Leer | Deuteronomio 10.12, 13
La Biblia describe a la vida cristiana como un andar. Habla de andar en el Espíritu, en los caminos del Señor, en amor, y en verdad. Nuestra vida, entonces, debe ser cada vez más como la del Señor Jesús. La Biblia llama a esto “santificación”.
Pero, ¿y si usted siente que está retrocediendo en vez de avanzar? ¿Sabe cómo dar un giro? Solamente por fe en Cristo podemos movernos en la dirección correcta. He aquí la manera de cambiar de rumbo:
Primero, tenga la seguridad de que Dios cumple cada promesa. La Biblia contiene un increíble número de ellas, incluyendo la de darnos sabiduría, compañía constante de Dios y paz, cuando nos enfocamos en Él.
Segundo, espere con ilusión la respuesta del Padre. En otras palabras, tenga la gozosa seguridad en sus promesas, que resultarán en bendiciones para su vida.
Tercero, esté consciente cada día de la actividad de Dios en su vida. Al dedicar tiempo a la Palabra, a la oración y a la meditación, usted se volverá más sensible a lo que Él está haciendo.
Cuarto, ore con audacia, porque usted es hijo de Dios (He 4.16; Gá 3.26). Acercarse así al Padre no es arrogancia, sino una expresión de su fe en Él.
Por último, obedezca la guía del Espíritu. Esta es la verdadera prueba de su fe; de hecho, la Biblia dice que sin acción, la fe está muerta (Stg 2.17).
¿Siente que su vida está creciendo y madurando a imagen de Cristo? ¿O que las circunstancias y su carácter parecen haberla detenido? Dios promete seguir embelleciendo la vida de sus hijos. Usted puede resistirse, o cooperar con su obra de gracia en usted.
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