De pie ante la puerta abierta
Leer | 2 Corintios 2.12, 13
En el pasaje de hoy, Pablo escribió acerca de puertas abiertas; utilizó esa figura retórica para dar a entender que se nos presentan grandes oportunidades para predicar el evangelio. Esas “puertas” eran importantes porque las limitaciones físicas, tecnológicas y geográficas obstaculizaban su trabajo considerablemente.
Piense nada más en cuán diferentes son los esfuerzos de evangelización hoy. Estamos viviendo en el momento más oportuno para alcanzar al mundo entero para el Señor Jesús. Tenemos la tecnología para penetrar en todos los países y culturas.
En momentos como éste, debemos preguntarnos qué lugar ocupamos en el plan de Dios. Puede haber todo tipo de razones por las que nos consideremos incompetentes, pero ya es hora de que dejemos las excusas. Todos podemos leer y estudiar la Biblia, y hablar de ella con los demás. Si usted ha puesto su fe en el Salvador Jesucristo, entonces ha recibido de Él la vida eterna, y en usted mora su Santo Espíritu. Por tanto, debe ser capaz de hablar de Él.
Este es el momento de alcanzar al mundo entero con el Evangelio de Jesucristo. Ya no podemos seguir pensando en términos de “mi lugar de trabajo”, “mi ciudad”, o “mi país”; todo el mundo importa. Comencemos en donde vivimos, pero sin detenernos hasta que hayamos alcanzado hasta lo último de la Tierra.
Jesús murió para redimir a los hombres de toda tribu, lengua y nación. No se descalifique ni se excluya. Puede pasar por las puertas que Dios ha puesto delante de usted, y tener un papel importante llegando al mundo con las buenas nuevas de Cristo.
jueves, 29 de junio de 2017
De pie ante la puerta abierta
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