domingo, 27 de abril de 2014

Predica en Audio: La armadura de Dios: "El casco"




Los fundamentos de la vida cristiana: La paternidad de Dios

La paternidad de Dios

a) Escrituras clave
Juan 14:6-11 Santiago 1:17-18
Efesios 1:17-23 Lucas-15-11-32

b) Introducción
Podemos llamar a Dios, Padre nuestro porque somos adoptados en su familia como sus hijos. Esto es principalmente un concepto del Nuevo Testamento. Mientras que el poder y divinidad eternos de Dios son manifiestos en la creación y generalmente en el Antiguo Testamento, su paternidad es, en su mayor parte, el tema que se revela en el Nuevo Testamento. Esto se demuestra claramente cuando nos damos cuenta de que se refiere a Dios como Padre sólo quince veces en el Antiguo Testamento y doscientas cincuenta y cuatro veces en el Nuevo Testamento. La palabra "padre" en griego es "pater" que viene de una palabra radical que significa nutridor, protector y defensor. Necesitamos conocer a Dios como nuestro Padre para poder tener una visión equilibrada de El.

c) Dios el Padre: Parte de la Trinidad
Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo son las tres partes o personas de Dios. Están en unidad porque son uno y entonces actúan como uno.

Dos ilustraciones que nos ayudan a comprender el concepto de un Dios con tres partes son:
(I) Una persona: con el Padre como el cuerpo, Jesús como la mano derecha y el Espíritu Santo como la mano izquierda. Las manos hacen el ministerio
del Padre aquí en la tierra pero ninguna parte se juzga mayor que la otra.
(II) Una manzana: que tiene un corazón (Dios el Padre), pulpa (Dios el Hijo) y piel (Dios el Espíritu Santo). Una manzana con tres partes.
Si nos concentramos en un solo aspecto de la Trinidad, no sólo no entenderemos los otros dos, sino que ni siquiera entenderemos aquel en el que estamos
concentrados.

d) Maneras para comprender y conocer la paternidad de Dios
(I) Dios se revela a Sí mismo en muchas maneras, p. ej. por medio de los profetas (Hebreos 1:1), por medio de la creación y por medio de su Palabra, la Biblia.
(II) Jesús reveló la paternidad de Dios mientras estaba en la tierra, especialmente su amor, unidad y autoridad (Juan 14:6-11).
(III) Nuestro padre humano nos muestra sólo una representación imperfecta de cómo es Dios el Padre, pero Dios es el autor de toda paternidad (Efesios 3:14-15), y por tanto nuestros padres humanos pueden reflejar algo de Dios el Padre.
(IV) El Espíritu Santo es un don de Dios el Padre para nosotros y nos revelará a Dios el Padre (Juan 14:26).

e) Dios es nuestro Padre perfecto
Aconseja (Salmo 73:24).
Protege (Salmo 91 Juan 10:27-29).
Nos da descanso (Mateo 11:28-29).
Es paciente (Mateo 18:26-27).
Nos ama (Juan 3:16).
Nos labra y poda (Juan 15:1-2).
Es justo (Juan 17:25).
Es misericordioso (Romanos 9:15).
Nos moldea y forma (Romanos 9:20-21).
Es eterno (Romanos 16:26).
Es compasivo (2 Corintios 1:3).
Consuela (2 Corintios 1:3-4).
Nos bendice con toda bendición espiritual (Efesios 1:3).
Es misericordioso y nos da paz (2 Timoteo 1:2).
Es fiel (2 Timoteo 2:3).
Corrige y disciplina (Hebreos 12:5-11).
Es imparcial (no tiene favoritismo) (1 Pedro 1:17).
Provee (1 Pedro 5:7; Mateo 6:33).
Perdona (1 Juan 1:9).
Es amor (1 Juan 4:8).
Es Santo (Apocalipsis 16:5).
Es verdadero y justo en juicio (Apocalipsis 16:7).

f) Algunos de los nombres de Dios en el Antiguo Testamento
La raza judía consideraba el nombre y naturaleza como sinónimos. Dios usa este entendimiento humano de significado de los nombres y lo aplica a sí mismo para revelar su naturaleza a la gente. Comprender los nombres de Dios es comprender la revelación de Dios de Sí mismo.

1. El Elyon: el Dios altísimo; el Soberano y poseedor de los cielos y la tierra; el encargado (Génesis 14:18;
2 Samuel 22:14).
2. El Shaddai: el Omnipotente, Todopoderoso; constantemente otorgando alimentos para sus hijos y cubriendo sus necesidades Génesis 17:1).
3. Yahweh, Señor o Jehovah: El que siempre es; el constante "YO SOY"; El que existe (Éxodo 3:15; Salmo 33:1 Isaías 26:4).
4. Elohim: Dios. Este nombre nos muestra la pluralidad en un Dios. Dios dijo en Génesis 1:26, "hagamos hombre a nuestra imagen". Esto denota dos o más en uno (Éxodo 35:31)
5. Jehovah Shammah: el Señor está allí; El está constantemente presente con nosotros (Ezequiel 48:35).
6. Jehovah Shalom: el Señor nuestra paz y totalidad (Jueces 6:24).
7. Jehovah Jireh: el Señor proveerá para nosotros (Génesis 22:14).
8. Jehovah Nissi: el Señor nuestra bandera y victoria (Éxodo 17:15).
9. Jehovah Tsidkenu: el Señor que nos viste con su justicia; el Señor nuestra justicia (Jeremías 23:6, Jeremías 33:16).
10. Jehovah Rophe (rapha): el Señor que nos sana (Éxodo 15:26)
11. Jehovah Ro-hi (ra ah): el Señor nuestro pastor amoroso que nos guía (Salmo 23:1).
12. Jehovah Mekadish-kem: el Señor que nos santifica (Éxodo 31:13).
13. Jehovah Yasha-Gaal: el Señor nuestro salvador y redentor (Isaías 49:26; Isaías 60:16).
14. Adonai: mi Señor (Génesis 15:2; Deuteronomio 9:16; Salmos 51:15)
15. Tsur: Roca (Isaías 44:8).

g) La paternidad de Dios es fundamental para el discipulado
Entender esto nos habilita para entender:
- La oración, y porque Dios contesta (Mateo 7:11).
- Recibir el Espíritu Santo (Lucas 11:13).
- Nuestra adopción como hijos (Romanos 8:15; 1 Juan 3:1)
- El plan de redención (Gálatas 4:4-7).
- Nuestro acceso a Dios (Efesios 2:18).
El corazón de Dios es afectado por la respuesta del hombre a su amor paternal.
Entonces experimenta anhelo (Ezequiel 22:30-31), tristeza (Jeremías 8:18; Isaías 53:3), dolor (Génesis 6:6), ira (Apocalipsis 16:1), llanto (Jeremías 8:21), compasión (Mateo 9:36) gozo (Lucas 15:22-24), regocijo incluso con cánticos (Sofonías 3:17).

h) Los propósitos amorosos de nuestro Padre celestial para el hombre incluyen
Siempre está dispuesto a contestar la oración (Isaías 62:24; Mateo 7:11).
Anhela que los hombres sean sus hijos (Jeremías 3:19).
Se deleita en mostrar misericordia (Miqueas 7:18).
Se propone que tengamos vida y la tengamos en abundancia (Juan 10:10).
Quiere libramos del temor (Juan 14:1; Salmo 118:5-9).
Desea dar al hombre un hogar eterno (Juan 14:2-3).
Quiere que todo hombre sea salvo (1 Timoteo 2:3-4).
Quiere cubrir nuestras necesidades (1 Pedro 5:7).

i) Comunión con Dios el Padre
El gran plan y propósito de Dios desde el principio ha sido de traer al hombre otra vez en plena comunión consigo mismo. Toda la historia es una exposición de este plan de redención. El verdadero desarrollo de este plan no empezó hasta que Adán pecó. El pecado rompió la relación de Dios con el hombre, y desde entonces, el plan de redención de Dios está en marcha. Dios ama al mundo y desea salvarlo (Juan 3:16; 1 Pedro 3:20).
Jesús dijo: "Y no llaméis `padre' vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro padre, el que esta en los cielos". (Mateo 23:9). La razón de esto es que como resultado de la caída, los padres no tienen ni las características ni la habilidad para ser los padres que Dios propuso que fueran. Por tanto, en efecto, Jesús decía que tenemos sólo un Padre que está en el cielo, que tiene el carácter y la habilidad para ser un verdadero padre. El carácter de nuestro Padre celestial es perfecto sin ninguna mudanza ni sombra de variación (Santiago 1:17). Su habilidad es ilimitada. A la luz de esto, se puede confiar plenamente en el carácter de nuestro Padre celestial y depender enteramente en su habilidad. Esto no deja sitio para una
falta de confianza en Dios en cuanto a sus promesas para nosotros.

j) Las bendiciones y beneficios de una relación padre/hijo
1. El privilegio de adopción: (Juan 1:11-13; 2 Corintios 6:17-18; 7:1).
El Espíritu Santo tendrá mucho celo de nosotros, para prevenir que ningún rival rompa nuestra relación amistad con el Padre y su hijo
Jesús (Santiago 4:5).
2. El testimonio de adopción: (Romanos 15-16; Gálatas 4:6).
El Espíritu de Dios da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios y por tanto Dios el Padre es nuestro Padre.
3. La herencia de adopción: (Romanos 8:17).
Podemos participar ahora, en parte, de nuestra herencia como hijos de Dios, y esto señala el hecho de que Dios es en verdad nuestro Padre; por
ejemplo la promesa del Espíritu Santo dado a aquellos que son salvo. (Efesios 1:13-14).
4. La disciplina de adopción: (Hebreos 12:7-11).
5. El amor del Padre en adopción: (Juan 16:27).
6. La provisión del Padre en adopción: (Mateo 6:8, 26,30; Juan 14:2).
7. La protección del Padre en adopción: (Juan 10:28-29; Juan 13:1).
8. La generosidad del Padre en adopción: (Lucas 12:32; Mateo 7:11).

k) En resumen
Muchos cristianos hoy día viven bajo una amenaza religiosa del terrible juicio de Dios. Se les ha dicho que Dios de alguna manera está contra ellos y les está vigilando para castigar y limitar a toda hora. Dios sí que odia el pecado, pero no odia al pecador. Si Dios ama al pecador y se ha puesto a sí mismo a su alcance, cuanto más debe estar al alcance de nosotros los creyentes que caminamos en la Palabra de Dios y procuramos vivir en obediencia a El (Apocalipsis 1:5-6). Jesús nos amaba como pecadores cuando vinimos a El. Sin embargo no nos dejó como pecadores, sino que nos limpió, nos hizo reyes y sacerdotes, y luego nos presentó a Di su Padre. En aquel momento Dios se hizo nuestro Padre. Nuestro Padre sólo puede recordarnos como sacerdotes y reyes. Jesús así lo aseguró. Incluso cuando nos metemos en un lío y pecamos, y hacemos cos que son desagradables a Dios nuestro Padre, Jesús siempre vive para hacer intercesión por nosotros. S ministerio como abogado está siempre a nuestra disposición para mantenernos en comunión con nuestro Padre amoroso (1 Juan 1:9; 2:1).
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para oportuno socorro. (Hebreos 4:16)
Tenemos una invitación perpetua para entrar confiadamente al trono de nuestro Padre. Por su amor y gracia podemos hacerlo confiadamente como un rey y no como un mendigo. Observa que somos invitados para venir obtener misericordia, no sólo la esperanza de obtenerla.
1 Juan 4:18 dice: "El perfecto amor echa fuera el temor". Necesitamos poner todos nuestros temores, preocupaciones y ansiedades en la mano de nuestro poderoso Padre. Nos ama como hijos y herederos. No nos decepciona Quiere sólo lo mejor para nosotros y quiere que crezcamos en madurez en El. Necesitamos confiar en nuestro Padre celestial y darle nuestro todo.

l) Preguntas y puntos de discusión
1. La historia del hijo pródigo (Lucas 15:11-32) muestra mucho el carácter de Dios el Padre. Discútelo.
2. ¿Tiene que ver el concepto de nuestro padre natural con el concepto de nuestro Padre celestial?
3. Comenta cómo Dios el Padre se te ha revelado a sí mismo de forma práctica en tu vida.
4. Demuestra la manera en que vivimos nuestra vida con una falta de conocimiento de Dios el Padre y, como resultado, con una falta de
confianza en El.
5. Aunque tenemos una invitación perpetua para entrar confiadamente en el trono de nuestro Padre celestial, ¿lo hacemos?

m) Resumen y aplicación
1. Como discípulos de Dios necesitamos conocer bien las tres partes de la Trinidad; a saber: Dios el Padre; Dios el Hijo; y Dios el Espíritu Santo,
para tener un punto de vista equilibrado de Dios.
2. Nuestro Padre celestial es el perfecto ejemplo de la paternidad (Mateo 5:48).
3. Necesitamos conocer a Dios como Padre, para poder edificar nuestra vida como discípulos de Dios en fundamentos correctos, y conocer los propósitos de Dios para nosotros como hijos suyos.
4. Para disfrutar de nuestra relación con Dios el Padre necesitamos aprender a relacionarnos y responder a sus principios, leyes, palabras y autoridad.
5. En vista de quién es nuestro Padre celestial y lo que ha propuesto que seamos, respondamos a El con nuestro amor (Juan 14:21), adoración (Juan 4:23-24), y en obediencia (Juan 14:15, 1 Pedro 1:2,17; Romanos 6:16-18).

martes, 25 de febrero de 2014

Última predicación 2013 - "Preparandonos para lo que viene"

Enciclopedia explicativa de dificultades biblicas, de Samuel Vila


¿DIOS SATISFECHO O ARREPENTIDO?

Pregunta: En Génesis 1:31 leemos: «Y vio Dios todo lo que había hecho y he aquí que era bueno en gran manera.» En cambio, en Génesis 6:6 encontramos: «Y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.» ¿Cómo puede reconciliarse este texto con la declaración de Malaquías 3:6: «Porque yo Jehová no cambio» y la de Santiago 1:17 que dice: «En el cual no hay mudanza ni sombra de variación»?

Respuesta: El primer pasaje declara la satisfacción de Dios en su obra antes de que el mundo quedara contaminado y afeado por el pecado. Cierto, la creación en su prístina pureza es bella y placentera, sobre todo si, como se deduce de Génesis 2:19-20 y Romanos 8:19-20, las mismas razas animales no se atacaban unas a otras, sino que se alimentaban de cuerpos muertos, tal como será en el tiempo del Milenio. (Isaías 11:6 y 65:25.)
Los que hacen la objeción no se fijan en que Génesis 1:31 es la primera declaración que hace Dios inmediatamente después de haber creado al hombre en su estado de inocencia, y que entre la primera y la segunda habían transcurrido dos mil años, o más, y las circunstancias del mundo eran enteramente diferentes, a causa del pecado.
El mismo argumento es válido en muchos otros pasajes de la Biblia en los que el Dios inmutable parece cambiar, y en efecto, cambia de actitud, no de propósito y de mente, a causa de la actitud de los hombres. No es Dios quien cambia, él es siempre el mismo, justo y recto, pero si el hombre cambia de actitud y de mente, encuentra a Dios diferente; no por ningún cambio de parte de Dios, sino porque el cambio ha ocurrido en el hombre mismo.
El segundo pasaje de Santiago copiado de la versión de Reina-Valera, revisión 1909, es aclarado en la revisión de 1977, ya que el texto original dice: «el Padre de las lumbreras», en el cual no hay fases ni períodos de sombra», correspondiendo mejor, las dos frases de la figura que Santiago emplea.

Comentario Biblico de Matthew Henry, Génesis 33



GÉNESIS 33

Versículos 1—16. La amistosa reunión de Jacob y Esaú.
                  17—20. Jacob va a Sucot y Siquem—Construye un altar.

Vv. 1—16. Habiendo encomendado su causa en oración a Dios, Jacob siguió su camino. Pase lo que pase nada puede salir mal para aquel cuyo corazón está firme confiando en Dios. Jacob se inclinó ante Esaú.
Una conducta humilde y sumisa hace mucho para quitar la ira. Esaú abrazó a Jacob. Dios tiene los corazones de todos los hombres en sus manos y puede volverlos cuando y cómo le plazca.
No es en vano confiar en Dios e invocarle en el día malo. Cuando los caminos del hombre agradan al Señor, Él hace que hasta sus enemigos estén en paz con él. —Esaú recibe a Jacob como hermano y hay mucha ternura entre ellos. Esaú pregunta: ¿Quiénes son éstos? A esta pregunta corriente, Jacob habló sinceramente, como un hombre cuyos ojos están siempre dirigidos hacia el Señor. Jacob instó a Esaú, como si su temor hubiera terminado, y él tomó su presente. Bueno es cuando la fe de los hombres los hace generosos, de corazón libre y mano abierta. Pero Jacob declinó el ofrecimiento de Esaú de acompañarlo. No es deseable intimar con parientes impíos superiores a uno, que esperarán que nos unamos a ellos en sus vanidades o, por lo menos, que hagamos la vista gorda aunque ellos culpen y, quizá, se burlen de nuestra religión. Tales serán o una trampa para nosotros o se ofenderán con nosotros. Arriesguémonos a perder todas las cosas antes que poner en peligro nuestras almas, si conocemos su valor, antes que renunciar a Cristo, si verdaderamente le amamos. Que el cuidado y tierna atención que Jacob da a su familia y a sus rebaños, nos recuerden al buen Pastor de nuestras almas, que reúne a los corderos con su brazo y los lleva en su regazo y, bondadosamente, guía a las que están recién paridas, Isaías 11. 11. Todos debemos seguir su ejemplo como padres, maestros o pastores.

Vv. 17—20. Jacob no se contentó con palabras de gratitud por el favor de Dios para con él sino que dio gracias reales. También mantuvo la fe y la adoración de Dios en su familia. Donde tengamos tienda, Dios debe tener un altar. Jacob dedicó este altar para el honor de El-elohe-Israel, Dios, el Dios de Israel; al honor de Dios, el único Dios vivo verdadero; y al honor del Dios de Israel como Dios del pacto con él.
El Dios de Israel es la gloria de Israel. Bendito sea su nombre, Él sigue siendo el poderoso Dios, el Dios de Israel. Que nosotros alabemos su nombre y nos regocijemos en su amor a través de nuestro peregrinaje aquí en la tierra y por siempre en la Canaán celestial.

viernes, 7 de febrero de 2014

Venciendo el temor



Varios años atrás, un circo de televisión bien conocido desarrolló un acto que incluía tigres de bengala.

El acto se hacía en vivo delante de una gran audiencia.

Una noche, el entrenador entró en la jaula con varios tigres y la puerta era cerrada de forma rutinaria detrás de él.
Las luces inundaban la jaula y las cámaras de televisión se acercaban para que la audiencia pudiera ver cada detalle mientras él con habilidad ponía a los tigres en el ritmo adecuado.

En medio de la actuación, pasó lo peor: las luces se apagaron.

Por casi treinta largos segundos, el entrenador estuvo encerrado con los tigres en la oscuridad. Con su visión nocturna superior, los tigres podían verlo, pero él no los veía a ellos. Él sobrevivió. Cuando regresaron las luces, con calma terminó su actuación.

Cuando le preguntaron al entrenador cómo se sintió, él admitió sentir un frío temor al principio, pero luego -dijo-, se dió cuenta de que aunque él no podía ver a los felinos, ellos lo sabían.

Él dijo: “Solo continué sonando mi látigo y hablándoles hasta que las luces regresaron. Ellos nunca supieron que yo no les podía ver tan bien como ellos me veían a mí.”

martes, 4 de febrero de 2014

Tesoro de David: Salmos 52, charles Spurgeon


Salmos 52

Título: «Al músico principal». Incluso los Salmos cortos, que sólo registran un caso de la bondad del Señor y reprenden, aunque sea brevemente, el orgullo del hombre, son dignos de ser cantados por nosotros. Cuando vemos que cada Salmo es dedicado al «músico principal», debe hacernos valorar nuestro Salterio y enseñarnos a no alabar al Señor de modo descuidado. «Masquil».
Un Salmo con instrucción. Incluso la malicia de un Doeg puede proporcionar instrucción a un David. «Salmo de David». El era el objeto principal del aborrecimiento extremo de Doeg y, por tanto, la persona más apropiada para sacar del incidente la lección que lleva incluida en sí.

Vers. 1. ¿Por qué te jactas de maldad, oh tirano? Doeg no tenía mucho de qué alabarse, por haber procurado la matanza de un grupo de sacerdotes indefensos. Un hombre poderoso, sin duda, que mataba a otros hombres que nunca habían tocado una espada. Debía sentirse avergonzado de su cobardía. ¡No había motivo para su exultación! Títulos de honor que no son sino una ironía cuando el que los lleva es cruel y mezquino. C. H. S.
La misericordia de Dios dura todo el día. Contrasta la bondad de Dios con el poder y riqueza de Doeg, y el fundamento de la bondad de Dios, que permanece para siempre y se muestra efectiva. Hermann Venema

Vers. 2. Como navaja afilada su lengua trama engaños. La manera astuta y hábil de ejecutar una intriga malvada ni esconde ni atenúa su maldad. El asesinato con una navaja afilada es tan cruel como matar con un hacha. Una mentira formulada con maña y facilitada por el aceite del ingenio es una locura igual al intento burdo para engañar. William S. Plumer

Vers. 3. Selah. Hagamos una pausa y consideremos al mentiroso altanero y fanfarrón. Doeg ya no existe, pero hay otros perros que ladran al pueblo de Dios. El ganadero de Saúl está enterrado, pero el diablo tiene a otros que de buena gana llevarían a sus santos como ovejas al matadero.

Vers. 4. Has amado. Te gusta el lenguaje soez y bajo. Palabras perniciosas. Hay palabras que, como la boa constrictora, se tragan al animal entero, o como los leones, que los despedazan primero; estas palabras las mentes malvadas las tienen en gran estima. Su oratoria es siempre furiosa y sanguinolenta. Emplean lo que puede provocar más fácilmente las pasiones más bajas de los hombres, y creen que el alimentar la locura de los inicuos es hacer gala de elocuencia de primer orden.
¡Oh engañosa lengua! Los hombres pueden decir cosas perniciosas, y hacerlo bajo el pretexto de justicia. Dicen que sienten celo por el derecho, pero lo que procuran es derribar la verdad y la santidad, y lo hacen con astucia, bajo pretextos que son transparentes.

Vers. 7. He aquí. Mirad aquí, y leed el epitafio de un hombre poderoso, que se enseñoreó orgullosamente durante su corta hora y puso su talón sobre el cuello de los escogidos del Señor.
No puso a Dios por su fortaleza. ¡He aquí el hombre, grande, vanidoso! Fundó su fortaleza, no en Dios; se glorió en su poder, no en el Todopoderoso. ¿Dónde se encuentra ahora? ¿Qué tal le ha ido en la hora de su necesidad? Contemplad su ruina y recibid instrucción.
Si no que confió en la multitud de sus riquezas. Se enorgullecía de los bienes que había recogido y los atropellos que había cometido. La riqueza y la maldad eran sus compañeras; en combinación eran un monstruo. Cuando el diablo es el amo de la bolsa, es un diablo de veras.

Beelzebú y mamon calientan juntos el horno siete veces más para el hijo de Dios, pero al fin sólo
consiguen su propia destrucción. Siempre que vemos hoy a un hombre eminente en el pecado y en hacienda, haremos bien considerando su fin y poniendo este versículo en nuestra mente como su epitafio. C. H. S.