Cómo llevar las cargas de otros
Leer | Romanos 15.1, 2
La Biblia ordena a los cristianos a llevar las cargas de otros. Hacer esto de manera efectiva requiere tres cosas.
• Sensibilidad. Si usted no es sensible a las luchas de quienes le rodean, ¿cómo puede ayudar? Cada domingo se sienta en la iglesia rodeado de personas que sufren. El Señor conoce la profundidad de su sufrimiento y desea liberarlos de la esclavitud, pero a menudo actúa por medio de sus hijos. Afortunadamente, contamos con su Espíritu para hacernos sensibles a las necesidades que haya en medio de nosotros.
• Aceptación. No estamos llamados a llevar cargas de otros basándonos en cómo nos sintamos en cuanto a ellos. Jesús no hace discriminación sobre a quiénes amar o ayudar. Si queremos ser como Cristo, debemos estar dispuestos a ayudar a los demás, sin importar quiénes sean.
• Disponibilidad. A veces, los cristianos piensan que es responsabilidad del pastor cuidar a toda la congregación. Pero él también tiene sus cargas. Su pastor quiere ayudar a todo el mundo en todas las formas posibles, pero si él es el único que está disponible para ofrecer apoyo a la congregación, tanto él como la iglesia colapsarán. Hágase la pregunta de si habrá una manera en que usted pueda ayudar a llevar la carga.
La Biblia nos dice que toda la ley se resume en un solo mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Gá 5.14). Después de amar al Señor con todo nuestro corazón, este es el segundo gran mandamiento (Mt 22.39). Por tanto, cuando nos solidarizamos con la angustia y las cargas de otra persona, cumplimos con una gran ley de Dios.
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