Quiénes somos en Cristo
a) Recibimos una vida nueva
Tenemos vida eterna (Juan 3:16).
Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por medio del Espíritu Santo (Romanos 5:5). Hemos recibido el testimonio del Espíritu (Romanos 8:16).
Nos ha sido dada la mente de Cristo (1 Corintios 2:16). Nuestro cuerpo ha sido hecho templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19).
Tenemos a nuestra disposición los dones del Espíritu Santo (1 Corintios 12:4-11). Hemos llegado a ser parte del cuerpo de Cristo (1 Corintios12:27).
Tenemos al Espíritu Santo como sello de que le pertenecemos, en nuestro corazón (2 Corintios 1:22).
Tenemos a nuestra disposición los dones del Espíritu Santo (1 Corintios 12:4-11). Hemos llegado a ser parte del cuerpo de Cristo (1 Corintios12:27).
Tenemos al Espíritu Santo como sello de que le pertenecemos, en nuestro corazón (2 Corintios 1:22).
Hemos sido redimidos de la maldición de la ley (Gálatas 3:13).
Hemos sido sellados por el Espíritu (Efesios 1:13-14). Nos ha vivificado con Cristo (Colosenses 2:13).
Hemos sido renovados por el Espíritu Santo (Tito 3:5).
Hemos renacido por la Palabra de Dios (1 Pedro 1:23).
Hemos sido perdonados y limpiados en la sangre de Jesús (1 Juan 1:7-9).
Hemos sido perdonados y limpiados en la sangre de Jesús (1 Juan 1:7-9).
Hemos nacido de Dios (Juan 2:29).
b) Entramos en una nueva relación con Dios
Nos hemos convertido en hijos de Dios (Juan 1:12; Romanos 8:16). Conocemos al único Dios verdadero (Juan 17:3).
Tenemos paz con Dios (Romanos 5:1).
Estamos reconciliados con Dios (Romanos 5:10).
No sólo somos sus hijos sino que El es nuestro Padre (Romanos 8:15). Hemos sido hechos coherederos con Cristo (Romanos 8:17).
Somos posesión de Cristo (1 Corintios 3:23).
Hemos sido transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor (2 Corintios 3:18).
Somos nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17).
Somos crucificados con Cristo (Gálatas 2:20).
Somos aceptos en el amado (Efesios 1:6).
Estamos vivos con Cristo (Efesios 2:5).
Somos miembros de la familia de Dios (Efesios 2:19).
Podemos acercarnos a Dios con libertad y confianza (Efesios 3:12).
Podemos confiar en que El que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará (Filipenses 1:6). Todo lo podemos en Cristo Jesús (Filipenses
4:13).
Somos aptos para participar de su herencia (Colosenses 1:12).
Pertenecemos a Dios (1 Pedro 2:9).
Participamos de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4).
C) Hemos sido liberados del pecado
Somos librados de la esclavitud (Juan 8:31-36). Hemos sido librados del pecado (Romanos 6:18).
Ya no estamos bajo la condenación (Romanos 8:1).
Deberíamos ocuparnos de las cosas del Espíritu (Romanos 8:5-6). Hemos sido salvos de las consecuencias del pecado (Romanos 10:13). Hemos sido hechos justos y santos (1 Corintios 1:30). Somos limpiados, santificados y justificados
b) Entramos en una nueva relación con Dios
Nos hemos convertido en hijos de Dios (Juan 1:12; Romanos 8:16). Conocemos al único Dios verdadero (Juan 17:3).
Tenemos paz con Dios (Romanos 5:1).
Estamos reconciliados con Dios (Romanos 5:10).
No sólo somos sus hijos sino que El es nuestro Padre (Romanos 8:15). Hemos sido hechos coherederos con Cristo (Romanos 8:17).
Somos posesión de Cristo (1 Corintios 3:23).
Hemos sido transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor (2 Corintios 3:18).
Somos nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17).
Somos crucificados con Cristo (Gálatas 2:20).
Somos aceptos en el amado (Efesios 1:6).
Estamos vivos con Cristo (Efesios 2:5).
Somos miembros de la familia de Dios (Efesios 2:19).
Podemos acercarnos a Dios con libertad y confianza (Efesios 3:12).
Podemos confiar en que El que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará (Filipenses 1:6). Todo lo podemos en Cristo Jesús (Filipenses
4:13).
Somos aptos para participar de su herencia (Colosenses 1:12).
Pertenecemos a Dios (1 Pedro 2:9).
Participamos de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4).
C) Hemos sido liberados del pecado
Somos librados de la esclavitud (Juan 8:31-36). Hemos sido librados del pecado (Romanos 6:18).
Ya no estamos bajo la condenación (Romanos 8:1).
Deberíamos ocuparnos de las cosas del Espíritu (Romanos 8:5-6). Hemos sido salvos de las consecuencias del pecado (Romanos 10:13). Hemos sido hechos justos y santos (1 Corintios 1:30). Somos limpiados, santificados y justificados
(1 Corintios 6:11). Somos redimidos (Efesios 1:7).
Ya no vivimos haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos (Efesios 2:3).
Ya no somos hijos de ira (Efesios 2:3).
Por gracia hemos sido salvos por medio de la fe (Efesios 2:8). Somos perdonados (Colosenses 1:14).
Somos completos en Cristo (Colosenses 2:10).
Nuestra naturaleza es cambiada (Colosenses 3:9-10).
Ya no vivimos haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos (Efesios 2:3).
Ya no somos hijos de ira (Efesios 2:3).
Por gracia hemos sido salvos por medio de la fe (Efesios 2:8). Somos perdonados (Colosenses 1:14).
Somos completos en Cristo (Colosenses 2:10).
Nuestra naturaleza es cambiada (Colosenses 3:9-10).
Somos limpiados de una mala conciencia (Hebreos 10:22).
Hemos sido sanados (1 Pedro 2:24).
Hemos muerto al pecado y vivimos en la justicia (1 Pedro 2:24).
Hemos muerto al pecado y vivimos en la justicia (1 Pedro 2:24).
Hemos sido purificados de nuestros antiguos pecados (2 Pedro 1:9).
d) Somos apartados en el mundo
Somos más que vencedores en Cristo Jesús (Romanos. 8:37).
Somos embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20).
Vivimos por fe en el Hijo de Dios (Gálatas 2:20).
Hemos sido crucificados al mundo (Gálatas 6:14).
Hemos sido resucitados con Cristo y sentados en los lugares celestiales (Efesios 2:6).
Somos conciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios (Efesios 2:19).
Hemos sido librados de la potestad de las tinieblas, y trasladados al Reino de Dios (Colosenses 1:13). Nos ha sido dada la esperanza de gloria (Colosenses 1:27).
Esperamos con mucha ilusión un cielo nuevo y una tierra nueva, un hogar de justicia (2 Pedro 3:12). Hemos vencido al mundo (1 Juan 5:4-5).
e) Preguntas y puntos de discusión
1. ¿Por qué muchos cristianos parece que no viven todo lo bueno que hay para ellos en Cristo Jesús? Discútelo.
d) Somos apartados en el mundo
Somos más que vencedores en Cristo Jesús (Romanos. 8:37).
Somos embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20).
Vivimos por fe en el Hijo de Dios (Gálatas 2:20).
Hemos sido crucificados al mundo (Gálatas 6:14).
Hemos sido resucitados con Cristo y sentados en los lugares celestiales (Efesios 2:6).
Somos conciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios (Efesios 2:19).
Hemos sido librados de la potestad de las tinieblas, y trasladados al Reino de Dios (Colosenses 1:13). Nos ha sido dada la esperanza de gloria (Colosenses 1:27).
Esperamos con mucha ilusión un cielo nuevo y una tierra nueva, un hogar de justicia (2 Pedro 3:12). Hemos vencido al mundo (1 Juan 5:4-5).
e) Preguntas y puntos de discusión
1. ¿Por qué muchos cristianos parece que no viven todo lo bueno que hay para ellos en Cristo Jesús? Discútelo.
2. ¿Tenemos que vivir a nuestra manera solos, o tenemos ayuda? (Juan 14:26; Juan 16:13-15).
3. Cuando empezamos a vivir en lo bueno de quién somos en Cristo, ¿qué respuesta podemos esperar del mundo? Discútelo. (Juan 15:18 - 16:4).
F) Resumen y aplicación
1. Tenemos una herencia gloriosa cuando estamos en Cristo Jesús.
F) Resumen y aplicación
1. Tenemos una herencia gloriosa cuando estamos en Cristo Jesús.
2. Necesitamos dejar la excusa de ignorancia y aprender quién somos en Cristo, según la Palabra de Dios y luego vivir en lo bueno de este conocimiento.
3. Necesitamos morir a nuestra vida y naturaleza antigua y vivir como Cristo Jesús quiere que vivamos, siendo obedientes a Dios el Padre y viviendo en el poder del Espíritu Santo.
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