lunes, 4 de febrero de 2013
Tesoros de David, Salmos 47; de Charles Spungeon
Título: «Al músico principal.» Hay muchos cánticos dedicados a este director del coro, pero no le sobraban. El servicio de Dios es un deleite tal que nunca puede cansarnos; y lo mejor del mismo, el canto de sus alabanzas, es tan placentero que podemos sacar mucho gozo del mismo.
Nuestro oído se ha acostumbrado al sonido de las composiciones de David, y estamos totalmente seguros que lo tenemos en este Salmo. Todo experto podría descubrir aquí el autógrafo del hijo de Isaí sin temor a equivocarse.
Algunos han aplicado este Salmo a la ascensión de Cristo, pero habla de su segunda venida. El Poderoso está sentado pacíficamente en su trono. Se nos indica el Salmo 45. Andrew A. Bonar
Vers. 1. Pueblos todos, batid palmas. La más natural y más entusiástica de las muestras de ensalzamiento que usamos ante las victorias del Señor y su reino universal. Nuestro gozo en Dios puede ser demostrativo, y, con todo, El no lo censura.
El gozo se extiende a todas las naciones; Israel puede llevar la batuta, pero todos los gentiles han de seguir en la marcha de triunfo, porque tiene una parte igual en este reino en que no hay ni judío ni griego, sino Cristo en todos. C. H. S.
Pueblos todos, batid palmas; aclamad a Dios con gritos de júbilo. Esto hay que hacerlo:
1) Alegremente: Batid palmas, porque esto es una señal de gozo interior (Nahum 3:19).
2) Universalmente: «Batid palmas, pueblos todos.»
3) Vocalmente: Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
4) Frecuentemente: Cantad a Dios, cantad; cantad a nuestro RQV cantad (v. 6); y de nuevo: cantad con destreza (v. 7). No es posible excederse con la frecuencia. 5) Con discreción y entendimiento: «Cantad vuestras alabanzas con entendimiento»; sabiendo la razón por la que le alabáis. Adam Clarke
Estas expresiones son de afecto piadoso y devoto, que a algunos les pueden parecer impropias o irreverentes, pero que no deben ser censuradas ni condenadas, y mucho menos ridiculizadas; porque salen de un corazón recto, Dios las acepta por el afecto, y excusa la debilidad de su expresión. Matthew Henry
La voz de la melodía no es tanto para ser pronunciada por la lengua como por las manos; esto es:
son nuestros hechos, no nuestras palabras, los que alaban aquí a Dios. Del mismo modo que vemos el ejemplo en El, al que hemos de seguir: «Jesús empezó a hacer y a enseñar.» J. M. Neale
Vers. 2. Porque Jehová. El que existe por sí mismo, el único Dios -el Altísimo- el que es omnipotente, alto en dominio, eminente en sabiduría, elevado en gloria- es temible.
Omnipotencia para aplastar, Omnipotencia para proteger.
Rey grande sobre la tierra. Nuestro Dios no es una divinidad local; rige el universo en su infinita majestad, árbitro del destino, el único monarca de todas las tierras, Rey de reyes y Señor de señores. No se excluye de su dominio ni una aldea ni una islita. ¡Qué tiempo tan glorioso será cuando esto sea visto y conocido por todos, cuando en la persona de Jesús toda carne contemplará la gloria del Señor!
Vers. 4. Él nos elegirá nuestras heredades. Nos sometemos a su voluntad, nuestra elección, nuestro deseo, nuestro todo. Nuestra heredad aquí y después la dejamos a El, que El haga con nosotros según le parezca. C. H. S.
Se dice que a una mujer, estando enferma, le preguntaron si quería vivir o morir, y contestó: «Lo que plazca a Dios». «Pero» dijo uno» «si Dios lo pusiera en tus manos, ¿qué escogerías?»
«Verdaderamente» -replicó la mujer-, «se lo devolvería para que Él decidiera.»
Así el hombre recibe su voluntad de Dios si se le somete del todo. No hemos de alterarnos por no recibir más de Dios, pero hemos de preocuparnos por no hacer más por Dios. Cristianos, si el Señor se complace en vosotros como personas, ¿no deberíais estar complacidos con vuestras condiciones? Hay más razón para que estés contento con ellas que no para que El esté contento contigo.
Los creyentes deberían ser como ovejas, que cambian sus pastos según la voluntad del pastor; o como vasijas en casa, que están llenas o vacías según el placer de su dueño. El que navega en el mar de este mundo por su cuenta va a hundirse al fin en un océano sin fondo. William Secker
Es posible que seas piadoso y pobre. Está bien; pero puedes decir, caso de no ser pobre, ¿querrías ser piadoso? Sin duda Dios nos conoce mejor que nosotros a nosotros mismos y, por tanto, puede adecuar mejor el estado a la persona. Giles Fletcher
La gloria de Jacob, al cual amó. Nuestra hermosura, nuestra gloria, nuestro tesoro, consiste en tener un Dios así en quien confiar, un Dios que nos ama.
Vers. 5. Sube Dios entre aclamaciones. La fe oye al pueblo que ya está aclamando. La orden del primer versículo aquí pasa a ser un hecho. La lucha ha terminado, el vencedor asciende en su carro triunfal, y avanza hacia las puertas de la ciudad que está resplandeciendo por el gozo de su regreso.
Las palabras son plenamente aplicables a la ascensión del Redentor. No dudamos de que los ángeles y los espíritus glorificados le dieron la bienvenida con aclamaciones. El que no vino sin cánticos, ¿podemos imaginamos que regresará en silencio?
Acompañado del sonido de trompeta. Jesús es Jehová. El sonido vibrante y gozoso de la trompeta corresponde al esplendor de su triunfo.
Vers. 7. Porque Dios es el Rey de toda la tierra. Los judíos del tiempo de nuestro Salvador estaban resentidos por esta verdad, pero si sus corazones hubieran sido rectos se habrían regocijado en ella. Preferían guardarse a su Dios para ellos solos, y ni aun permitían a los perros gentiles que comieran las migajas bajo su mesa. ¡Ay!, que el egoísmo torna la miel en hiel.
Cantad a Dios con destreza. Es de temer se refiere a la forma en que algunos cantan, que es ruido más bien que sonido, pues consideran que con tal que se oiga ya basta. Por otra parte, cuando se presta atención extrema a la mera música, nos causa tristeza que el significado no tenga efecto sobre ellos. No es un pecado alegrar los oídos con sonidos dulces cuando adoramos al Señor.
Pero, ¿qué tiene que ver el deleite de órganos, cánticos y música especial con la devoción? ¿No confundimos aquí los efectos físicos con los impulsos espirituales? ¿No se ofrecen a Dios acordes destinados a la diversión humana más que a la aceptación divina? Y el entendimiento iluminado por el Espíritu Santo es el único que puede ofrecer alabanza digna. C. H. S.
El no entender lo que cantamos dice poco a nuestro espíritu; es descuido o dureza de corazón; es un servicio impropio. ¿Por qué cantar en lengua extraña como hacen los romanistas? Dios no desea un servicio que nosotros no entendemos. Una de las primeras cosas creadas fue la luz, y ésta ha de hallarse en cada uno de nuestros deberes. John Wells
Vers. 8. Se sentó Dios sobre su santo trono. Inconmovible, Él ocupa un trono no disputado; sus decretos, actos y órdenes son la misma santidad. ¿Qué trono hay semejante a éste? Nunca fue manchado por la injusticia o contaminado por el pecado. Y el que está sentado en él no desmaya ni vacila. Está sentado en serenidad, porque conoce su poder y ve que su propósito se realizará.
Aquí tenemos bastantes razones para el cántico santo. C. H. S.
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