Si Ud. como cristiano quiere ser próspero, le diré algunas sugerencias.
En primer lugar consígase un buen trabajo, si es un emprendimiento independiente mucho mejor.
Llegue siempre diez minutos antes y váyase cinco minutos después. Haga que su trabajo le guste, se vive más si se disfruta de lo que se hace. Si es buen empleado pida aumento, para ser esclavo se necesitan dos, un patrón que pague poco y exige mucho y un empleado que se preste al juego.
Si su trabajo es de seis horas consígase algo extra o haga algo de trabajo en su casa. Nunca critique su trabajo, recuerde que Ud. lo buscó, si está disconforme váyase y no haga juicio, a lo menos que no haya estafa.
La prosperidad tiene que ver con la eficiencia, si no lo soy no hay forma de llegar a ella. Dé siempre el diezmo y ofrende. Si el Pastor le pide su alianza para algún proyecto, dígale que su matrimonio vale más. No se acostumbre a dar dinero con la mentalidad de prosperar, siempre habrá alguien que lo explotará. Dé porque ama.
No tenga tarjeta de crédito, si le falta vaya a las rodillas. No apoyo promesas de fe, se da lo que uno desea dar cuando tiene. Si en su Iglesia hablan mucho de dinero, “váyase”; con ofrenda y diezmo tiene que alcanzar. No tenga deudas. Un crédito es un compromiso financiero, cuando no se paga se convierte en deuda. Siempre ahorre, para tener o para tiempos difíciles.
No compre lo que no necesita, solo por darse el gusto. Analice si se va mucho dinero en gaseosas y postres, si es así suprímalas, no solo el médico se lo pide sino su economía.
Si es casado no maneje solo el dinero, recuerde las palabras de la ceremonia, “en riqueza y en pobreza”, y “te hago partícipe de todos mis bienes”. La prosperidad no es dar todo porque alguien se lo predique, es administrar con sabiduría los bienes de la familia. Ser fiel con Dios, no con proyectos faraónicos que una Iglesia quiere tener egoístamente.
Dé para misiones, es de mucho valor espiritual, porque usted está predicando al sostener a un misionero.
Si quiere donar un televisor, quizás le hará bien a su espíritu, “quizás ya debería haberlo hecho”. Cuando dé, no lo haga emocional, dé en forma espiritual y con sabiduría. No pague nada supuestamente espiritual. Si hay profetas el dinero es soborno, el profeta se entenderá con el pastor en cuestión de gastos. Busque algún pobre en la congregación y ayúdelo, sin hacer mucho ruido. El dinero, dijo Salomón sirve para todo, haga que el dinero sea el esclavo y usted el amo, nunca al revés. Sea generoso con humildad para Dios.
Si leyó este artículo y lo pone por obra ya estará prosperando. La prosperidad viene trabajando, ahorrando y dando.
Ah! Me olvidaba, si a su esposa e hijos le falta, olvídese de dar, primero están ellos, luego los demás.
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