La compañía de Dios en las pruebas
Leer | GÉNESIS 39.1-23
La vida de José enseña principios importantes en cuanto a los tiempos difíciles. He aquí tres que podemos aprender:
1. Las dificultades continuarán hasta que el propósito de Dios se cumpla. En el caso de José, el plan de Dios era prepararlo para que salvara a su familia y también a Egipto de la hambruna. Con el fin de preparar a José para una posición de autoridad y responsabilidad, Dios lo puso en una casa importante de Egipto como esclavo. Allí, en circunstancias difíciles, José pudo aprender lecciones que necesitaría para el futuro. No solo adquirió capacidades valiosas, sino que también su fe y su relación con el Señor se fortalecieron. Dios sigue actuando de la misma manera, de modo que estemos preparados para realizar el trabajo que Él ha previsto para nosotros (Ef 2.10).
2. Aprendemos más en la oscuridad que en la luz. Además de descubrir la fidelidad del Señor, José aprendió a discernir la presencia de Dios, rechazar la tentación y aceptar cualquier posición, ya fuera distinguida o humilde. Las lecciones y los preceptos bíblicos se vuelven “nuestros” solo después de que se hacen reales en nuestras vidas.
3. Lo que aprendemos en la oscuridad debemos compartirlo en la luz. José compartió abiertamente su fe y su conocimiento de Dios cuando interpretó los sueños de Faraón (Gn 41.15, 16). No dejó que su encarcelamiento le impidiera ayudar a los demás (40.1-23). Lo que aprendemos en nuestras pruebas, debemos ofrecerlo a quienes estén sufriendo.
Nadie está buscando adversidades, pero los tiempos difíciles parecen encontrarnos con bastante frecuencia. En vez de temer a las circunstancias difíciles, podemos confiar en Dios y adoptar su plan, sabiendo que Él usa las pruebas para su gloria y nuestro beneficio.
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