viernes, 15 de noviembre de 2024

Jesús: El Salvador que nos busca

Jesús: El Salvador que nos busca
Apocalipsis 3.14-22

Los cristianos de Laodicea se veían a sí mismos como ricos y autosuficientes cuando, en realidad, su ceguera espiritual y su fariseísmo les habían impedido reconocer su verdadera pobreza. A pesar de que habían cerrado la puerta entre ellos y el Señor Jesús, Él nunca renunció a ellos. Apocalipsis 3.20 enseña que Jesús . . .

Está a la puerta—Él Señor toma la iniciativa. Está listo y dispuesto a buscarnos, incluso cuando hayamos levantado una barrera.

Llama a la puerta—Él trata de llamar nuestra atención por varios medios, incluyendo circunstancias, sufrimientos, pruebas, convicción de pecado, insomnio o su Palabra. Luego espera con paciencia nuestra respuesta.

Nos invita a abrir la puerta—Aunque Cristo es omnipotente, nunca nos obliga a relacionarnos con Él.

Atraviesa la puerta—Si le abrimos nuestro corazón, Él entrará en nuestras vidas. Por medio de la presencia interior del Espíritu Santo, participamos efectivamente de la naturaleza divina de Cristo, y somos transformados a su imagen.

Cena con nosotros—Ahora que nada se interpone entre nosotros y Jesús, podemos comenzar a disfrutar de todos los beneficios de una relación estrecha con Él, y ser alimentados por su Palabra.

¿Dónde está usted en este proceso? ¿Ha levantado una barrera entre usted y el Señor? Los laodicenses nos enseñan lo infelices que somos cuando mantenemos a distancia al Señor Jesús. Solo si le permitimos un acceso irrestricto a nuestras vidas, experimentaremos el gozo de vivir con Él.

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