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lunes, 31 de enero de 2011
TESOROS DE DAVID "SALMO 4" Charles Spurgeon
Si el tercer Salmo puede ser titulado el Salmo matutino, éste, por su contenido, merece a su vez el título de «Himno vespertino».
En el primer versículo David pide ayuda a Dios. En el segundo increpa a sus enemigos, y sigue dirigiéndose a ellos hasta el fin del versículo 5. Luego, desde el versículo 6 en adelante, se deleita contrastando su propia satisfacción y seguridad con la inquietud de los impíos aun en el mejor de los estados en que puedan hallarse. C. H. S.
Vers. 1. Respóndeme cuando clamo. No hemos de imaginarnos que el que nos ha ayudado en seis tribulaciones va, a abandonarnos en la séptima. Dios no hace nada a medias, y El nunca deja de ayudarnos hasta que cesa la necesidad. El maná caerá cada mañana hasta que crucemos el Jordán. C. H. S.
La fe es un buen orador y un noble disputador en la contienda; puede razonar partiendo de la disposición de Dios a escuchar. David Dickson
Vers. 2. ¿Hasta cuándo? Ahora les pregunta hasta cuándo intentan ellos hacer burla de su honor y mofa de su reputación. Un poco de regocijo de este tipo ya es excesivo; ¿por qué han de continuar en su diversión? C. H. S.
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia?, etc. Podríamos imaginarnos cada sílaba de este precioso Salmo usado por nuestro Señor alguna tarde, cuando está a punto de salir del Templo aquel día para retirarse a su acostumbrado reposo en Betania (vers. 8), después de sus inútiles llamamientos a los hombres de Israel. Andrew Bonar
¿Hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Crisóstomo dijo una vez que «si él fuera el hombre más apto del mundo para predicar un sermón a todo el mundo, congregado a su alrededor para escucharle, y tuviera alguna alta montaña como púlpito desde la cual pudiera tener todo el mundo ante su vista, y estuviera provisto de una voz de bronce, una voz que resonara como las trompetas del arcángel, de modo que todo el mundo pudiera escucharle, escogería como texto de su sermón éste de los Salmos: «Oh mortales, ¿hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?» Thos. Brooks
Selah. Sin duda nosotros también hemos de detenemos y meditar sobre la insensatez inveterada
de los malos, y su persistencia en la maldad, para su destrucción segura; y podemos aprender a admirar esta gracia que nos ha hecho diferentes, y nos ha enseñado a amar la verdad y buscar la justicia. C. H. S.
Vers. 3. Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí. David era rey por decreto divino, y nosotros somos el pueblo de Dios de la misma manera; digámosles a nuestros enemigos a la cara, que están luchando contra Dios y el destino cuando se afanan por derribarnos. C. H. S.
Vers. 4. Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. «Temblad y no pequéis.»
Cuántos hay que invierten el consejo y pecan, pero no tiemblan. Oh, si los hombres siguieran el consejo de este versículo y meditaran en sus corazones. C. H. S.
El meditar contribuirá mucho a doblegar tu obstinación, tus pasiones. La meditación seria, como el echar tierra entre las abejas, va a calmar los afectos desordenados e impetuosos, que hacen tanto ruido y tan desagradables. George Swinnock
Vers. 6. Muchos son los que dicen: ¿Quién me mostrará el bien? Había muchos entre los mismos seguidores de David que preferían ver a creer. ¡Ay, ésta es la misma tendencia hoy en día! En cuanto a los mundanos, esto es lo que dicen: «¿Quién nos mostrará el bien?» Nunca están satisfechos, moviéndose anhelantes en todas direcciones, con el corazón vacío, ansiosos de beber cualquier engaño que inventan los impostores; y cuando éstos fallan, pronto ceden a la desesperación y declaran que no hay nada bueno en el cielo o en la tierra. C. H. S.
Los hombres quieren lo bueno; aborrecen lo malo, porque lleva dolor, sufrimiento y la muerte consigo; y desean hallar el bien supremo que va a dar contento a su corazón y los salvará del mal. Pero los hombres confunden este bien. Procuran dar gratificación a sus pasiones; no tienen idea de una felicidad que no venga por medio de los sentidos. Por ello, rechazan el bien, espiritual, rechazan al Dios supremo, aunque es sólo por medio de El que pueden ser satisfechas todas las potencias del alma del hombre. Adam Clarke
Para que las riquezas no sean contadas como malas en sí mismas, Dios a veces las da a los justos; y para que no sean consideradas como el bien principal, las concede con frecuencia a los malos.
Pero, en general, son más bien la porción de sus enemigos que de sus amigos. ¡Ay!, ¿de qué valor es recibir pero no ser recibido, y no poseer otros rocíos de bendición que los que por necesidad irán seguidos por el fuego y el azufre?
El mundo es una isla flotante, y si nosotros echamos nuestra anda en él, vamos a ser arrastrados por él. Dios, y todo lo, que El ha hecho, no es más que Dios sin nada de lo que ha hecho. El es bastante sin la criatura, pero la criatura no es nada sin El. Por tanto,,es mejor gozar de El sin nada más, que gozar de todo lo demás sin El. Wm. Secker
Vers. 7. Tú diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundan en grano y en mosto. «Es mejor sentir el favor de Dios una hora en nuestras almas arrepentidas, que estar sentado durante edades bajo el sol más cálido que ofrece este mundo.» Cristo en el corazón es mejor que el grano en el granero o el vino en la cuba. El trigo y el vino son los frutos de este mundo, pero la luz del rostro de Dios es el fruto abundante del cielo. Que mi granero esté vacío, que yo estoy lleno todavía de bendiciones porque Jesucristo me sonríe; pero si tengo todo el mundo, sigo siendo un pobre si no le tengo a El.
Este versículo son las palabras del justo en oposición a los dichos de muchos. ¡Qué rápidamente da evidencia la lengua del carácter! «¡Habla, que pueda verte!», dijo Sócrates a un joven de buen parecer. El metal de una campana se conoce mejor por el sonido. Los pájaros revelan su naturaleza al cantar. C. H. S.
¡Qué locura es que los favoritos del cielo hayan de envidiar a los hombres del mundo, que en el mejor de los casos se alimentan de las migajas que caen de la mesa de Dios! Thos. Brooks
Vers. 8. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque sólo Tú, Jehová, me haces vivir confiado. Una conciencia tranquila es una buena compañía en la almohada. Cuántas veces nuestras horas de desvelo pueden ser achacadas a nuestra mente en desorden y desconfiada.
Aquel a quien mece la fe en su sueño duerme dulcemente. No hay almohada tan dulce como una promesa; no hay cobertura tan caliente como un interés seguro en Cristo. C. H. S.
Ahora tenemos que retirarnos un momento de la contienda y disputa y de la hostilidad abierta de los enemigos, a la quietud e intimidad de nuestro dormitorio. Y allí hay algo que ha de ser inefablemente dulce para el creyente, porque le muestra el cuidado exquisito de Dios, la individualidad de su amor; la forma en que El condesciende y obra, no sólo en las cosas importantes, sino también en las pequeñas; no sólo cuándo se puede obtener gloria de grandes resultados, sino cuando no hay que alcanzar nada excepto la gratitud y amor de una pobre criatura, cuya vida ha sido protegida y preservada en un período de sueno. ¡Qué bienaventurado sería si pensáramos en El como presente en todas las horas de la enfermedad, la inquietud y el
dolor!
Hay algo conmovedor en este «me acostaré» del Salmista. En este acostarse, él renuncia voluntariamente a toda guardia personal de sí mismo. Muchos creyentes se acuestan, pero no duermen. Quizá se sientan seguros en cuanto a su cuerpo, pero los cuidados y la ansiedad invaden la intimidad de su habitación. Hay una prueba en la quietud; y con frecuencia la habitación quieta exige más confianza que un campo de batalla. ¡Oh, si pudiéramos confiar más en Dios para nuestras cosas personales! ¡Oh, si El fuera el Dios de nuestro dormitorio, así como de nuestros templos y hogares en general!
El hermano del obispo Ridley se le ofreció para permanecer a su lado durante la noche que precedió a su martirio, pero Ridley declinó el ofrecimiento, diciendo que «quería acostarse y dormir tan confiado como lo había hecho toda su vida». Philip Bennett Power
viernes, 28 de enero de 2011
TESOROS DE DAVID "SALMO 3" Charles Spurgeon
Un Salmo de David cuando huía de delante de Absalón su hijo. Podemos recordar la triste historia de la huida de David de su propio palacio, cuando en plena noche cruzó el vado del Cedrón y se escapó con unos pocos fieles servidores, para esconderse durante un tiempo de la furia de su hijo rebelde. Recordemos que David en esto era un tipo del Señor Jesucristo. El también huyó; El también pasó el vado del Cedrón cuando su propio pueblo se rebeló contra El, y con un grupito de seguidores se dirigió al jardín de Getsemaní. El también bebió las aguas del arroyo en su camino, y por tanto levantó su cabeza. Muchos estudiosos, titulan este Salmo «el
Himno matutino». ¡Ojalá nos despertemos siempre con la santa confianza en nuestros corazones y un cántico en nuestros labios!
Este Salmo puede ser dividido en cuatro partes de dos versículos cada una. En los primeros dos versículos tenemos a David presentando una queja a Dios contra sus enemigos; luego, declara su confianza en el Señor (3, 4), canta su seguridad en el sueño (5, 6) y se siente corroborado para el conflicto futuro (7, 8). C. H. S.
Vers. 1. Jehová, ¡Oh cuánto se han multiplicado mis adversarios! Los adversarios vienen en grupo. La aflicción tiene una familia numerosa. Muchos son los que se levantan contra mí. Las legiones de nuestros pecados, los ejércitos de enemigos, la muchedumbre de dolores corporales, la hueste de aflicciones espirituales, y todos los aliados de la muerte y el infierno, se han dispuesto en batalla contra el Hijo del hombre. C. H. S.
¡Qué engañosos y peligrosos son todos ellos! ¡Y qué poca fidelidad y constancia se halla entre los hombres! David tenía el afecto de sus súbditos tanto como puede haberlo tenido cualquier otro rey, y, con todo, de repente, ¡los perdió todos! MATHEW HENRY
Vers. 2. Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación de Dios. David se queja delante de su Dios amante de la peor arma de sus enemigos en sus ataques, y la gota más amarga de sus penas. Este era el comentario más hiriente de todos, pues declaraban que no había salvación para él en Dios. Con todo, David sabía en su propia conciencia que había dado base hasta cierto punto para esta exclamación, porque había cometido pecado contra Dios a la misma luz del día.
Si todas las pruebas que nos vienen del cielo, todas las tentaciones que ascienden del infierno, y todas las cruces que se levantan de la tierra pudieran mezclarse y oprimirnos, no podrían hacer una prueba tan terrible como la que está contenida en este versículo. Es la más amarga de todas las aflicciones: temer que no haya ayuda ni salvación para nosotros en Dios. No obstante, recordemos que nuestro bendito Salvador tuvo que sufrir esto el grado sumo cuando exclamó: «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?» C. H. S.
Cuando el creyente pone en duda el poder de Dios, o su interés en él, su gozo desaparece como la sangre sale de una arteria cortada. Este versículo es, verdaderamente, una herida dolorosa. WM. GURNALL
Un hijo de Dios se sobresalta ante el mismo pensamiento de desesperar de la ayuda de Dios; no puedes afligirle con algo peor que el intentar persuadirle de que «No hay salvación para él en Dios». MATTHEW HENRY
Selah. La palabra ocurre setenta y tres veces en los Salmos, y tres veces en el libro de Habacuc. ALBERT BARNES
Vers. 3. Tú eres mi gloria. ¡Oh, que tengamos la gracia de ver nuestra gloria futura en medio del oprobio presente! Hay una gloria presente en nuestras aflicciones, si podemos discerniría, porque no es algo sin importancia el tener la comunión de Cristo en sus sufrimientos. David fue honrado cuando ascendió al Olivete, llorando, con la cabeza cubierta; porque en todo fue hecho como su Señor.
¡Nosotros podemos aprender, a este respecto, a gloriarnos también en las tribulaciones! C. H. S.
Vers. 4. Con mi voz clamé a Jehová. Cuando la oración va en vanguardia, a su debido tiempo la liberación cubre la retaguardia. Thos. Watson
Y El me respondió. Con frecuencia he oído que algunas personas dicen en oración: «Tú escuchas la oración, y la respondes, oh Dios»; pero la expresión contiene algo superfluo, puesto que para Dios escuchar es, según las Escrituras, lo mismo que responder. C. H. S.
Vers. 5. Yo me acosté y dormí. Hay un sueño de presunción; ¡Dios nos libre de él! Hay el sueño de la santa confianza; ¡Dios nos ayude a cerrar los ojos para disfrutarlo! C. H. S.
Tiene que haber sido verdaderamente una blanda almohada la que pudo hacer que David olvidara su peligro cuando un ejército rebelde estaba avanzando en su búsqueda; con todo, tan trascendente es la influencia de esta paz, que puede hacer que la criatura se acueste tan alegremente para dormir en la tumba como si fuera la cama más blanda. Se puede decir que el niño que llama para que le pongan en la cama está dispuesto; algunos de los santos han deseado que Dios les pusiera a descansar en sus camas de polvo, y esto, no como resultado de una desazón o aflicción presente, como hizo Job, sino por un dulce sentido de esta paz en su pecho.
«Ahora despide a tu siervo en paz, porque mis ojos han visto tu salvación», fue el cántico del anciano Simeón. Wm. Gurnall
Una buena conciencia puede dormir en la boca de un cañón; la gracia es una cota de malla para el cristiano, el cual no teme la flecha ni la bala. Thos. Watson
Jehová me sostenía. Nos sería muy útil considerar el poder sustentador manifestado en nosotros en tanto que estamos durmiendo. En el flujo de la sangre, en el dilatarse y contraerse los pulmones, etc., en el cuerpo y en la continuidad de las facultades mentales, en tanto que la imagen de la muerte está sobre nosotros.C. H. S.
Cristo, en las palabras de este versículo, da a entender su muerte y su sepultura. Martin Lutero
Vers. 6. No temeré a diez millares de gente, que pongan sitio contra mí. El Salmista confiará a pesar de las apariencias amenazadoras. El Salmista no temerá aunque haya diez mil enemigos que le rodeen. Los creyentes débiles ahora están dispuestos a excusarse, y nosotros mismos estamos demasiado dispuestos a hacer uso de excusas; en vez de sobreponernos a las debilidades de la carne, nos refugiamos bajo la misma y la usamos como una excusa. El confiar solamente cuando las apariencias son favorables, es navegar sólo con el viento y la marea, creer sólo cuando podemos ver. ¡Oh!, sigamos el ejemplo del Salmista y busquemos esta fe sin límite que nos permitirá confiar en Dios, venga lo que venga. Philip Bennett Power en «Yo quiero» en los Salmos»
No importa quiénes sean nuestros enemigos, por más que sean legiones en cuanto al número; en cuanto al poder, principados; en sutileza, serpientes; en crueldad, dragones; en ventaja de emplazamiento, príncipes del aire; en cuanto a malicia, maldades espirituales; más fuerte es el que está con nosotros que los que están contra nosotros; no hay nada que nos pueda separar del amor de Dios. En Cristo Jesús nuestro Señor seremos más que vencedores. Wm. Cowper
Vers. 8. La salvación es de Jehová. Este versículo contiene la suma y sustancia de la doctrina calvinista. Escudriña las Escrituras, y si las lees con la mente abierta y sincera, te persuadirás de que la doctrina de la salvación, por la gracia solamente, es la gran doctrina de la Palabra de Dios.
Este es un punto con respecto al cual estamos en pugna constante. Nuestros oponentes dicen: «La salvación pertenece a la voluntad libre del hombre; sino al mérito del hombre, por lo menos a la voluntad del hombre»; pero nosotros sostenemos y enseñamos que la salvación desde el principio al fin, en cada punto y detalle de la misma, pertenece al Dios Altísimo. Es Dios el que escoge a su pueblo. Él los llama por su gracia; Él los aviva por medio de su Espíritu, y los guarda con su poder. No es del hombre ni por el hombre; «no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que muestra misericordia». Todos hemos de aprender esta verdad experimentalmente,
porque nuestra carne y sangre orgullosas nunca nos permitirán aprenderla de otra manera. C. H.S.
Sobre tu pueblo sea tu bendición. Aquellos cristianos de primera magnitud, de los cuales el mundo no era digno, «experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada» (Hebreos 11:36, 37).
¡Cómo! ¿Y durante todo este tiempo de sufrimiento eran bienaventurados? Un hombre carnal podría pensar que si esto es bendición, que Dios le libre de ella.
Pero, sea cual sea la opinión que tengamos del hecho, nuestro Cristo Salvador, dijo que el hombre piadoso es bienaventurado; aunque lleve luto, aunque sea un mártir, es bienaventurado.
Job, sentado en las cenizas de la basura, era bienaventurado. Los santos son bienaventurados cuando son maldecidos. Los santos, aunque sean magullados y heridos, son bienaventurados. Thos. Watson
sábado, 22 de enero de 2011
ENTREVISTA CON DIOS
Solicité, nada menos, que reunirme con Dios. Y lo extraordinario es que se me concedió. Y escogí solo dos preguntas. Nada más.
“Pasa”, me dijo Dios, “así que quieres entrevistarme?” “Bueno”, le contesté, “si tienes tiempo…” Se sonríe por entre la barba y dice: “Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo; qué preguntas quieres hacerme?” “Ninguna nueva ni difícil para ti, solo dos”
- ¿Qué es lo que más te sorprende de los hombres?
- Que se aburren de ser niños apurados por crecer, luego suspiran por regresar a ser niños. Que primero pierden la salud para tener dinero y enseguida pierden el dinero para recuperar la salud.
- Que por pensar ansiosamente en el futuro descuidan su hora actual, con lo que no viven ni el presente ni el futuro.
- Que viven como si no fueran a morirse, y se mueren como si no hubieran vivido, y pensar que yo…
Con los ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada dejó de hablar. Sus manos toman fuertemente las mías y seguimos en silencio. Después de un largo tiempo y para cortar el clima, le dije:
- ¿Me dejas hacerte otra pregunta?
- No me respondió con palabras sino con su tierna mirada.
- Como padre, ¿qué es lo que le pedirías a tus hijos?…
- Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame. Lo que si pueden hacer es dejarse amar.
Que aprendan que toma años construir la confianza, y sólo segundos para destruirla.
Que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quién tienen en sus vidas.
Que no es bueno compararse con los demás, pues siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.
Que rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
Que aprendan que deben controlar sus actitudes, o sus actitudes lo controlarán.
Que bastan unos solos segundos para producir heridas profundas en las personas que amamos, y pueden tomar años en ser sanadas.
Que aprendan que a perdonar se aprende practicando. Que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no sabe cómo demostrarlo.
Que aprendan que el dinero lo compra todo menos la felicidad.
Que a veces cuando están molestos tienen derecho a estarlo, pero eso no les da derecho a molestar a quienes los rodean.
Que los grandes sueños no requieren de grandes alas, sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.
Que los amigos de verdad son tan escasos que, quien ha encontrado uno, ha encontrado un verdadero tesoro.
Que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros, algunas veces deben perdonarse a sí mismos.
Que aprendan que son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen. Que lo que siembran cosechan, si siembran chismes cosecharán intrigas, si siembran amor cosecharán felicidad.
Que aprendan que la verdadera felicidad no es lograr sus metas, sino ser feliz con lo que tienen. Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte, sino producto de sus decisiones. Ellos deciden ser felices con lo que tienen, o morir de envidia y celos por lo que les falta.
Que sin importar las consecuencias, aquellos que son honestos consigo mismos llegan lejos en la vida.
Que cuando un amigo llora con ellos encuentran la fortaleza para vencer sus dolores.
Que aprendan que querer y amar no son sinónimos, sino antónimos, el querer lo exige todo, el amar lo entrega todo.
Que nunca harán nada tan grande para que Dios los ame más, ni tan malo para que los ame menos, simplemente los ama, a pesar de sus conductas.
Que aprendan que la distancia más lejos que pueden estar de MI es la distancia de una simple oración…
Y así, en un encuentro profundo, tomados de las manos, continuamos en silencio. Mi mejor reportaje ha terminado. ¡Cuánta sabiduría! ¿Será posible que alguna vez aprendamos?