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domingo, 3 de junio de 2012

Los fundamentos de la Vida Cristiana: "La Sangre de Jesús"




La sangre de Jesús 





a) Escrituras clave

Juan 6:53-57                                         Levítico 17:11

1 Juan l:7                                             1 Pedro 1:18-20

Hebreos 9:11-28

b) ¿Qué hace la sangre de Jesús por nosotros?


(I) Por la sangre de Jesús tenemos redención. Somos redimidos de la mano y poder del diablo (Efesios 1:7; Hebreos 9:12).

(II) Por la sangre de Jesús todos nuestros pecados son perdonados si los confesamos. Al caminar en la luz con Jesús, su sangre nos limpia continuamente de todo pecado (1 Juan 1:7-9).

(III) Por la sangre de Jesús somos justificados, hechos justos, tal como si nunca hubiéramos pecado. Estamos vestidos con Su justicia (Romanos 5:9). La persona que confía en Cristo llega a ser, en Cristo, todo lo que Dios requiere que esa persona sea, todo lo que nunca pudiese llegar a ser por sí misma (2 Corintios 5:21).

(IV) Por la sangre de Jesús tenemos acceso a la presencia de Dios a cualquier hora para obtener misericordia y ayuda, en especial en tiempo de necesidad (Hebreos 10:19-20).

(V) Por la sangre de Jesús somos santificados, hechos santos y apartados para Dios (Hebreos 13:12).

(VI) Por la sangre de Jesús nuestra conciencia es limpiada de toda culpabilidad y somos libres en cuerpo, mente, alma y espíritu para servir al Señor Jesucristo (Hebreos 9:14; 2 Timoteo 1:7).

(VII) Entonces tenemos victoria sobre el diablo y le vencemos por la sangre del Cordero y la palabra de nuestro testimonio y menospreciando nuestra vida hasta la muerte (Apocalipsis 12:11).


c) ¿Por qué la sangre?

En tiempos del Antiguo Testamento, el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo cada año para esparcir la sangre de un sacrificio animal ante el símbolo de la presencia de Dios, el arca del testimonio. Esta era una manera temporal de hacer la expiación de una nación ante Dios, por todo el pecado de la nación durante un año. Levítico 17:11 ayuda a explicar el significado de la sangre. Dice: "Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona". Se necesita notar dos puntos aquí. Primero, la sangre del sacrificio es una provisión divina (Dios la ha provisto): "Yo os la he dado". Segundo, el usa de la sangre en el sacrificio es un hecho de pagar un precio: de hacer expiación o reconciliar, lo que significa sencillamente, dar satisfacción por o pagar la consecuencia de. El pecado es el problema y la sangre es el precio redentor que nos rescata o redime de la consecuencia del pecado que es la muerte. La sangre paga el precio que iguala o anula la ofensa del pecador; por tanto, la vida es perdida o entregada en pago por el pecado.

Cristo Jesús vino como ofrenda sin pecado, derramó su propia sangre y dio su propia vida, para que todos los que en El crean y le confiesen como Señor no necesiten morir por su propio pecado. Hizo una manera de aniquilar nuestros pecados. Pagó el precio por ellos y obtuvo redención eterna a través de su muerte en la cruz (Colosenses 1:13-14). Necesitó hacerlo una sola vez porque Dios lo puso por rescate de los hombres. Este fue el costo necesario para que nosotros llegáramos a estar sin pecado ante los ojos de Dios (Hebreos 9:22). Dios estableció la muerte como condena por el pecado, y luego pagó el rescate enviando a su propio Hijo al mundo para derramar su sangre y morir por nosotros. Si aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador entonces podemos valemos de esta obra y ser rescatados del reino de las tinieblas y pasar a ser parte del Reino de Dios.

d) Cómo afecta la sangre de Jesús nuestra vida diaria


(I) Victoria sobre rebelión

En el jardín de Getsemaní Jesús oró:

No se haga mi voluntad, sino la tuya.

(Lucas 22:42)

La tensión de la muerte era tan fuerte sobre El que los vasos sanguíneos de su cara se rompieron, se mezclaron con su sudor y cayeron al suelo grandes gotas. Aquella sangre derramada en el jardín habla de una redención particular, es decir, redención de rebelión —ejercitar nuestra voluntad contra la voluntad de Dios— hacer "nuestra propia cosa" y todas sus consecuencias horrorosas. Desde Adán la raza humana ha insistido en hacer su propia voluntad y pisotear la voluntad de Dios. A veces la gente intenta guardar su voluntad en su propio poder, según la ley, pero no tienen ningún poder. Cuando Jesús pronunció la oración del sumo sacerdote: "No se haga mi voluntad, sino la tuya", oró en nuestro lugar, tal como lo hace un sacerdote, representando a la gente ante Dios. Al orar aquella oración derramó su sangre para redimir nuestra voluntad para que nosotros también podamos decir: "No se haga mi voluntad, sino la tuya".

(II) Jesús derramó su sangre a través de la corona de espinas

La espina era un símbolo de la maldición de Dios sobre el pecado (Génesis 3:18). Era apropiado para Jesús, cuando estaba sufriendo en la cruz por nuestra redención de la maldición del pecado, llevar en su frente el símbolo de esa maldición, es decir, la corona de espinas (Mateo 27:29). Y de esa manera indicó que llevaba la maldición en sí mismo. La sangre derramada habla de redención de la maldición del pecado.

(III) La sangre de sus azotes o latigazos

Esta sangre fue derramada de la espalda de Jesús. Isaías 53:5 dice que por estas llagas o heridas (de los latigazos) somos sanados. Esta es una sanidad total para espíritu, alma, mente y cuerpo; incluso nuestras actitudes y relaciones. Enfermedad y aflicción son el resultado del pecado, pero la sangre de Jesús nos redime de la maldición de ese pecado.

(IV) La sangre de Jesús fue derramada en la cruz del calvario

Los clavos en las manos y pies de Jesús que le sujetaron a la cruz, derramaron sangre que era, y es, suficiente y suficientemente poderosa como para salvarnos y redimirnos eternamente del pecado y la condena de Dios en él (Romanos 8:1-2; Efesios 2:8,9 y 13).


e) Preguntas y puntos de discusión


1. ¿Por qué eligió Dios la sangre como precio para pagar la pena del pecado?

2. ¿Por qué Jesús necesitó aguantar tanto, durante un período de veinticuatro horas, antes de finalmente entregar su vida? Discútelo.

3. ¿Qué crees que estaba experimentando Jesús en el jardín de Getsemaní y por qué? (Lucas 22:39-46).

4. ¿Por qué la sangre cíe Jesús nos ha abierto un camino para poder tener acceso a Dios el Padre?

5. ¿Por qué somos santificados por la sangre de Jesús? (Hebreos 13:12).

6. En el huerto del Edén ¿qué usó Dios para satisfacer (expiar) el primer pecado del hombre? (Génesis 3:21).

7. ¿Por qué instituyó Jesús el beber de su sangre simbólicamente en la Cena del Señor? (Juan 6:53-57; Mateo 26:27-29).


f) Resumen y aplicación

1. La sangre de Jesús es suficiente para pagar el precio para rescatarnos de las consecuencias del pecado y ha preparado el camino para que nosotros volvamos a tener relación con Dios.

2. La sangre de Jesús nos purifica de todo pecado si caminamos en la luz con Dios y confesamos nuestro pecado.

3. La sangre de Jesús sólo necesitó ser derramada una vez porque El era el sacrificio perfecto y por tanto aceptable a Dios una vez y para siempre.

4. La sangre de Jesús es efectiva para nuestra vida diaria y nos pone en condiciones para servir a Dios fructíferamente, con la conciencia limpia, y con la paz de Dios rigiendo en nuestro corazón.

5. La sangre de Jesús nos habilita para tener integridad de cuerpo, alma y espíritu.

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