jueves, 30 de junio de 2011

El brillo del rostro de Dios


"Dios...haga resplandecer su rostro sobre nosotros...para que sea conocido en la tierra su camino. " Salmo 67. 1-2
Un artesano pulía una obra de bronce que se hallaba en sus manos. Alguien le pregunta entonces: "¿Cómo sabe usted cuando su trabajo está en el punto justo en que puede darse por terminado?"-"Cuando al mirarlo - contestó el artesano - veo mi rostro reflejado en él". Nuestra vida en la Tierra tiene un objetivo, ese objetivo es prepararnos para una eternidad en el cielo. Todo lo que hace Dios mientras estamos en este mundo es trabajar en nosotros como el artesano trabaja su material, con el objetivo de que estemos a punto justo para irnos con Él. ¿Cuándo estará su trabajo terminado? Cuando al mirarnos el Señor encuentre su rostro reflejado en nosotros. Nada menos que eso espera Dios, y las pruebas y dificultades que debemos pasar en nuestro transitar por el mundo tienen como función solamente dos objetivos: que le conozcamos y experimentemos su amor, y que luego reflejemos su carácter en nuestros hechos cotidianos.

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