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sábado, 2 de marzo de 2024

Para obtener lo mejor de Dios

 


Para obtener lo mejor de Dios

Salmo 145.18-19

Ayer vimos que la idolatría consiste en darle a una persona u objeto el lugar que solo Dios merece, lo cual impide que disfrutemos de lo mejor que Dios tiene para nuestra vida. La Palabra de Dios también nos advierte acerca de los obstáculos que nos impiden recibir las bendiciones de Dios.

Como seguidores de Cristo, tenemos la oportunidad de orar y pedirle lo que necesitamos (Fil 4.6). Pero, lamentablemente, muchos cristianos no lo hacen. Algunos sienten que no tienen tiempo para orar y otros solo hablan con Dios usando frases que se han aprendido de memoria y que no son genuinas, ni expresan sus deseos.

Debemos acercarnos a su trono, trayendo ante Él nuestras necesidades con un espíritu humilde (1 P 5.5-6). Tenemos que anhelar hacer su voluntad por encima de todo, incluso cuando pensemos que lo que deseamos es lo que más nos conviene. Dios siempre nos dará lo mejor.

Además, la Biblia nos exhorta a venir ante el Señor llenos de fe (He 4.16; Stg 1.6). Esto significa que cuando oramos buscando la voluntad de Dios, tenemos que estar seguros de que nos contestará. En Isaías 64.4 se nos recuerda que nuestro Padre celestial siempre hace milagros a favor del que “en Él espera”.

El deseo de nuestro Dios es derramar bendiciones sobre la vida de sus hijos. No permita que su falta de oración le impida disfrutar de ellas. Exprese sus necesidades en oración de una manera específica y llena de fe. Después, someta su voluntad a la de Dios, y espere con paciencia. Él es fiel y usted lo comprobará en su vida.

lunes, 9 de octubre de 2017

El riesgo de obedecer a Dios


El riesgo de obedecer a Dios
Leer | Lucas 5.1-11
Nadie podría haber sido más sorprendido por la orden del Maestro que Pedro. Después de trabajar arduamente toda la noche, ni él ni los otros pescadores tenían el fruto de sus esfuerzos. Estaban cansados y desanimados; la última cosa que querían hacer era lanzar otra vez las redes en otro intento inútil por atrapar unos pocos peces. ¿Qué podía estar pensando Jesús? ¿Qué propósito podía haber tenido al pedirles que salieran a pescar otra vez?
Poco tiempo después, cuando las abultadas redes eran arrastradas a la playa, estos hombres comenzaron a entender un principio eterno del que muchas personas no se han dado cuenta todavía: Dios nunca nos pedirá que hagamos algo, a menos que tenga un propósito específico y soberano para ello (Jer 29.11). La orden de Jesús debió haberles parecido innecesaria, por no decir disparatada. Después de todo, estos hombres eran expertos en la pesca; sin embargo, todavía les faltaba aprender que sin la intervención sobrenatural de Dios todopoderoso, nuestro esfuerzo es en vano.
Pedro y sus hombres nunca podrían haber imaginado qué clase de recompensa les esperaba por su obediencia. Lo que buscaban y deseaban más que nada era precisamente lo que Dios le dio: redes repletas de peces. La diferencia era que la segunda salida a pescar fue hecha a la manera de Dios y en el tiempo de Dios.
Por tanto, confíe en los planes de Dios para usted. Nunca conocerá la recompensa hasta que esté dispuesto a correr el riesgo —cuanto mayor es el riesgo, mayor es la recompensa.
Enviado desde el Templo Cristiano Pasos de Fe

sábado, 27 de abril de 2013

EL TOP 10, DE LAS PREGUNTAS QUE DIOS NUNCA TE HARÁ

EL TOP 10, DE LAS PREGUNTAS
QUE DIOS NUNCA TE HARÁ

1. Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas…
Te preguntará a cuántas personas llevaste.

2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa…
Te preguntará a cuántos recibiste en ella.

3. Dios no te preguntará la marca de la ropa que usas…
Te preguntará, a cuántos ayudaste a vestirse.

4. Dios no te preguntará cuál era tu sueldo…
Te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.

5. Dios no te preguntará cuál era tu título…
Te preguntará si hiciste tu trabajo, dando lo mejor de tus capacidades.

6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías…
Te preguntará cuántos te consideraban su amigo.

7. Dios no te preguntará en qué lugar vivías…
Te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.

8. Dios no te preguntará el color de tu piel…
Te preguntará si te importó el color de la de los demás.

9. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscarle…
Te dirá lo feliz que está de que lo hayas hecho.

10. Dios no te preguntará que religión profesabas…
Te preguntará, Por qué no le abriste tu corazón.