"Déjame servirte otro banquete abundante. Entonces te diré el deseo de mi corazón" Es en este punto de increíble expectación con que Ester deja a Jerjes, tan lleno con la abundancia de su banquete, tan enamorado por su belleza y tan ansioso por escuchar su petición... que no pudo dormir.
Salmo 42:1-9 Vemos un esquema de la pasión verdadera por la presencia íntima de Dios que fue revelada hace cientos de años comenzando en la vida y reino de David, el dulce salmista de Israel y perfectamente captado por los cantores adoradores llamados "los hijos de Coré"
Dios nos dice en Su Palabra que se siente motivado y atraído a ciertas cosas. Él promete respondernos cuando y dondequiera que Él encuentre estas cosas en abundancia. Él es atraído por corazones contritos y humillados, y desde el principio, ha sido su hábito encontrarse con aquellos que lo buscan en las primeras horas de la mañana.
Jesús dijo que Su Padre está deseoso de aquellos que lo adoran en espíritu y en verdad, que Él personalmente está buscando a tales adoradores aquí en la tierra. ¡Piensa en eso! El Dios Todopoderoso, el creador del cielo y de la tierra, deja su trono celestial para buscarte a ti y disfrutar de tu regalo único que preparaste solo para Él.
La vida cristiana no es un deporte de espectadores. El ser cristiano es amar a Dios fervientemente, apasionadamente y todo el tiempo. Jesús dijo "busca (persevera, desea, anhela tener) primeramente el Reino de Dios y su justicia..." Jesús no dijo "trata de que te guste el reino... quédate por ahí, disfruta de los alrededores... obtén todo la diversión religiosa que puedas antes de que te vayas y vive de la misma manera que has estado viviendo hasta ahora"
Cuando lo adoras a Él primero, y buscas bendecirlo más de lo que buscas sus bendiciones, algo maravilloso sucede en el corazón de Dios. Debe ser una condición parecida a la que tuvo el Rey Jerjes cuando la reina Ester lo agasajó en el banquete, sin poder dormir y lleno en abundancia, enamorado por su belleza y listo para escuchar.
Nosotros no "compramos" o "ganamos" el favor especial de Dios, pero Él es un galardonador de los que diligentemente le buscan. Él atesora nuestra adoración y guarda nuestras oraciones y alabanzas, no se necesita mucho cerebro para darse cuenta ahora de lo que bendice a Dios.
Cuando ponemos los deseos de Dios primero antes que los nuestros y buscamos complacerlo a Él más que a nosotros, Él responde.
Cuando el Rey "trabaja el turno de la noche contigo en mente" los destinos son levantados de las cenizas de los complots malignos y las grandes estrategias de destrucción en contra de buenas personas son destruidas
ORACION
Padre, te buscaré temprano en la mañana y te buscaré en la noche, tú eres mi deleite, mi roca y mi castillo. Bendeciré tu nombre por siempre, pongo mi esperanza en ti, mi satisfacción y gozo. Tú ya conoces todas mis necesidades y te las encargo solo a Ti
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