarnos estas cosas, en especial mientras leemos la Palabra de Dios.

(II) El arrepentimiento es emocional
Si verdaderamente reconocemos nuestro estado ante Dios tendremos una poderosa reacción emocional (Isaías 6:5). Envolverá un sentido profundo de ofensa y lamentación (Salmos 51:9). Sentiremos el peso de todo lo malo en nuestra vida. Este sentimiento puede ser verdaderamente quitado sólo cuando lleguemos al punto de recibir perdón de Dios (2 Corintios 7:9-10). La tristeza que es, según Dios, parte de la manera en que el Espíritu Santo nos lleva al punto donde recibiremos la Palabra de Dios para nuestra vida.

(III) El arrepentimiento es por voluntad propia
Esto es, envuelve la voluntad. El arrepentimiento es un cambio de opinión, de corazón y de propósito; definitivamente, toda la dirección de la vida de uno. Es conversión. Es un "cambio de sentido" y el principio de una nueva vida bajo el poder de Dios. La iniciativa de este acto de arrepentimiento se encuentra en Dios, en que El nos muestra nuestra necesidad y nuestro estado ante El, pero nosotros debemos actuar sobre esta relación (Romanos 2:4). ¡La elección es nuestra!

e) El poder del perdón
El arrepentimiento no se encuentra solo, el perdón es su gemelo espiritual. Después de haber experimentado nuestro pobre estado en la presencia santa de Dios, necesitamos experimentar la grandeza del amor y misericordia de Dios. Dios nos dio a su Hijo unigénito para que tuviéramos perdón. Le costó mucho, pero esto es cuanto nos ama (1 Juan 1:7-9). Existe sólo una manera para deshacernos de nuestro pecado y eso es por la boca, es decir, confesarlo. Dios nos perdonará si nosotros, a la vez, tomamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Cuando lo hacemos Dios se olvida de que hemos pecado. El borra aquel pecado de su memoria. Ya no necesitamos sentirnos condenados o culpables, porque Dios nos ha aceptado.
¿ O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
. (Romanos 2:4)

f) Preguntas y puntos de discusión
1. ¿Podemos arrepentimos de verdad si no sabemos realmente cómo Dios nos ve a nosotros, nuestra vida y acciones?
2. ¿Por qué no es suficiente sólo sentir pena por nuestros pecados?
3. ¿Será la vida aburrida y sosa al arrepentimos, si aparentemente tenemos que renunciar a tanto?
4. En términos prácticos, ¿qué involucrará el arrepentimiento verdadero en nuestra vida diaria?
5. Cuando seguimos el camino de Dios en vez del nuestro, ¿qué regirá nuestro corazón? (Coloseases 3:15-17).

g)Resumen y aplicación
1. A lo que nos entregamos y lo que damos de alimento a nuestra mente, acabará siendo lo más importante para nosotros.
2. Necesitamos arrepentimos y darle la espalda a nuestras costumbres pecaminosas y egoístas, y volvernos a Dios y seguir su camino. El nos ama, nos conoce y sólo quiere lo mejor para nosotros.
3. Necesitamos destronar el yo en nuestra vida y ofrecemos a Dios para ser de su propiedad. Dejar que Jesús sea nuestro Señor.

martes, 7 de febrero de 2012

Mensaje en Audio: "¿Porque es necesario el gozo en el creyente?"

Bosquejo Dominical 
Tema: El gozo 

Titulo: ¿Porque es necesario el gozo en el creyente? 

Texto: Nehemías 8.10 G “… no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.”

Introducción: Gozo es un término que procede del vocablo latino gaudium y que hace referencia a la alegría del ánimo o al sentimiento de complacencia al poseer o recordar algo apetecible. Gozar, por lo tanto, está asociado a disfrutar y a toda acción que genere felicidad al sujeto. Por ejemplo: “Yo gozo cuando veo sonreír a mi hijo” A diferencia de la felicidad el gozo no es resultado de circunstancias externas, depende únicamente de la actividad del Espíritu Santo en la vida de una persona, así pues las circunstancias aunque adversas no influyen en la voluntad de las personas que tienen una relación profunda con Dios. 

I. ¿PORQUE ES NECESARIO? 
a. Porque es un don de Dios … 2 Crónicas 20.27 
b. Porque es un don de Cristo … Juan 15.11 
c. Por es un fruto del Espíritu Santo … Gálatas 5.22 
d. Porque da fortaleza al creyente … Nehemías 8.10 G 

II. ¿ COMO LOGRAR TENER GOZO? 
a. Escuchando y poniendo por obra la Palabras … Juan 15.11 
b. Llenándonos con la Palabra de Dios … Jeremías 15.16 
c. Agradeciendo a Dios por su obra a en nuestras vidas … Isaías 61.10 
d. Tomando el ejemplo dado por Jesús … Lucas 15.3-7 
e. Alabando y adorando a Dios, por ser NUESTRO DIOS … Salmo 95.1-7 

III. LOS CREYENTES DEBEN GOZARSE: 
a. En Dios su Salvador … Lucas 1.47 
b. En la fe depositada en los corazones … Hechos 16.34 
c. En que el nombre del cristiano esta escrito en el cielo … Lucas 10.20 
d. En nuestro galardón … Lucas 6.23 
e. En la tristeza … 2 Corintios 6.10 
f. En las tribulaciones … 2 Corintios 12.9-10 
g. En las pruebas … Santiago 1.2-3 

Conclusión: Es de suma importancia el GOZO en la vida del creyente, ya que le ayudará a sobrellevar las dificultades de la vida cotidiana y le enfocará su mirada en las cosas eternas, así que: Joel 2.23-27 “23 Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. 24 Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. 25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. 26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. 27 Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado”

Usos y costumbres bíblicas: "Cenas y Banquetes Especiales"


Ya que el menú diario de la comida oriental es y siempre ha sido sencillo, necesitamos decir algo acerca de aquellas ocasiones especiales cuando una mejor y costosa comida se tiene que servir. La Escritura abunda en relatos de estas ocasiones formales, tales como casamientos, cumpleaños, y otras ocasiones cuando huéspedes distinguidos son invitados y se sirve una comida magnífica.

INVITACIONES PARA BANQUETES
En algunas partes de Oriente la costumbre de invitaciones dobles a un agasajo se ha
observado, algún tiempo antes de verificar la fiesta, se envía una invitación; y luego, cuando se acerca la fecha, se envía un sirviente, esta vez para anunciar que todo está listo. Hay algunos ejemplos de esta costumbre en la Biblia. El rey Asuero y Amán fueron invitados por Esther a una fiesta, y cuando todo estuvo preparado los chambelanes del rey fueron a traer a Amán (Esther 5:8; 6:14). Otro ejemplo tenemos en la parábola del casamiento del hijo del rey: "El reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo bodas para su hijo, y envió sus siervos para que llamasen a los llamados a las bodas" (Mat. 22:2, 3) También parábola de la gran cena tiene esta doble invitación: "Un hombre hizo una grande cena, y convidó a muchos.
Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que está todo preparado" (Luc. 14:16, 17).

SE OBLIGA A LOS HUESPEDES A VENIR
Las palabras de Cristo, deben entenderse desde un punto vista oriental, cuando se
refiere a la parábola: "Y dijo el señor a su siervo: Ve por los caminos y por los vallados y fuérzalos a entrar para que se llene mi casa" (Luc. 14:23). Una breve y concisa invitación estilo americana y la pronta aceptación de ella se consideraría en Oriente, como poco digna. En Oriente el invitado no debe aceptar de inmediato, sino que se espera de él que rechace la invitación. Deben urgirle a que acepte, aunque él desde el principio haya pensado aceptar, debe conceder a la persona que lo invita privilegio de que "le compela a aceptar". Fue así seguramente Lidia como debe haber hecho, y Pablo y sus compañeros deben haber aceptado la invitación de su hospitalidad. "Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa,
y posad: y constriñónos” (Hech. 16:15).
Cuando uno de los fariseos invitó a Jesús a su casa a comer, el Salvador no aceptó de inmediato la invitación, aunque finalmente fue: "Y le rogó uno de los fariseos, que comiese con él" (Luc. 7:36).
Todo esto era guardar las costumbres orientales.

POR QUE LA EXCLUSION DE UNA FIESTA ERA CONSIDERADA COSA TERRIBLE
Los banquetes antiguos se celebraban por lo regular por las noches, y en habitaciones brillantemente iluminadas, y cualquiera persona a quien se excluía de la fiesta, se decía de ella "que había sido arrojada de la luz a las tinieblas de afuera" en la noche. En las enseñanzas de Jesús, tal expresión venía a ser semejante al día del juicio. "Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera" (Mat. 8:12) - "Atado de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera" (Mat. 22:13). "Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera: allí
será el lloro y el crujir de dientes" (Mat. 25:30). La expresión de "las tinieblas de afuera" toma un nuevo significado, cuando se piensa en el miedo que los orientales tienen a la oscuridad de la noche. En Oriente la lámpara se mantiene encendida toda la noche. El dormir en la oscuridad como los occidentales hacen, viene a ser una experiencia terrible para los orientales.
Por causa de este miedo a la oscuridad, cl Señor no podía haber escogido palabras más apropiadas que "las tinieblas de afuera" para representar el castigo futuro para los injustos.

POSTURA AL COMER EN LAS FIESTAS
Como ya hemos observado, en ocasiones ordinarias la gente de los tiempos bíblicos se
sentaba o se agachaba en el suelo en derredor de una mesa baja a la hora de la comida. En círculos reales o en ceremonias especiales, se proveía de asiento a los comensales algunas veces. El profeta Amós fue el primer escritor sagrado que se refirió a la costumbre de tenderse "sobre sus lechos", al comer (Amós 6:4). Para el tiempo de Cristo, ya la costumbre romana de reclinarse sobre las butacas a la hora de la cena había sido aceptada en algunos círculos judíos. A la mesa romana y los canapés combinados, se les llamó triclinios. Había tres canapés que eran colocados a los lados de un cuadro; el cuarto lado quedaba abierto, que la servidumbre pudiera entrar a atender a los comensales, posición del huésped era reclinando la parte superior del cue descansando sobre el brazo izquierdo, con la cabeza levantada, y
almohadón a la espalda, y la parte inferior del huésped tendiendo hacia afuera. La cabeza del segundo huésped quedaba opuesta pecho del primer huésped, de manera que si él deseaba hablarle secreto sólo tenía que inclinarse sobre su pecho.
Esta costumbre en la mesa del banquete, arroja luz sobre tos pasajes de los cuatro
Evangelios. En una ocasión el apóstol hizo una pregunta a Jesús cuando estaban en esta posición en cena. (Jn. 13:23-25). En la historia del Rico y Lázaro, cuando dijo: "Que murió el mendigo y fue llevado por los ángeles al de Abraham" (Luc. 16:22), sin duda que quiso implicar que él reclinaba sobre su pecho. Esto es muy claro a luz de la descripción hecha por Cristo de la fiesta celestial: "Y vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, e Isaac, y Jacob el reino de los cielos" (Mat. 8:11). También la posición de reclinarse en la mesa
indica cómo las mujeres podían venir y lavar durante la comida los pies de Jesús (Luc. 7:38).

LUGARES DE HONOR EN LA MESA
Cuando los fariseos eran invitados a un banquete, siempre codiciaban los lugares de
más alta distinción en la mesa. Jesús les condenaba por su orgullo. Refiriéndose a ellos dijo:
"Que. . . aman primeros asientos en las cenas" (Mat. 23:6). Cuando Jesús fue huésped en la comida del fariseo, dijo a los demás huéspedes una parábola, al notar cómo los fariseos buscaban los mejores lugares mesa. Aquí damos la parábola habiéndola traducido el Sr. Robertson del Evangelio de Lucas (Luc. 14:8.10). "Cuando por alguien fueres invitado a la fiesta de una boda, no te reclines en el puesto de honor, no sea que otro más honrado que tú esté por él convidado; y que el que te llamó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comenzarás con vergüenza a tomar y quedarse en el último lugar. Mas cuando fueres convidado, ve, y, reclínate en el postrer lugar, de manera que cuando viniere el que te invitó, te dirá; amigo, sube más arriba. Entonces tendrás honra delante de todos los que fueron convidados contigo".
En muchos hogares de nativos, un cuarto tiene el piso más alto, siendo en este cuarto donde a los invitados de honor se les asignan lugares, y a los menos honrados en el piso de más bajo nivel. El lugar de honor especial sería a la derecha del patrón, y el siguiente que le sigue en categoría será el de su izquierda. Santiago y Juan solicitaron esos lugares en el reino de Cristo (Marc. 10:35-37). Pero Jesús aconseja a los huéspedes tomar el último lugar. ¿Dónde quedaba colocado ese lugar? Era en el piso de nivel bajo y muy cerca de la puerta. El huésped que tomaba ese lugar humilde, podía ser invitado por el dueño de la casa a tomar un mejor lugar y
lejos de la Puerta.

ALIMENTO Y AGASAJO EN LOS BANQUETES
El profeta Amós, no obstante haber denunciado la glotonería a excesos pecaminosos,
nos ha dado la descripción de la comida, bebida y otras costumbres orientales en los
banquetes. Así lo describe él: "Duermen en camas de marfil. . . y comen los corderos del rebaño, y los becerros de en medio del engordadero; gorjean al de la flauta e inventan instrumentos músicos, como David; beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos" ( 6:4-6).
En la carne que se come en estas cenas, se incluyen los mejores corderos del rebaño y los becerros engordados. El vino en las fiestas se consideraba como algo de lo más importante.
El tocar en instrumentos de cuerda era otra actividad, y los huéspedes evidentemente
competían unos con otros al ungirse los cuerpos con los mejores ungüentos.
El baile era otra parte del entretenimiento en aquellas fiestas. Cuando el Hijo Pródigo volvió al hogar, su padre hizo fiesta, y música y baile (Luc. 15:24, 25). El baile era una diversión de las mujeres hebreas y las señoritas, especialmente cuando estaban contentas. Los hombres también participaban, como cuando danzó al traer el arca a Jerusalén (2 Sam. 6:14). Pero con frecuencia era actividad del sexo femenino (cf. Jer. 31:4). No hay ninguna referencia en la Escritura que los judíos bailaran con mujeres, como es ahora la costumbre en Occidente.
Tampoco algo que indique que hubiese bailes públicos de mujeres, hay en algunos lugares de Oriente en la actualidad. El baile de la hija de Herodías (Mat. 14:6), delante de los hombres en un banquete sensual, fue la clase de baile introducido entre los judíos la influencia corrompida de los griegos.

MOJAR EN EL PLATO Y DAR LA SOPA
Debemos guardar en la mente la costumbre del comer oriental para poder entender el
significado de las palabras y hechos de Jesús con relación a Judas Iscariote durante la Ultima Cena. En la narración de Marcos se lee: "Díseles Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar. Entonces ellos comenzaron a entristecerse y a decirle cada uno de por sí: ¿Seré yo? y otro, ¿Seré yo? Y él respondiendo les dijo: Es uno de los doce que moja conmigo en el plato" (Marc. 14:18-20).
Algunas personas piensan que Judas estaba en posición de mojar al mismo tiempo con
Jesús en el plato, y que por eso fue señalado como cl traidor. Pero esto difícilmente pudo ser, ya que los otros discípulos no descubrieron quién era el traidor por las palabras de Jesús. Ya que todos habían estado comiendo del mismo plato grande, las palabras de Jesús "el que moja conmigo en el plato" no identificaba a ninguno de ellos; todos ellos al igual que Jesús, habían estado mojando la sopa en el plato con él. Jesús sólo les informaba que uno dc ellos que comía con El vendría a ser el traidor.
Cristo, al dar la sopa a Judas, lo hacía con cierta costumbre oriental que aún se observa en los tiempos modernos. Juan reporta el hecho en la forma siguiente: "El entonces recostándose sobre el pecho de Jesús, dísele: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús Aquel es, a quien yo diere el pan mojado. Y mojando el pan, diólo a Judas Iscariote" (Jo. 13:25, 26).
¿Qué se da a entender por "la sopa"? Es la migaja más sabrosa del pan que se sirve en una fiesta. Puede servirse en la "cuchara de pan", pero más frecuentemente lo toma él del plato con su pulgar y otro dedo, dándole directamente a uno de los huéspedes.
Pero ¿por qué se da la sopa a uno de los huéspedes? Un nativo residente en las tierras bíblicas dice que ciertos pueblos allá tienen la costumbre de dar la sopa en la actualidad, y describe el acto de manera siguiente:
“Para ellos es una muestra de especial respeto que el dueño de fiesta dé a los huéspedes algunas porciones de lo que tiene delante o insiste en poner bocados o sopas en sus bocas con su propia mano. Esto lo han hecho conmigo en varias ocasiones, cuando ciertamente intención era honrar y manifestar buena voluntad".
El significado de lo que Cristo hizo entonces era ciertamente tender su mano y amistad al mismo que iba a traicionarlo. El se ha descrito como si Cristo dijera al traidor:
"Judas, mi discípulo, te tengo piedad infinita. Tú has probado falso, tú has desertado de mi corazón; pero no te trataré como enemigo, porque no he venido a destruir, sino a cumplir. Aquí está mi sopa de amistad, y lo que haces, hazlo pronto".

Tesoros de David: Salmo 37 Charles Spurgeon


Tema: El gran enigma de la prosperidad de los malos y la aflicción de los justos, que ha dejado perplejos a tantos, es tratado aquí a la luz del futuro; la inquietud y lamentos son prohibidos de modo expreso.
Es un Salmo en que el Señor acalla con dulzura las quejas demasiado comunes de su pueblo y calma su mente en cuanto a sus tratos presentes con sus propios escogidos, un rebaño rodeado de lobos. Contiene ocho grandes preceptos, está ilustrado dos veces con afirmaciones autobiográficas, y abunda en contrastes notables. C. H. S.
Este Salmo puede muy bien titularse «El cordial del hombre bueno en los tiempos malos; un remedio soberano en la plaga del descontento, o un antídoto escogido contra el veneno de la impaciencia». Nathanael Hardy en un sermón de un entierro

Vers. 1. No te impacientes a causa de los malvados. El impacientarse es preocuparse, afligirse, sufrir indignación. La naturaleza es capaz de encender un fuego de celos cuando ve a los que quebrantan la ley cabalgando arrogantes, en tanto que los rectos se arrastran en el fango. Parece difícil, al juicio natural, que la carne más exquisita tenga que ir a los perros, mientras que los hijos amados carecen de ella y sufren por su falta.
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. ¿Quién envidia al buey engordado, y con las cintas y guirnaldas que lo decoran, cuando es llevado al matadero? Pues bien, el caso presenta un paralelismo, porque el rico impío no es más que un animal engordado para el matadero. C. H. S.
La reina Elizabeth envidiaba a la lechera cuando ella se hallaba en la cárcel; pero si hubiera conocido qué reino tan glorioso le esperaba después, durante cuarenta y cuatro años, no la habría envidiado. Y el hombre piadoso, aunque se halle en la miseria, no tiene por qué envidiar al inicuo en el fulgor de su prosperidad y bienestar, considerando que él tiene a mano lo que tiene en esperanza. John Trapp
¿De qué les aprovecha la prosperidad? No hace más que apresurarles a su ruina, no a su recompensa. El buey que ara vive más que el que pace; el que le pongan en buenos pastos apresura su matanza; y cuando Dios pone a los inicuos en pastos lozanos, en lugares de honor y poder, esto sólo acelera su ruina. Ludovuco De Carbonte, citado por John Spencer

Vers. 2. Y como el césped verde se secarán. ¡Qué completo es el fin del hombre que se gloría sin término! ¿Vale la pena desgastarnos en la ansiedad sobre el insecto de una hora, algo efímero que muere el mismo día que nace? Dentro de los creyentes hay una semilla viva e incorruptible, que vive y permanece para siempre; ¿por qué hemos de envidiar la mera carne, y la gloria de ella, que no es sino hierba, y flor de hierba?

Vers. 4. Pon asimismo tu delicia en Jehová. En cierto sentido, imita al malvado: él se deleita en su porción; tú atiende a la tuya y, lejos de envidiarle, vas a tener compasión de ellos. No hay lugar para la ansiedad o el afán si recordamos que Dios es nuestro. C. H. S.

Y considera que tu condición en la tierra es tal que te expones a muchos sufrimientos y penalidades que, al no deleitarte en El, nunca puedes estar seguro de poder evitar (porque son comunes a todos los hombres), pero que al deleitarte en El puedes soportar fácilmente.
Además de todo esto, considera seriamente que has de morir. No puedes alterar este hecho de ninguna manera. ¡Qué fácilmente tolerable y placentero será, pues, el pensar que vas a Aquel con quien has vivido ya antes en comunión deleitosa! Y ¡qué terrible el aparecer delante de Aquel con quien te has portado como un extraño y sin mostrarle afecto (a pesar de todos sus requerimientos y solicitudes), según te acusa tu propio corazón! John Howe en Tratado del deleite con Dios.

Vers. 5. Encomienda a Jehová tu camino es traducido en la Vulgata como «Revela viam
Domino»: «revela tu camino»; y san Ambrosio entendía: el revelar nuestros pecados a Dios.
Verdaderamente, es imposible cubrir nuestros pecados, así que ¿por qué no revelárselos? No escondas lo que Dios ya conoce y quiere que le des a conocer. Es un mal oficio el ser secretario del diablo. Interrumpe tus tratos con Satanás revelando tus secretos y tus pecados a Dios. Nathanael Hardy
Y confía en El; y El actuará. El labrador ara, grada y siembra, y luego deja la cosecha a Dios.
¿Qué más puede hacer? No puede cubrir los cielos de nubes, u ordenar lluvia, o hacer salir el sol, o hacer descender rocío. Lo deja todo en las manos de Dios; y esto es para todos la verdadera sabiduría: el confiar obedientemente en Dios, y dejar los resultados en sus manos y esperar su bendición.

Vers. 6. Exhibirá tu justicia como la luz. Cuanto más nos angustiamos en este caso, peor para nosotros. Nuestra fuerza consiste en estar quietos. El, Señor va a dejar en claro al calumniado. Si procuramos su honor, El cuidará del nuestro. Es maravilloso ver, cuando la fe aprende a resistir la calumnia con calma, que la suciedad no la contamina, sino que cae como bolas de nieve sobre un muro de granito. C. H. S.

Vers. 7. Guarda silencio ante Jehová. Y éste es un precepto muy duro para el hombre, hasta el punto que el precepto de acción más difícil es como nada cuando lo comparamos con este mandamiento a la inacción. Jerónimo
La palabra hebrea traducida como «silencio» es dom, probable raíz de «mudo» en algunas lenguas. El silencio que se nos manda aquí se opone al murmurar y quejarse. James Anderson en Comentario a Calvino

Vers. 8. Deja la ira, y depón el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo. Uno puede hacer lo malo al angustiarse por la prosperidad del malvado, o imitándole, haciendo lo que él hace, con la esperanza de conseguir su prosperidad. John Gill

Vers. 9. Porque los malhechores serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, heredarán la tierra. La pasión, según la parábola de Bunyan, consigue sus cosas buenas primero, y luego pronto se desvirtúan; la paciencia tiene sus cosas buenas al final, y duran para siempre.

Vers. 10. Pues de aquí a poco no existirá el malvado. Por lo tanto, creyente probado, ¿por qué envidiar a uno que dentro de poco yacerá más bajo que el polvo? Observarás su lugar, y ya no estará allí. Su casa estará vacía, no estará sentado en su silla, su hacienda carecerá de propietario.
Habrá pasado como una nube pasajera, olvidado, como un sueño, borrado por sus propios excesos, o terminando en la penuria por su propio despilfarro. ¿Dónde están sus jactancias y fanfarronadas, dónde la pompa que hace pensar a algunos que el pecador es bendecido? C. H. S.

Vers. 11. Los mansos heredarán la tierra. No los de espíritu altanero, que remueven el mundo para conseguirlo, sino los mansos, que son vapuleados de un rincón al otro, y sufren y apenas se les deja tranquilos en parte alguna. Esta tierra de la cual estaban privados, ahora la poseerán para gozar de ella. John Pennington

Vers. 13. El Señor se reirá de él. Para que la carne no murmure y se queje preguntando a Dios por qué sólo ha de reír el inicuo y no se venga de ellos, se añade la razón de que El ve el día de su destrucción inminente. «Porque ve que le llega su día.» Juan Calvino
Porque ve que le llega su día. El malvado no ve que se acerca su destrucción, que le pisa los talones; se jacta de aplastar a otros, cuando el pie de la justicia ya está levantado para hollarle como el fango de las calles. ¡Pecadores en la mano de un Dios airado, y, con todo, maquinando contra sus hijos! Pobres almas, que embisten la punta de la lanza de Jehová. C. H. S.
Su día fatídico, el día de su muerte, que será también el día de su condenación. John Trapp

Vers. 16. Más vale lo poco del justo, que las muchas riquezas del impío. Preferiríamos pasar hambre con el Bautista que festejar con Herodes; mejor alimentarse de la escasez de los profetas en la cueva de Abdías que envalentonarnos con los sacerdotes de Baal. La felicidad del hombre no consiste en los montones de oro que tiene almacenados. El contento halla multum in parvo, en tanto que al corazón malvado no le basta todo el mundo. C. H. S.
¡Oh, qué consuelo es probar la dulzura del amor de Cristo en cada goce! Cuando podemos decir:
«Cristo me amó y se dio a sí mismo por mí, para que pueda gozar de estas bendiciones», ¡oh, cómo ensalza esto el valor de toda misericordia común! David Clarkson
Como las aguas que fluyen de las colinas de algunas islas de Moluca saben a la canela y clavos que crecen allí, así también tu don, aunque sea sólo agua, sabe a la buena voluntad y la gracia especial del Dador. George Swinnock
Es tan posible que un infiel llene su cuerpo de aire y su pecho de gracia como su mente de riqueza. Les pasa como a los barcos: pueden estar sobrecargados de plata y oro, hasta hundirse, y aún les queda espacio para contener diez veces más. Así, el desgraciado codicioso, aunque tenga bastante para hundirse, con todo, no tiene todavía suficiente para estar satisfecho. John Glascock, sermon

Vers. 16, 17. Nunca debe murmurar un cristiano porque tiene poco, sino más bien ha de bendecir al Dios que ha bendecido lo poco que tiene. Thomas Brooks

Vers. 18. Conoce Jehová los días de los íntegros. Deposita tus días, los pone a resguardo; éste es el significado de la idea en hebreo. John Fry

Vers. 20. Mas los impíos perecerán. Aunque haya fuegos fatuos que se burlan de su presente, su futuro es negro y oscuro, pura noche. C. H. S.
Serán consumidos; se disiparán como el humo. «¿De qué nos ha servido el orgullo?, o ¿qué nos han proporcionado nuestras jactancias de las riquezas?» Estas son las cosas de que hablarán en el infierno los que han pecado. Porque la esperanza de los impíos es como un cardo seco arrastrado por el viento, o la espuma esparcida sobre las olas, o el humo que flota de acá para allá en el aire, o el recuerdo del caminante de un día. Wouter De Stoelwyk

Vers. 25. Ni a su descendencia mendigando el pan. Si alguien dice que el mismo David mendigó -pidió pan a Abimelec y a Nabal-, diré que los casos transitorios y los incidentes súbitos no son la regla, no hacen mendigos; no decimos: «David era un mendigo, o mendigó su pan» porque una vez estuvo en un apuro y pidió pan a Abimelec, y en otro apuro lo hizo a Nabal.
En estos casos inesperados el rico en el mundo puede verse airado para pedir un pedazo de pan.
Un buen hombre puede caer en una necesidad así, pero los hombres buenos muy raramente, si es que ocurre alguna vez, acaban en tanta necesidad. Joseph Caryl

Vers. 25, 26. El hombre bueno siempre es misericordioso y presta; y su descendencia es bendecida. Lo que piensa el mundano hará pobre su posteridad; Dios dice hará la del hombre bueno rica. El precepto nos da una promesa de misericordia a la obediencia, no confinándola al mismo hombre obediente, sino extendiéndola a su descendencia, hasta mil generaciones (Exodo 20:6).
Confía, pues, tus hijos a Cristo; cuando tus amigos fallen, la opresión sea condenada al infierno, tú mismo al polvo, y el mundo haya sido consumido y transformado en ceniza, todavía «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y para siempre.» Thomas Adams

Vers. 34. Espera en Jehová. El que verdaderamente confíe en Dios se mantendrá en el tiempo de Dios, y usará los medios de Dios, y andará por el camino de Dios aunque le parezca que dé vueltas. David Clarkson
Espera... guarda. En tanto que esperamos, procuremos no vacilar. No demos un paso fuera del camino de Dios aunque se nos plante un león delante; no evitemos el deber, para obtener seguridad; sigamos en la senda de Dios, la buena senda antigua (Jeremías 6:16), la senda empedrada con la santidad. «Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad» (Isaías 35:8).
Evita los caminos torcidos, vigila no se desvíen hacia la izquierda y no andes por ella. El pecado cruza nuestras esperanzas, pone barricadas en nuestro camino; un hombre puede esperar hallar el cielo, pero hallará el infierno si sigue un camino pecaminoso. Thomas Watson

Vers. 35. Vi yo al impío sumamente enaltecido «terrible, airado, violento», y que prosperaba como un cedro frondoso. Una figura sorprendente del inicuo en este mundo, firmemente enraizado en las cosas terrenales: crecido en su suelo nativo, orgulloso y altanero en su prosperidad, sin temor de percance alguno. William WILSON

Y ¿por qué un cedro? Porque en invierno, cuando los demás árboles que dan provecho -higueras, manzanos, etc.- están secos y desnudos, el cedro sigue tan verde como en verano.
Así sucede con los inicuos; cuando los hijos de Dios, en las tormentas de la persecución y las aflicciones y miserias, parecen marchitos, como si estuvieran muertos, los malos siguen prosperando, y se ven verdes a los ojos del mundo; se nutren en la riqueza del mundo, pero es para su destrucción; se engordan, pero es para el día de la matanza.
Éste era el caso de Ofni y Fineés; el Señor les dio bastante y permitió que ellos prosperaran en su maldad; pero, ¿cuál era la razón? Él iba a destruirlos. J. Gore, sermón
Vers. 36. Lo busqué, y no fue hallado. Si, impulsados por la curiosidad, inquirimos acerca de los impíos, vemos que no han dejado rastro, como los pájaros de mal agüero, y nadie desea recordarlos. Algunos de los justos más humildes son inmortalizados, sus nombres son fragancia imperecedera en la iglesia, en tanto que los más capaces de los infieles y blasfemos apenas son recordados a los pocos años. Antes estaban en la boca de todos, pero hoy han sido olvidados, porque sólo la virtud es inmortal. C. H. S.

Vers. 37. Considera... y mira. Si Cristo quiso que el nombre de María fuera recordado en el Evangelio hasta el fin de los tiempos por el vaso de ungüento que derramó sobre su cabeza, no podemos imaginar que quiera que los muchos actos piadosos y misericordiosos de sus siervos sean enterrados en el olvido. Nathanael Hardy
El hombre Integro. Así todo santo es perfecto en comparación con los impíos entre los que vive.
En este sentido se dice de Noé: «Era un justo en su generación»; su gracia, comparada con la maldad del antiguo mundo, bien merecía el nombre de perfección; en realidad, todo hombre íntegro es perfecto en comparación con los que francamente son malos, o buenos exteriormente: manchados por la maldad, o con un barniz de santidad. Nathanael Hardy
Considera al Integro, y mira al justo; porque hay un porvenir dichoso para él y para su posteridad. El texto puede dividirse en dos partes:
1) La característica del hombre piadoso;
2) el privilegio del hombre piadoso. Su característica es la perfección; su privilegio es la paz. Aquí tenemos el carácter del santo y la corona del santo; se caracteriza por la integridad o sinceridad y es coronado por la paz.
Aquí tenemos el camino del cristiano y su meta, su movimiento y su descanso. Su camino es la santidad, su meta la felicidad; su movimiento es hacia la perfección y la integridad; su reposo es paz al fin de su jornada. John Whitlock en un sermón de un funeral.
Para morir bien, asegúrate de vivir bien; no hemos de pensar en tener la muerte de Lázaro y la vida del rico Dives; como el que menciona Plutarco, que quería vivir como Creso, pero quería morir como Sócrates.
No, los deseos de Balaam son necios e inútiles; si quieres morir bien, cristiano, has de tener cuidado en vivir bien; si quieres morir sosegado, has de vivir de modo recto; si quieres vivir tranquilo, vive moderadamente; si quieres vivir feliz, vive santamente. John Kitchen, M. A.

Vers. 40. Jehová les ayudará. ¡Qué seguridad la de los santos! ¡Qué certidumbre hay en las promesas! John Trapp
Y los salvará, por cuanto en él esperaron. La fe garantiza la seguridad de los elegidos. Es la marca de las ovejas, por la cual serán separadas de las cabras. No es su mérito, sino su fe, lo que les distingue. C. H. S.
Lutero termina su Exposición de este Salmo con las palabras: «¡Qué vergüenza para nuestra falta de fe, desconfianza y vil incredulidad que no creamos declaraciones tan ricas, poderosas y consoladoras de Dios, y aceptemos con tanta credulidad cualquier cosa que nos digan en sus malvados discursos los impíos! ¡Ayúdanos, oh Dios, para que podamos alcanzar la fe recta! Amén.»

sábado, 4 de febrero de 2012

Mensaje en Audio: "¿Porque es necesario el amor en nuestras vidas?"

Bosquejo Sermón Dominical

Tema. El amor

Título: ¿Por qué es necesario el amor en nuestras vidas?

Introducción: Hoy en las iglesias se busca ser revestidos de dones, unción, visiones, empoderamientos y otras cosas mas., dejando de lado un área poderosa con la cuál el Señor nos da un arma que es indispensable para un cristiano...

I. PORQUE ES UN MANDAMIENTO DEL SEÑOR,
a. Marcos 12.30-31

II. PORQUE EL QUE AMA CUMPLE LA LEY a. Romanos 13.10

III. EL AMOR A DIOS (1a Juan 4.13-18) a. Fácil de cumplir ... 1a Juan 4.19

IV. EL AMOR AL PRÓJIMO (1a Juan 4.20-21)
a. Difícil de cumplir ... 1a Corintios 13.4-7

V. Como lograr tener amor
a. Dejarlo salir, expresarlo ... Romanos 5.5
b. Permitir que el Señor nos guié ... 2a Tesalonisenses 3.5

VI. COMO SE DEMUESTRA ESTE AMOR
a. Con la conducta cristiana ... Romanos 12.9-21