c) Cinco principios básicos
1. Un discípulo es una persona
que vive continuamente según la Palabra de Jesús.
No son personas que siguen sólo ocasionalmente las palabras del Maestro, sino personas que se comprometen a llevar hasta el fin sus enseñanzas de una manera disciplinada y confiada. Jesús es nuestro Maestro. El nos hablará palabras vivas diariamente a través del Espíritu Santo.Lo que necesitamos hacer nosotros es vivir en nuestra vida diaria los mandamientos, enseñanzas y ejemplos que ya nos ha dado. El pensamiento principal detrás del discipulado no es uno de inspiración sino de instrucción. Debemos poner en práctica lo que nos ha sido revelado hacer por la Palabra de Dios. Necesitamos los fundamentos estables de la obediencia a la Palabra de Dios como la base de nuestro discipulado, si no estaremos a merced de toda noción o sentimiento subjetivo que venga.
2. Un discípulo es una persona
qué confía su vida completamente al Señor.
Esta confianza debería ser total,
mas no es sólo un compromiso con cualquiera, sino con un Maestro amoroso que no
tiene interés en sí mismo, sino que se preocupa por nuestro bienestar y
crecimiento total en Dios.
Jesús tiene el derecho de exigir
este cometido porque entregó su vida por nosotros. Jesús está totalmente
comprometido con nosotros y quiere el mismo compromiso como respuesta. Quiere
que confiemos en El a cada paso, mientras El lleva nuestra vida y la moldea
según su voluntad (Mateo 6:24; Juan 10:1-18)
Mat 6:24
Ninguno puede servir a dos señores; porque o
aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las
riquezas.
Parábola del redil
Jua 10:1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.
Jua 10:2 Mas
el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
Jua 10:3 A
éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas
llama por nombre, y las saca.
Jua 10:4 Y
cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le
siguen, porque conocen su voz.
Jua 10:5 Mas
al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de
los extraños.
Jua 10:6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no
entendieron qué era lo que les decía.
Jesús, el buen pastor
Jua 10:7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
Jua 10:8 Todos
los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las
ovejas.
Jua 10:9 Yo
soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos.
Jua 10:10 El
ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido
para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Jua 10:11 Yo
soy el buen pastor;(A) el buen pastor su vida
da por las ovejas.
Jua 10:12 Mas
el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve
venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las
dispersa.
Jua 10:13 Así que el
asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
Jua 10:14 Yo
soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
Jua 10:15 así como el Padre
me conoce, y yo conozco al Padre;(B) y pongo mi vida
por las ovejas.
Jua 10:16 También tengo otras
ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y
habrá un rebaño, y un pastor.
Jua 10:17 Por
eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Jua 10:18
Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo.
Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
3. Un discípulo es uno que
vive una relación fructífera con Jesús (Juan 15:4-5).
Jua 15:4 Permaneced
en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por
sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en
mí.
Jua 15:5
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer.
"Nuestra unión con Cristo
hace posible una vida a través de la cual otros pueden ser salvos.
Cuando un árbol está tan lleno de
savia que ya no la puede aguantar, ¡el resultado es el fruto!
Cuando un cristiano está lleno de
Cristo, otros lo ven y oyen sobre El y su ejemplo llevará entonces a que otros
sean renacidos espiritualmente en el Reino de Dios. Así los nuevos creyentes
son uno de los frutos del discipulado". Sin esta clase de productividad en
nuestra vida, el Reino de Dios no se expandirá y el cuerpo de Cristo no
crecerá.
4. Un discípulo es uno que
está comprometido con un amor incondicional y de sacrificio por otros (Juan
13:34-35).
Jua 13:34 Un
mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a
otros.
Jua 13:35
En esto conocerán todos que sois
mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Este no es ningún amor humano ordinario sino el amor que Dios ha demostrado hacia nosotros.
Es un amor desinteresado que no busca ganancia para estimular su acción. La palabra griega para este amor es "ágape" que significa "amor desinteresado", donde Dios y los demás son más importantes para nosotros que nuestros propios deseos egoístas.
5. Un discípulo es uno que
está dedicado al cumplimiento de la comisión de Cristo (Mateo 28:18-20).
Mat 28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Mat 28:19 Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Mat 28:20
enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo. Amén.
La meta de nuestro discipulado
debería ser la de ganar otros discípulos, no sólo convertidos.
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