Imagenes
▼
martes, 6 de septiembre de 2011
Tesoros de David: Salmos 27, Charles Spungeon
Este Salmo puede ser leído provechosamente en un triple plano: como lenguaje de David como refiriéndose a la iglesia y como referente al Señor Jesús. La plenitud de la Escritura aparecerá maravillosa de esta manera. C. H. S
Vers. 1. Jehová es mi luz y mi salvación. Allí donde no hay bastante luz para ver nuestra propia oscuridad y sentir anhelo del Señor Jesús, no hay evidencia de salvación. La salvación nos halla en la oscuridad, pero no nos deja allí. No se dice meramente que el, Señor da luz, sino que El «es» luz; no que da salvación, sino que El «es» salvación. C. H. S.
Alice Driver, mártir, al ser examinada hizo callar a los doctores que la interrogaban, de modo que no pudiendo decir una sola palabra, se miraron el uno al otro; entonces ella dijo: «¿No tenéis nada más que decir? Dios reciba todo honor, que no podéis resistir al Espíritu de Dios en mí, una pobre mujer. Soy la hija de un hombre pobre pero honrado, nunca he ido a la universidad como vosotros; he guiado el arado ayudando a mi padre muchas veces, por lo que estoy agradecida a Dios; sin embargo, en defensa de la verdad de Dios y la causa de mi Señor, Cristo, por su gracia os desafío a todos en el mantenimiento y defensa de ella; y si mil vidas tuviera, mil vidas ofrecería por amor de la misma.» Por lo que el canciller la condenó, y fue devuelta gozosa a la cárcel. Chas. Bradbury
Hay una gran diferencia entre la luz y el ojo que la ve. Un ciego puede saber mucho acerca del brillo del sol, pero éste no brilla para él, no le da luz. De igual modo, el saber que «Dios es luz» es una cosa (1ª Juan 1:5), y el poder decir: «El Señor es mi luz» es algo distinto. Cuando El es en esta forma «nuestra luz», entonces es también «nuestra salvación». El nos ha prometido que nos guiaría rectamente; no sólo para mostramos el pecado, sino para libramos de él; no sólo para hacernos ver el aborrecimiento que tiene Dios al pecado y su maldición del mismo, sino también para atraernos al amor de Dios y quitar la maldición. De Meditaciones sacramentales «Sol agradable» -gritó san Bemard-, «no puedo andar sin Ti; ilumina mis pasos y provee a este entendimiento ignorante y reseco pensamientos dignos de Ti. Adorable plenitud de luz y calor, sé
el mediodía de mi alma; extermina sus tinieblas, dispersa sus nubes, quema, seca y consume toda su suciedad e impurezas. ¡Sol divino, levántate en mi alma y no te pongas nunca!» Jean Avrillon
¿De quién temeré? Una pregunta que lleva consigo la respuesta. A los poderes de las tinieblas no hay que temerlos, porque el Señor, nuestra Luz, los destruye; y a la condenación del infierno no tenemos por qué temerla, puesto que el Señor es nuestra salvación. C. H. S.
No comprendo una profesión de cristiano tímida y vacilante. Estos predicadores y profesos son como una rata jugando al juego del escondite tras un friso de madera en la pared: asoman la cabeza por un agujero para ver si hay peligro a la vista, y se atreven a salir si no hay nadie cerca, pero vuelven a esconderse al instante si aparece algún peligro. No podemos ser sinceros para Cristo a menos que seamos atrevidos. El vale más que todo lo que podemos perder por El, o no vale nada. H. G. Salter
Vers. 2. Cuando los malignos. Es una señal de esperanza cuando los malignos nos aborrecen; si nuestros enemigos fueran personas piadosas, sería algo lamentable, pero tratándose de los malignos, su aborrecimiento es mejor que su amor. C. H. S.
No hay bocado más delicado para un estómago malicioso que la carne de un enemigo; se lo traga sin mascarlo, como hacen los glotones. Sir Richard Baker
Todos los grandes peces se comen a los pequeños, y los hombres prepotentes no tienen más peso en la conciencia por comerse a Otros que por comer una rebanada de pan. R. Sjbbes
Los buitres sienten antipatía hacia los olores placenteros; así también, en los malvados hay una antipatía contra el pueblo de Dios; odian el suave perfume de sus gracias. Thomas Watson
Hay mucha sabiduría en la plegaria de John Wesley: «Señor, si he de tener pugnas, que no sea con tu pueblo.» Cuando tenemos como enemigos a los que aborrecen a los buenos, hallamos por lo menos esta consolación: que Dios no está a su lado, y por tanto son esencialmente débiles. Wm. Plumer
Vers. 3. Aunque un ejército acampe contra mi, no temerá mi corazón. El ejército acampado inspira mayor terror que el mismo ene-migo en plena batalla. Young nos dice que «algunos sienten mil muertes al temer una». C. H. S.
Felizmente para mí, no podéis anularme delante de Dios, y su estimación sola me compensa, y me recompensa, por vuestro desprecio. Jean Avrillon
Allí donde no hay confianza en Dios, no habrá permanencia de contacto con Dios. Cuando el viento de la fe deja de hinchar las velas, el barco de la obediencia deja de surcar los mares. Wm. Secker
Vers. 4. Una sola cosa. El hombre de un libro es eminente; el hombre que tiene sólo un ideal triunfa. Que todos nuestros afectos se reúnan en el haz de un afecto, y que éste se centre en las cosas celestiales. C. H. S.
Entiendo, de modo general, que David se refiere a la comunión del hombre con Dios, y que si un cristiano la tiene, no desea nada mas. John Stoughton
He pedido. Lo que no podemos conseguir al instante, está bien que lo deseemos. Dios nos juzga, en gran parte, por los deseos de nuestro corazón. El que cabalga un caballo cojo, no es culpado por su amo por su lentitud, si él va tan deprisa como puede; Dios acepta la voluntad por los actos con respecto a sus hijos. C. H. S.
Del Señor. Este es el objetivo apropiado para nuestros deseos; este es el pozo en que hundir nuestros cubos; ésta es la puerta a la que hay que llamar, el banco al que girar; centra tu deseo en los hombres y yaces en el polvo como Lázaro; pon tu deseo en el Señor y eres llevado por los ángeles al seno de Abraham. Bajo las penosas circunstancias de David podríamos haber esperado que deseara reposo, seguridad y mil otras cosas buenas, pero no, ha puesto su corazón en la perla y deja lo demás. C. H. S.
Y la vengo buscando. Los santos deseos deben llevar a una acción resuelta. C. H. S.
Para contemplar la hermosura de Jehová. No hemos de entrar en las asambleas de los santos para ver y ser vistos, o meramente para escuchar al ministro. ¡Mejor contemplar por fe! ¡Qué vista será cuando cada creyente, fiel seguidor de Jesús, contemplará «al Rey en su hermosura»! ¡Oh, qué visión infinitamente bienaventurada! C. H. S.
Decidme si hay, si puede haber, alguna petición mayor. Este «una cosa» que David desea es, en efecto, el unum necessarium de que habla Cristo en el evangelio; lo que María escogió, lo mismo que David, aquí. Sir Richard Baker
Otra cosa que podemos llamar un elemento de la hermosura en Dios es la combinación de sus varios atributos en un todo armonioso. Los colores del arco iris son hermosos tomados aislados; pero hay una hermosura en el arco iris que no depende de ninguno de los colores aislados. La santidad es hermosa; la misericordia es hermosa; la verdad es hermosa. Andrew Gray
Vers. 5. Porque Él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal. El me dará el mejor refugio en el peor peligro. En el secreto de su tabernáculo El me esconderá. Nadie en la antigüedad osaba entrar en el lugar santísimo, bajo pena de muerte; y si el Señor ha escondido a su pueblo allí, ¿qué enemigo se atreverá a molestarles? C. H. S.
Vers. 7. Oye, oh Jehová, mi voz con que a Ti clamo. La voz que en el último versículo estaba afinada a la música, aquí se ha transformado en llanto. A los fariseos no les importaba que el Señor les oyera con tal que les oyeran los hombres. C. H. S.
Vers. 8. Cuando Tú dices: Buscad mi rostro, mi corazón responde: Tu rostro buscaré, oh Jehová. ¡Oh si pudiéramos estar aún mejor dispuestos a esta santidad! Es decir, que Dios nos hiciera más maleables a la mano divina, y más sensibles al toque del Espíritu de Dios. C. H. S.
Dios quiere que le conozcamos. Él está dispuesto a abrirse y dejar-se ver. No se deleita en esconderse. Dios no nos mantiene a distancia como algunos emperadores, que creen que la presencia disminuye el respeto. Dios no es esta clase de Dios, sino que puede ser buscado. En el hombre, cuando descubrimos alguna debilidad, podemos pronto hurgar y hallar los límites de su excelencia; pero con Dios es totalmente al revés. Cuanto más le conocemos, más hallamos en El para admirar. Buscad mi rostro. El desea revelarse a nosotros. R. Sibbes
Cuando Tú dices. Aquí tenemos una oración; esto es, Él derrama sobre un hombre un espíritu de gracia y de suplicación, una disposición a orar. Pone motivos, sugiere argumentos y ruegos hacia Dios. Thomas Goodwin
Podemos decir esto: Dios no nos estimula y corrobora para que le busquemos sino cuando Él intenta que le hallemos. «Tú has oído el deseo del humilde; Tú prepararás su corazón; Tú harás que tu oído escuche» (Salmo 10:17). «Y me buscaréis y me hallaréis, cuando me busquéis de todo corazón» (Jeremías 29:13). Thomas Cobbet
Mi corazón responde. El corazón está entre Dios y nuestra obediencia, como si fuera un embajador. Comprende lo que Dios quiere que se haga, y luego pone una orden sobre todo el hombre. El corazón y la conciencia del hombre son en parte divinos y en parte humanos. Richard Sibbes
No rechaces con ira a tu siervo. Dios aparta a muchos con ira a causa de su supuesta bondad. Pero no a ninguno por su maldad confesada. John Trapp
Tu siervo. Es algo bendito y feliz ser un verdadero siervo de Dios. Considera lo que dijo la reina de Sebá de los siervos de Salomón: «Felices son tus siervos» (1º Reyes 10:8). Thomas Pierson
Vers. 10. Aunque mi padre y mi madre me abandonasen. Éstas son relaciones queridas y son las últimas en abandonamos, pero si la leche de la bondad humana se seca incluso en los pechos, hay un Padre que no olvida nunca. C. H. S.
Con todo, Jehová me recogerá. Se trata de su amor, su sabiduría, su poder, su eternidad, y todo en su naturaleza. Y a éstos añade su promesa, con lo que tenemos la plenitud de toda la seguridad que uno puede desear. Robert Sanderson
Vers. 11. Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos. Si un hombre viaja por la carretera real y le roban en pleno día, puede recibir satisfacción del condado en el cual tuvo lugar el robo; pero si emprende el viaje por la noche, no hay protección durante este tiempo, hace el camino bajo su riesgo y ha de aceptar el resultado.
Del mismo modo, si un hombre guarda los caminos de Dios, puede estar seguro de la protección de Dios; pero si se ha descarriado, él mismo se expone al peligro. Robert Skinner
A causa de mis enemigos. Es maravilloso observar en qué forma la simple sinceridad desconcierta y supera la astucia de la maldad. La verdad es sabiduría. El mejor modo de proceder es la sinceridad. C. H. S.
Los creyentes condenan con sus vidas a quienes condenan con sus labios. Cristiano, si tú vives en la tienda abierta del libertinaje, el inicuo no retrocederá unos pasos, como por vergüenza hicieron Sem y Jafet, para cubrirte, sino que seguirá adelante para publicarlo, como hizo Cam.
Así, hacen uso de tu debilidad como excusa para su maldad. Los hombres son implacables en sus censuras de los cristianos; no tienen simpatía y comprensión respecto a su debilidad. En tanto que un santo es una paloma a los ojos de Dios, es sólo un cuervo para la estimación de los pecadores. Wm. Secker
Resiste, tus enemigos huirán. Tiembla el infierno cuando le mira el cielo; Procura defenderte más bien que atacar la confianza propia falla en el conflicto. Cuando te desafían, has de arrostrar peligros; El valor verdadero no es fuego de virutas, Sino un horno encendido permanente; Siempre es humilde, no confía en sí mismo, Y no se lanza de por sí al peligro. Sé fiel a Dios, encomiéndate a El, y encontraras Que Dios lucha por ti si a El te resignas. ¡Ama a Jesús!, el temor no resiste al amor. ¡Ama a Jesús!, y serás vencedor. -Thomas Secken
Vers. 12. Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. La calumnia es un arma antigua del armamento del infierno, y se hace de ella abundante uso todavía; y no importa lo santo que pueda ser un hombre, siempre habrá quienes estén dispuestos a difamarle. Su mismo aliento es odiar al que es bueno. C. H. S.
Vers. 13. Hubiera yo desmayado. Puedes, si quieres, dudar de que todas las aguas del océano llenen una cuchara, antes que dudar de que la plenitud divina no baste para ti si no te queda nada en este mundo. Una gota de la dulzura divina es bastante para hacer que en la misma agonía de la muerte más cruel grites con gozo: «La amargura de la muerte ha pasado.» La bondad de Dios le dispone a hacerlo. Su bondad pone en marcha un gran poder para que obre en favor de los santos que sufren. David Clarkson
Vers. 14. Espera en Jehová. Espera a su puerta en oración; espera a sus pies con humildad; espera a su mesa con servicio; espera a su ventana con expectación. C. H. S.
Resiste, tus enemigos huirán.
Tiembla el infierno cuando le mira el cielo;
Procura defender más bien que atacar.
La confianza propia falla en el conflicto.
Cuando te desafían, has de arrostrar peligros;
El valor verdadero no es fuego de virutas.
Si no un horno encendido permanente;
Siempre es humilde, no confía en sí mismo.
Y no se lanza de por sí al peligro.
Se fiel a Dios, encomiéndate a El y encontrarás
Que Dios lucha por ti si a El te resignas.
¡Ama a Jesús!, el temor no resiste al amor.
¡Ama a Jesús!, y serás vencedor.
.Thomas Ken.
No hay comentarios:
Publicar un comentario