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viernes, 31 de agosto de 2012

Usos y Costumbres en los tiempos Biblicos: Educacion de la Juventud



Educación de la Juventud

Un estudio sobre la educación en las tierras bíblicas desde antes y después de los
tiempos bíblicos se situará en las maneras y costumbres del pueblo, y arrojará luz sobre ciertos pasajes bíblicos.

LAS ESCUELAS DE UR, CUANDO ABRAHAM ERA NIÑO

La expedición arqueológica presidida por Sir Charles Leonard Woolley llevada al cabo en Ur de los Caldeos, que duró de 1922 a 1934, ha probado que existieron escuelas en la ciudad en que Abrahán pasó su juventud. Se descubrieron ladrillos de arcilla que indican algunas de las materias que se enseñaban en esas escuelas. Los alumnos escribían sus lecciones en ladrillos, y lecciones de vocabulario al dictado. En aritmética, tenían la tablas de multiplicar y dividir, y alumnos más avanzados sabían raíz cuadrada y raíz cúbica, con lecciones de geometría práctica. Las lecciones de gramática incluían ejemplos de conjugación de verbos. Estas revelaciones juntas a otros descubrimientos en Ur, nos dan idea de que Abrahán venía de una ciudad muy civilizada. Sin duda que él asistió a alguna de estas escuelas.

Es cierto que Abraham y Sara estaban familiarizados con leyes de Hamurabí,
habiéndoles sido ensañado este código de babilónicas en su juventud. 
La explicación a la acción de Sara al a su criada Agar como una esposa secundaria (Gen. 16), fue porque la ley de Hamurabí consentía que se hiciese. Una acción parecida repitió en las relaciones de la familia de Jacob (Gen. 30). Pero después que la ley de Moisés entró en vigor, desapareció esta costumbre en Israel.

ESCUELAS DE EGIPTO CUANDO MOISES ERA JOVEN

Esteban nos da el relato de que "Fue enseñado Moisés en sabiduría de los egipcios" (Hech. 7:22). Nos ha venido de la tierra del Nilo una rica información para hacernos saber lo valioso que la educación de este legislador en Egipto.
La tradición nos dice que Moisés concurrió a la escuela del templo del Sol en Heliópolis.

Fue allí sin duda donde aprendió a leer y a escribir. Hay indicaciones que recibía lecciones de aritmética, usando la anotación de la escala decimal. Debe haber estudiado suficiente geometría que le permitió estar familiarizado con la agrimensura, el arte de medir la tierra, y sus conocimientos de matemáticas le llevaron a la trigonometría. Los egipcios también estudiaban la astronomía, así como la arquitectura. También tenían algunos conocimientos de la ciencia médica y dental, y conocían la anatomía y la química, teniendo también conocimientos de los metales, porque tenían minas de oro, y de cobre, y estaban familiarizados con el uso del hierro y la manufactura del bronce. La música también la consideraban como una materia importante en las escuelas egipcias. Moisés debe haber tenido una cultura amplía, y de acuerdo con las normas del Egipto antiguo, que eran de alto calibre.

LA EDUCACION BAJO LA LEY DE MOISES

La obligación de educar a la juventud había sido delegada por la ley mosaica a los padres hebreos. El hogar debía ser la escuela v los padres eran los maestros. 

El Reglamento
dice así:
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa y, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes: y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas" Deut. 6:6-9).

Las fiestas de la Ley tales como la Pascua estaban diseñadas en tal forma que los
jóvenes no tenían más que hacer esta pregunta: “¿Que rito os éste vuestro?" Ex.12:26), dando así a los padres una oportunidad para explicarles su verdadero significado.

El tabernáculo, y más tarde el templo, debían ser lecciones objetivas de la verdad
divina. Cada séptimo año, en la fiesta de los tabernáculos, el sacerdote leía la Ley al pueblo.

De esa manera también lo sacerdotes y los levitas eran maestros en la tierra. Luego se levantó un orden de profetas, principiando con Moisés y continuando a través de una larga e ilustre línea, quienes fueron sin duda valiosos maestros de la juventud en la tierra. Fueron desarrolladas por ellos escuelas especiales para el entrenamiento de los jóvenes profetas, como luego lo veremos.

LAS ESCUELAS DE PROFETAS

Por causa de la declinación moral del sacerdocio bajo Eh y sus malvados hijos, Samuel tuvo la inspiración de formar una escuela de profetas, donde los jóvenes, mayormente los levitas, se entrenaban para enseñar la ley de Dios al pueblo. Había una de esas escuelas en la ciudad de Rama presidida por Samuel, y a la cual huyó David estando allí por algún tiempo cando Saúl le buscaba para matarlo (1 Sam. 19:18-21). Parece que había otra escuela en Gilgal donde Samuel menciona "una compañía de profetas" (1 Sam. 10.5, 10), en los días de Elías y Eliseo, se hacía referencia a "los de los profetas” (1 Reyes 20:35), que vivían juntos en Gilgal, Bethel y Jericó (2 Reyes 2:1, 3, 5; 4:38). Cerca de cien profetas comieron con Eliseo en Gilgal (2 Reyes 4:38-44). Puede haber existido tantos como esos en Jericó, porque se hace mención de "cincuenta varones de los hijos de los profetas" (2 Reyes, 2:7), que fueron buscar el cuerpo de Elías. Sin duda estas escuelas eran para la enseñanza y estudio de la ley y la historia de Israel, cultivando también la música y poesía sagradas. La escritura de la historia sagrada a ser una parte importante del trabajo de los profetas. A estos jóvenes se les estudiaba mental y espiritualmente para ver que estuvieran en capacidad para ejercer una mayor influencia para el bien sobre pueblo de su tiempo.

LAS ESCUELAS DE LAS SINAGOGAS CUANDO JESUS ERA UN NIÑO

Cuando Jesús hubo crecido hasta convertirse en un joven, sin duda que concurría a la escuela de la sinagoga, en la villa de Nazareth). El niño judío era enviado a esta escuela cuando estaba entre el quinto y el sexto año de su vida. Los alumnos cada uno estaban de pie juntamente con el maestro, o se sentaban en el piso en un semicírculo, dando frente al maestro. Cuando los niños tenían diez de edad, la Biblia era su único texto. De los diez a los quince años la ley tradicional era la materia más importante, y un estudio de teología como se enseñaba en el Talmud era aplicado a aquellos mayores de quince años de edad. El estudio de la Biblia principiaba el libro de Levítico, y se continuaba con otros pasajes del Pentateuco,
luego seguían con los Profetas, y finalmente las demás Escrituras Debido a la notable familiaridad de Jesús con las Santas Escrituras, podemos estar justamente ciertos de que su hogar de Nazareth tenía una copia completa del Libro Sagrado. Sin duda él amaba meditar sobre sus páginas en su casa después de haber recibido sus enseñanzas en la escuela.

LA ESCUELA RABINICA EN LOS TIEMPOS DE PABLO

En tiempos de Pablo había dos escuelas rivales de teología rabínica, la escuela de Hilel a la que Pablo asistía en Jerusalén, y la escuela de Shamai. La primer escuela era el más liberal, como nosotros pudiéramos pensar en la actualidad, y ponía un énfasis tremendo sobre las tradiciones orales de los judíos. Como un joven de 13 años de edad, Saulo de Tarso fue a Jerusalén para principiar su entrenamiento, bajo el gran maestro Gamaliel. Pablo se graduó en esta escuela y vino a ser el típico rabí fariseo. De su entrenamiento, él mismo decía: "Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, enseñado conforme a la verdad de la ley de la patria, celoso de Dios, como todos vosotros sois hoy" (Hech. 22:3).

El entrenamiento de Jesús cuando era joven había sido bajo la otra escuela, donde
había menos conflicto sobre la tradición, y más sobre las enseñanzas espirituales de la Ley y los Profetas. En los días antes de su conversión, como Saulo había resentido lo que Jesús dijo de los fariseos, "¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición" (Mat. 15:3, 6).

LAS ESCUELAS ROMANAS EN EL PRIMER SIGLO

Hoy se sabe que hubo veinte escuelas de gramática en Roma cuando el apóstol Pablo hizo su primera visita a la ciudad. A señoritas lo mismo que a jóvenes se les permitía ir a la escuela, pero hay evidencia que más jóvenes que señoritas aprovechaban este privilegio.

La referencia de Pablo al “ayo” Gál. 3:24) de estas escuelas romanas, fue primeramente mal entendida por muchos, hasta que los escritos papiros arrojaron luz sobre su significado. El individuo llamado en nuestra traducción "ayo" realmente no era el jefe o maestro:
más bien un esclavo fiel cuya obligación era llevar y a los hijos de su jefe a la escuela y cuidar de que no les sucediera algún mal. Pablo comparaba a Cristo con el maestro real, y la ley era semejante el esclavo cuya obligación era llevar al alumno al maestro.

Los descubrimientos arqueológicos en Efeso indican que la cuela de Tirano en la que Pablo discutía cada día, (Hech.19:9), probablemente era la escuela elemental, donde el maestro en algunas horas por la mañana y algunas veces por la tarde. Así el cuarto podía estar a disposición de Pablo cuando lo necesitase, de tal manera que los cuartos de escuela estaban situados adyacentes a la calle prestándose admirablemente a su propósito.

Bosquejos Biblicos Samuel Vila




GRANDES COSAS DE JUAN 3:16

1. Un gran Dios (2 Cr. 2:5; Sal. 86:10).

2. Un gran amor (1 Jn. 4:8, 16; Ro. 5:8).

3. Una gran compañía (1 Jn. 2:2; Jn. 3:17).

4. Un gran don (2 Co. 9:15).

5. Un gran Salvador (Mt. 1:21; Hch. 4:12).

6. Una gran invitación: «todo aquel» (Ap. 22:17).

7. Una gran seguridad: «que cree» (Ro. 10:9, 10).

8. Una gran liberación: «perezca» (Jn. 14:6).

9. Una gran recompensa: vida eterna (Sal. 23:6; Jn. 5:24).

Los Fundamentos de la Vida Cristiana: Quienes somos en Cristo



Quiénes somos en Cristo

a) Recibimos una vida nueva

Tenemos vida eterna (Juan 3:16).

Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por medio del Espíritu Santo (Romanos 5:5). Hemos recibido el testimonio del Espíritu (Romanos 8:16). 
Nos ha sido dada la mente de Cristo (1 Corintios 2:16). Nuestro cuerpo ha sido hecho templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19).
Tenemos a nuestra disposición los dones del Espíritu Santo (1 Corintios 12:4-11). Hemos llegado a ser parte del cuerpo de Cristo (1 Corintios12:27).
Tenemos al Espíritu Santo como sello de que le pertenecemos, en nuestro corazón (2 Corintios 1:22). 
Hemos sido redimidos de la maldición de la ley (Gálatas 3:13). 
Hemos sido sellados por el Espíritu (Efesios 1:13-14). Nos ha vivificado con Cristo (Colosenses 2:13).
Hemos sido renovados por el Espíritu Santo (Tito 3:5). 
Hemos renacido por la Palabra de Dios (1 Pedro 1:23).
Hemos sido perdonados y limpiados en la sangre de Jesús (1 Juan 1:7-9). 
Hemos nacido de Dios (Juan 2:29).

b) Entramos en una nueva relación con Dios

Nos hemos convertido en hijos de Dios (Juan 1:12; Romanos 8:16). Conocemos al único Dios verdadero (Juan 17:3).
Tenemos paz con Dios (Romanos 5:1).
Estamos reconciliados con Dios (Romanos 5:10).
No sólo somos sus hijos sino que El es nuestro Padre (Romanos 8:15). Hemos sido hechos coherederos con Cristo (Romanos 8:17).
Somos posesión de Cristo (1 Corintios 3:23).
Hemos sido transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor (2 Corintios 3:18).
Somos nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17).
Somos crucificados con Cristo (Gálatas 2:20).
Somos aceptos en el amado (Efesios 1:6).
Estamos vivos con Cristo (Efesios 2:5).
Somos miembros de la familia de Dios (Efesios 2:19).
Podemos acercarnos a Dios con libertad y confianza (Efesios 3:12).
Podemos confiar en que El que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará (Filipenses 1:6). Todo lo podemos en Cristo Jesús (Filipenses
4:13).
Somos aptos para participar de su herencia (Colosenses 1:12).
Pertenecemos a Dios (1 Pedro 2:9).
Participamos de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4).

C) Hemos sido liberados del pecado

Somos librados de la esclavitud (Juan 8:31-36). Hemos sido librados del pecado (Romanos 6:18).
Ya no estamos bajo la condenación (Romanos 8:1).
Deberíamos ocuparnos de las cosas del Espíritu (Romanos 8:5-6). Hemos sido salvos de las consecuencias del pecado (Romanos 10:13). Hemos sido hechos justos y santos (1 Corintios 1:30). Somos limpiados, santificados y justificados 
(1 Corintios 6:11). Somos redimidos (Efesios 1:7).
Ya no vivimos haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos (Efesios 2:3).
Ya no somos hijos de ira (Efesios 2:3).
Por gracia hemos sido salvos por medio de la fe (Efesios 2:8). Somos perdonados (Colosenses 1:14).
Somos completos en Cristo (Colosenses 2:10).
Nuestra naturaleza es cambiada (Colosenses 3:9-10). 
Somos limpiados de una mala conciencia (Hebreos 10:22). 
Hemos sido sanados (1 Pedro 2:24).
Hemos muerto al pecado y vivimos en la justicia (1 Pedro 2:24). 
Hemos sido purificados de nuestros antiguos pecados (2 Pedro 1:9).

d) Somos apartados en el mundo

Somos más que vencedores en Cristo Jesús (Romanos. 8:37).
Somos embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20).
Vivimos por fe en el Hijo de Dios (Gálatas 2:20).
Hemos sido crucificados al mundo (Gálatas 6:14).
Hemos sido resucitados con Cristo y sentados en los lugares celestiales (Efesios 2:6).
Somos conciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios (Efesios 2:19).
Hemos sido librados de la potestad de las tinieblas, y trasladados al Reino de Dios (Colosenses 1:13). Nos ha sido dada la esperanza de gloria (Colosenses 1:27).
Esperamos con mucha ilusión un cielo nuevo y una tierra nueva, un hogar de justicia (2 Pedro 3:12). Hemos vencido al mundo (1 Juan 5:4-5).

e) Preguntas y puntos de discusión

1. ¿Por qué muchos cristianos parece que no viven todo lo bueno que hay para ellos en Cristo Jesús? Discútelo. 

2. ¿Tenemos que vivir a nuestra manera solos, o tenemos ayuda? (Juan 14:26; Juan 16:13-15).
3. Cuando empezamos a vivir en lo bueno de quién somos en Cristo, ¿qué respuesta podemos esperar del mundo? Discútelo. (Juan 15:18 - 16:4).

F) Resumen y aplicación

1. Tenemos una herencia gloriosa cuando estamos en Cristo Jesús.
2. Necesitamos dejar la excusa de ignorancia y aprender quién somos en Cristo, según la Palabra de Dios y luego vivir en lo bueno de este conocimiento.
3. Necesitamos morir a nuestra vida y naturaleza antigua y vivir como Cristo Jesús quiere que vivamos, siendo obedientes a Dios el Padre y viviendo en el poder del Espíritu Santo.

Bosquejos Biblicos Samuel Vila


ALGUNOS «DEBEMOS» DE LA BIBLIA

(Juan 3:7)

1. Debemos orar siempre (Lc. 18:1; Sal. 91:1; Mt. 6:6).

2. Debemos leer las Escrituras (Col. 3:16; 1 P. 2:2).

3. Debemos asistir a los cultos de la iglesia (He. 10:25).

4. Debemos dar testimonio (Ro. 10:9, 10).

5. Debemos traer nuestras ofrendas al Señor (Mal. 3:7–12; 2 Co. 9:7).

6. Debemos ser sinceros (Jn. 4:24; Mt. 5:8).

7. Debemos comparecer ante el Tribunal de Cristo (2 Co. 5:10).

Génesis 26; Comentario Biblico de Matthew Henry



Versículos 1—5. Isaac va a Gerar debido a una hambruna.
6—11. Niega a su esposa y es reprendido por Abimelec. 
12—17. Isaac se enriquece—La envidia de los filisteos. 
18—25. Isaac excava pozos—Dios lo bendice. 
26—33. Abimelec hace un pacto con Isaac. 
34, 35. Las esposas de Esaú.

Vv. 1—5. Isaac había sido educado en una dependencia de fe en la concesión divina de la tierra de Canaán para él y sus herederos; ahora que hay hambre en la tierra, Isaac sigue aferrado al pacto. El valor real de las promesas de Dios no puede disminuir para el creyente por ninguna providencia contraria que le sobrevenga. Si Dios se compromete a estar con nosotros y nosotros estamos donde Él quiere, nada sino nuestra propia incredulidad y desconfianza pueden impedir nuestro consuelo. La obediencia de Abraham a la orden divina fue la evidencia de esa fe por la cual, como pecador, fue justificado ante Dios, y el efecto de ese amor por el cual obra la fe verdadera. Dios testifica que él aprobó esta obediencia para animar a otros, especialmente a Isaac.

Vv. 6—11. Nada hay de imitable ni de excusable en la negación que hace Isaac de su esposa. La tentación de Isaac es la misma que venció a su padre y en dos ocasiones. Esto hizo que su pecado fuera más grave. Las caídas de los que nos han precedido son otras tantas rocas sobre las cuales han naufragado los demás; el relato de ellas es como poner boyas para salvar a los marineros del futuro. Este Abimelec no es el mismo que vivió en la época de Abraham pero ambos actuaron rectamente. Los pecados de los profesantes los avergüenzan delante de los que no son religiosos.

Vv. 12—17. Dios bendijo a Isaac. Obsérvese que Dios le bendijo con gran crecimiento para estimular a los inquilinos pobres, honestos y trabajadores que trabajan las tierras de otras personas. —Los filisteos envidiaban a Isaac. Este es un ejemplo de la vanidad del mundo; pues mientras más tengan los hombres, más envidia suscitan y se ven expuestos a la censura y a la injuria. También pertenece a la corrupción de la naturaleza el que sin duda es un mal principio: que los hombres se lamenten por el bien de otros. Ellos hicieron que Isaac saliera del país de ellos. La sabiduría que es de lo alto nos enseña a ceder nuestro derecho y a retirarnos de las peleas. Si somos injustamente expulsados de un lugar, el Señor nos hará lugar en otra parte.

Vv. 18—25. Isaac se enfrentó a mucha oposición al excavar pozos. Dos fueron llamados Contención y Enemistad. Vea la naturaleza de las cosas mundanas: provocan peleas y ocasionan discordias; y a menudo la suerte del más tranquilo y pacífico es que aunque evite las peleas no puede impedir que se peleen con él. ¡Qué misericordia es tener mucha agua y tenerla sin pelear por ella! Isaac excavó un pozo, a la larga, por el cual no contendieron. Aquellos que se esfuerzan por lograr la tranquilidad rara vez fracasan. Aun cuando los hombres son falsos y malos, Dios sigue siendo fiel y bondadoso; y su tiempo para mostrarse así es cuando más desengañados estamos de los hombres. La misma noche en que Isaac llegó a Beerseba agotado e inquieto, Dios dio consuelo a su alma. Quienes están seguros de la presencia de Dios pueden moverse con comodidad.

Vv. 26—33. Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace que estén en paz con él, Proverbios xvi, 7. Los corazones de los reyes están en sus manos y cuando le place puede volverlos para favorecer a su pueblo. No es malo estar alerta al tratar con quienes han actuado injustamente. Pero Isaac no insistió en la injusticia que le habían hecho; entabló libremente amistad con ellos. La religión nos enseña a ser amistosos y, en cuanto dependa de nosotros, tener paz con todos los hombres. La providencia sonrió por lo que hizo Isaac; Dios bendijo sus labores.

Vv. 34, 35. Esaú fue necio al casarse con dos esposas juntas, y peor aun al casarse con cananeas, ajenas a la bendición de Abraham y sujetas a la maldición de Noé. Le dolió a sus padres que se casara sin el consejo ni consentimiento. Los hijos que causan preocupaciones a sus padres buenos tienen pocas razones para esperar la bendición de Dios.

domingo, 19 de agosto de 2012

Tesoros de David; Salmos 43 de Charles Spungeon


Tema: A causa de la semejanza de la estructura de este Salmo con el Salmo 42, se ha supuesto que es un fragmento separado por equivocación del cántico precedente; pero siempre es peligroso dejar cabida para teorías sobre errores en la Escritura, y en este caso sería difícil mostrar motivos para esta admisión.

Vers. 1. Júzgame, oh Dios. Puedo reírme de las lucubraciones de la mente humana si sé que Tú estás a mi lado.
Y defiende mi causa; líbrame de gente maligna. Cuando tratarnos con infieles, no es de extrañar que sean injustos, y por ello no se puede esperar que traten con justicia a su pueblo los que no son fieles a Dios. Odian al Rey y no pueden amar a 'sus súbditos. La opinión popular pesa para muchos, pero la opinión divina tiene mucho más peso para los que poseen la gracia. Una palabra de Dios pesa para él más que cien mil discursos de los hombres. El que confía en Dios en todas las cosas, lleva un escudo de bronce en su brazo y las flechas de la calumnia, al tocarlo, caerán sin clavarse en él. C. H. S.

Ahora bien, Dios no puede en justicia castigar dos veces; por lo tanto, habiendo sido herido Cristo, los creyentes han de ser curados (Isaías 53). A los creyentes se les ha imputado la justicia de Dios (2ª Corintios 5); por ello, Dios tiene que tratarlos como trata con su propia justicia.
Condensado de Nathanael Homes

Líbrame de gente maligna, y del hombre engañoso e inicuo. El engaño y la justicia van juntos; el que halaga no teme calumniar. De estos dos demonios nadie puede librarnos sino Dios.

Vers. 2. ¿Por qué me has desechado? Hay muchas razones por las cuales Dios podría habernos desechado, pero ninguna razón prevalecerá para que lo haga. El no desecha a su pueblo, aunque por un tiempo los trata como silos hubiera desechado. Aprende de esta pregunta que es bueno inquirir en las cosas oscuras, pero hemos de inquirir de Dios, no de nuestros temores. El que es el autor de una prueba misteriosa es el que mejor puede explicárnosla.

La incredulidad ciega yerra sin fallo, Y contempla la obra de Dios en vano;
Dios es su propio intérprete Y Él la explicará de modo claro. —C. H. S.

Vers. 3. Envía tu luz. «¡El día que comas de ella, ciertamente morirás!» Adán comió, y en aquel mismo día quedó sometido al pecado y a la muerte. Esta fue la verdad ejecutando el juicio. Pero surgió la luz de las tinieblas; los rayos de la misericordia templaron la nube espesa. La promesa del Gran Libertador fue pronunciada, y la fidelidad quedó alistada del lado de la gracia y pasó a
ocuparse en concederla; «la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron». A partir de entonces, todas las almas humildes y confiadas las han contemplado unidas y han hecho de su unión la base de su confianza y su gozo. Henry March
Estas me guiarán. Que ésta sea la estrella que me guíe al descanso.
Que éstos sean los guías alpinos que me conduzcan sobre las montañas y los precipicios de las moradas de gracia.
Me conducirán a tu santo monte, y a tus moradas. No buscamos luz para pecar ni verdad para ser ensalzados por ella, sino para que sean los guías prácticos para una comunión más íntima con Dios. C. H. S.

Vers. 4. Entraré al altar de Dios. Hacia este altar han convergido desde la eternidad todos los rayos de la luz del favor y la gracia divinos, y la verdad y la santidad divinas; y desde este punto brillan sobre el alma y el corazón del penitente pobre y alejado, atrayéndole al altar en que pueda encontrar a su Dios. John Offord

Al Dios de mi alegría y de mi gozo. No era en el altar como tal que se interesaba el Salmista; no creía en el paganismo de los rituales; su alma deseaba comunión espiritual, comunión con Dios mismo en la realidad. ¿Qué son los ritos del culto a menos que el Señor esté en ellos?; ¿qué son verdaderamente sino cáscaras vacías? C. H. S.

Vers. 5. Espera en Dios. El lema del mundo es «pájaro en mano». «Dame hoy», y «mañana veremos». Pero la palabra de los creyentes es spero meliora: mis esperanzas son mejores que las posesiones presentes. Elnathan Parr

Génesis 25; Comentario Bíblico de Matthew Henry


Versículos 1—10. La familia de Abraham por Cetura—Muerte y sepultura de Abraham. 
11—18. Dios bendice a Isaac—Los descendientes de Ismael. 
19—26. Nacimiento de Esaú y Jacob. 
27, 28. Diferentes caracteres de Esaú y Jacob. 
29—34. Esaú desprecia su primogenitura y la vende.

Vv. 1—10. No todos los días, hasta de los mejores y más grandes santos, son días notables; algunos se deslizan silenciosamente; tales fueron los últimos días de Abraham. He aquí una lista de los hijos de Abraham con Cetura y la disposición que él hizo de su patrimonio. Después de nacer estos hijos puso su casa en orden, con prudencia y justicia. Hizo esto mientras estaba vivo. Sabio es que los hombres hagan lo que tengan que hacer mientras viven, en la mayor medida posible. —Abraham vivió 175 años; justo cien años más que al entrar en Canaán; todo ese tiempo fue peregrino en un país extranjero. Poco importa que nuestra estada en esta vida sea larga o corta siempre y cuando dejemos detrás un testimonio de la fidelidad y bondad del Señor, y un buen ejemplo para nuestra familia. Se nos cuenta que sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron. Parece que el mismo Abraham los había reunido mientras él vivía. —No cerremos la historia de la vida de Abraham sin bendecir a Dios por tal testimonio del triunfo de la fe.

Vv. 11—18. Ismael tuvo doce hijos, cuyas familias llegaron a ser distintas tribus. Poblaron un país muy grande que yace entre Egipto y Asiria, llamado Arabia. La cantidad y la fuerza de esta familia fue el fruto de la promesa hecha a Agar y a Abraham en lo tocante a Ismael.

Vv. 19—26. Isaac parece no haber sido muy probado sino que pasó sus días tranquilamente. Jacob y Esaú fueron respuesta a la oración; sus padres los obtuvieron por oración luego de estar mucho tiempo sin hijos. El cumplimiento de la promesa de Dios siempre es seguro, aunque suele ser lento. La fe de los creyentes prueba y ejercita su paciencia, y las misericordias largamente esperadas son mejor recibidas cuando llegan. —Isaac y Rebeca tenían presente la promesa de que todas las naciones serían benditas en su descendencia, por tanto, no solamente deseaban hijos sino que ansiaban todas las cosas que parecieran marcar el futuro carácter de ellos. Nosotros debemos preguntar al Señor en oración por todas nuestras dudas. En muchos de nuestros conflictos con el pecado y la tentación podríamos adoptar las palabras de Rebeca: “Si es así, ¿para qué vivo yo?” Si uno es hijo de Dios, ¿por qué soy tan negligente o carnal? Si uno es hijo de Dios, ¿por qué tan temeroso o tan cargado con el pecado?

Vv. 27, 28. Esaú cazaba las bestias del campo con destreza y éxito hasta que llegó a ser un vencedor que dominaba a sus vecinos. Jacob era un hombre sencillo, que gustaba de los deleites verdaderos del retiro, más que de todos los pretendidos placeres. Él fue un extranjero y peregrino en su espíritu, y un pastor todos sus días. Isaac y Rebeca tuvieron solo estos dos hijos: uno era el favorito del padre y el otro de la madre. Aunque los padres piadosos deben sentir más afecto hacia un hijo piadoso, sin embargo, no deben mostrar preferencias. Que sus afectos los conduzcan a hacer lo que es justo y equitativo con cada hijo o surgirán males.

Vv. 29—34. Aquí tenemos la transacción hecha entre Jacob y Esaú por la primogenitura, que era de Esaú por nacimiento pero de Jacob por la promesa. Era un privilegio espiritual y vemos el deseo de Jacob por la primogenitura pero procuró obtenerla por medios torcidos, no según su carácter de hombre sencillo. Él tenía razón al codiciar fervientemente los mejores dones; hizo mal al aprovecharse de la necesidad de su hermano. La herencia de los bienes mundanos del padre de ellos no le correspondía a Jacob y no estaba incluida en esta proposición. Pero que incluía la posesión futura de la tierra de Canaán por parte de los hijos de sus hijos, y el pacto hecho con Abraham en cuanto a Cristo la Simiente prometida. El creyente Jacob valoró estas cosas por encima de todo; el incrédulo Esaú las despreció. Aunque debemos tener el juicio de Jacob para procurar la primogenitura, debemos evitar cuidadosamente toda malicia al tratar de conseguir aun las mayores ventajas.

El guiso de Jacob agradó a los ojos de Esaú. “Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo”; por eso fue llamado Edom o Rojo. Satisfacer el apetito sensual arruina miles de almas preciosas. Cuando los corazones de los hombres andan en pos de sus ojos, Job 31. 7, y cuando sirven a sus vientres, pueden tener la seguridad de que serán castigados. Si nos empeñamos en negarnos a nosotros mismos, rompemos la fuerza de la mayoría de las tentaciones. No puede suponerse que Esaú estuviera muriéndose de hambre en la casa de Isaac. Las palabras significan yo voy hacia la muerte; él parece decir: “Yo nunca viviré para heredar Canaán o ninguna de estas supuestas bendiciones futuras y lo que signifiquen para quien las tenga cuando yo esté muerto y haya partido”. Este sería el lenguaje de lo profano con que el apóstol lo califica, Hebreos 12. 16; y este menosprecio de la primogenitura es su culpa, versículo 34. Es la mayor necedad separarnos de nuestro interés en Dios, Cristo y el cielo, por las riquezas, los honores y los placeres de este mundo; es un negocio tan malo como el que vende su primogenitura por un plato de guiso. —Esaú comió y bebió, agradó a su paladar, satisfizo su apetito y, luego, se levantó descuidadamente y se fue, sin pensar seriamente ni lamentar el mal negocio que había hecho. Así, Esaú despreció su primogenitura. Por su negligencia y desprecio posteriores y justificándose en lo que había hecho, puso el asunto en el olvido. La gente es destruida no tanto por hacer lo que es malo como por hacerlo y no arrepentirse de ello.

sábado, 11 de agosto de 2012

Los fundamentos de la vida cristiana: Fe para salvación


Fe para salvación


a) Escrituras clave

Juan 3:16               Romanos 10:9-13
Lucas 13:23-25     Romanos 3:21-28


Introducción

La segunda condición principal para entrar en el Reino de los cielos es la fe salvadora. Para ser salvos y empezar a seguir al Señor Jesucristo como sus discípulos, debemos creer. Debemos creer que somos pecadores y que Jesús derramó su sangre y murió por nuestros pecados. Debemos arrepentimos de nuestros pecados y pedir a Dios que nos perdone por ello. Luego debemos entregar nuestra vida a Jesús y hacerle nuestro Señor y Salvador (Marcos 1:15; Hechos 20:21; Juan 1:12).

c) ¿Qué es la fe salvadora?

Es la fe que lleva a la salvación e implica varios aspectos:

- Someter tu vida a Dios (Salmo 37:5).

- Creer en Jesús (Juan 3:15).

- Hacerte obediente en el corazón (Romanos 6:17).

- Creer con el corazón (Romanos 10:9-10).

- Creer que la Biblia es la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17).

- Poner tu confianza en Dios (Hebreos 2:13).

- Invitar a Jesús en tu vida (Apocalipsis 3:20).


d) La ilustración del puente









e) Lo que significa nacer de nuevo

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
(2 Corintios 5:17)

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
(1 Tesalonicenses 5:23)

La Biblia deja muy claro que somos más que sólo cuerpo y alma. El cuerpo es, por supuesto, la parte física de nosotros. Nuestra alma se compone de nuestra mente, nuestra voluntad y nuestras emociones.

"Nuestra emoción expresa cómo nos sentimos, nuestra mente nos dice lo que pensamos y nuestra voluntad comunica lo que queremos".
Watchman Nee












"Hasta que el hombre nazca del Espíritu, su alma gobernará su vida. Está acostumbrado a valorar situaciones con su mente y llegar a sus propias conclusiones. Presta considerable atención a sus propias emociones, y a menudo permite que le rijan. Toma sus propias decisiones, basadas en el razonamiento de su mente, o como resultado de los deseos emocionales que tenga, o una combinación de los dos".
(Colin Urquhart: En Cristo Jesús).


Entonces antes de nacer de nuevo vivimos como gente de "dos partes" en la esfera de nuestro cuerpo y alma (ser interior). Nuestro espíritu humano está en realidad muerto, es decir, es inactivo e incapaz de afectar nuestras acciones, decisiones y deseos (ver Efesios 2:1-2).


El "nacer de nuevo" significa que recibimos vida en esta área profunda de nuestra personalidad que se ha muerto por el pecado. Cuando somos hechos vivos por el Espíritu de Dios podemos empezar a vivir como gente de "tres partes", es decir, ¡podemos saber lo que realmente significa estar vivos en cuerpo, alma y espíritu! (ver Gálatas 5:16-25; Romanos 8:19; Juan 3:3-8).


Jesús dice que no podemos ver el Reino de Dios hasta que nazcamos de nuevo. Ver el Reino significa experimentar la realidad de Dios, conocer el amor y el perdón de Dios y poder vivir en el Poder de Dios como El vive en nosotros por el Espíritu Santo.


f) La fe es un don de Dios

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe: y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
(Efesios 2:8-9)

No nacemos con la habilidad de poner nuestra fe en Dios. Esta fe es un don del Espíritu Santo, que es el que obra en nuestra vida para que en primer lugar nos volvamos a Dios. Cuando respondemos y escuchamos a Dios, nuestra vida está abierta para recibir este gran don de fe, el cual nos habilita para poner nuestra confianza en Dios y recibir a Jesús como nuestro Señor y Salvador..


g) Certeza de nuestra salvación

No nos debemos apoyar nunca en los sentimientos sino en los hechos:

- Lo que la Palabra de Dios nos dice (Juan 5:24; Hebreos 13:5; Juan 6:37; Romanos 8:38-39; Tito 1:2;
   Juan 10:28-29).

- El testimonio del Espíritu Santo en nosotros (Romanos 8:14-16; 1 Juan 3:24).


h) La oración del pecador

Haz esta oración o una similar si quieres que tus pecados sean perdonados y quieres convertirte en hijo de Dios y discípulo de Jesús.

"Señor Dios, reconozco que soy pecador. Creo que Jesús murió por mi pecado. Tomó el castigo que yo debía por mi pecado llevándolo en sí mismo en la cruz. Me arrepiento y me vuelvo de mis pecados y pido el perdón de Dios. Entrego mi vida a Jesús y le hago mi Señor y Salvador. Obedeceré sus mandamientos y viviré mi vida para su buen placer. Sé que ahora soy hijo de Dios y mis pecados son perdonados porque han sido limpiados por la sangre de Jesús. Alabado sea Dios. Amén".

Si has hecho esta oración, lee otra vez las Escrituras acerca de la certeza de nuestra salvación y dile a alguien que acabas de convertirte en cristiano. Necesitas confesar con la boca lo que acabas de hacer (Romanos 10:9-10). Necesitamos a otros que nos ayuden a crecer como discípulos nuevos de Jesús. Nadie puede ser una isla para sí mismo. Recuerda, la salvación es algo gozoso. Acabas de cambiar tu destino para la eternidad (Hechos 16:34; Hechos 8: 39).

i) Preguntas y puntos de discusión

1. ¿Qué dirías a alguien que te preguntase: "¿Cómo llegar a ser cristiano?" (Usa palabras sencillas para     
      que te pueda entender.)

2. ¿Cómo le asegurarías que ahora él es cristiano?

3. ¿Qué sucede en el momento en que aceptas a Jesucristo como tu Señor y Salvador?

4. ¿Por qué es importante creer que la Biblia es la Palabra de Dios, en términos de fe salvadora?

5. ¿Por qué la mayoría de la gente no reconoce que necesita ser salva? (2 Corintios 4:4).

6. Contrasta el resultado de seguir el camino de Dios con seguir el camino del hombre.

7. ¿Es la salvación el fin del camino o el principio?

j) Resumen y aplicación

1. Para ser salvo y ser discípulo de Jesús debes confesar tu pecaminosidad, arrepentirte de ello y pedir a Dios que te perdone por todo lo que hayas hecho que sea pecaminoso. Luego debes entregar tu vida a Jesús y pedirle que sea tu Señor y Salvador.

2. Cuando somos salvos recibimos el Espíritu Santo como depósito, garantía de nuestra salvación, y nuestro espíritu llega a tener vida (Efesios 1:13-14).

3. Cuando estamos en Cristo Jesús tenernos a nuestra disposición vida en abundancia (Juan 10:10).