jueves, 5 de mayo de 2022

FORMA DE COMBATIR EL ERROR

 


FORMA DE COMBATIR EL ERROR

Cuando tengamos la tentación de atacar las supersticiones de la gente y las costumbres religiosas tan inútiles de muchos,
recordemos lo siguiente:
Si vemos por la calle a un perro hambriento y enflaquecido, pero que lleva en su boca un hueso sucio y viejo que encontró en un vertedero, no podremos convencerle de que lo suelte regañándole por buscar huesos entre la basura o razonándole que aquel hueso
sucio y viejo no tiene alimento que satisfaga su hambre. Si lo intentamos, y aún más pretendemos quitárselo por la fuerza, lo único que conseguiremos es que nos ladre y nos muerda.
No puede desechar aquel hueso, aunque sea viejo y sucio, porque es lo único que tiene. La única manera de quitárselo es echándole una chuleta fresca y apetitosa. El perro notará la
diferencia y él sólo abandonará el hueso.
Así ocurre con las supersticiones y costumbres religiosas equivocadas de los hombres. No les regañemos, ni les razonemos, ni intentemos quitárselas por la fuerza. Echémosles una buena chuleta del evangelio de Jesucristo, demostrémosles que a nosotros nos 
alimenta y sostiene y ellos solos abandonarán sus huesos sucios y viejos.

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