sábado, 10 de diciembre de 2011

Salmo 34; Tesoros de David "Charles Spungeon


Título: «Salmo de David, cuando mudó su semblante (conducta) delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue». De este suceso que no refleja crédito alguno en la memoria de David se nos da un relato en 1º Samuel 21. Aunque la gratitud del Salmista le hizo registrar por escrito la bondad del Señor al concederle una liberación inmerecida, sin embargo, él no elabora ninguno de los incidentes de su escape en el relato, sino que insiste sólo en el gran hecho de ser escuchado en la hora de peligro.
Podemos aprender de este ejemplo a no exhibir nuestros pecados delante de los demás, como algunos vanidosos acostumbran, que exhiben sus pecados como si fueran veteranos de campaña cargados de cruces y medallas. David se finge loco con gran habilidad, pero no estaba tan loco como para cantar las hazañas de su propia locura.

Vers. 1. Bendeciré a Jehová en todo tiempo. El que alaba a Dios por sus misericordias nunca carecerá de misericordia que alabar. El bendecir al Señor es siempre oportuno; no hay sazones más apropiadas que otras.C.H.S.
El mártir Bradford, hablando a la reina Mary, en cuyo poder se hallaba, y por consiguiente bajo su cruel clemencia, le dijo: «Si la reina se complace en soltarme, se lo agradeceré; si me encarcela, se lo agradeceré; si me quema, se lo agradeceré», etc. Esto dijo un alma creyente: «Hágame Dios lo que me haga, estaré agradecido.» Samuel Clarke

Vers. 2. En Jehová se gloriará mi alma. El jactarse es una tendencia muy natural, y si nos hemos de jactar como en este caso, cuanto ti mejor. La exultación de este versículo es más que mera jactancia de la lengua; el alma va incluida, el gloriarse es algo que se siente antes de ser expresado. ¡Qué alcance tiene este gloriarse santo en Jehová! C. H. S.

Vers. 4. Busqué a Jehová, y Él me escuchó. Dios espera oírnos a nosotros antes que nosotros le oigamos a El. Si tú retienes la oración, no es de extrañar que la misericordia prometida sea retenida. La meditación es como el estudio que hace el abogado del caso, a fin de defenderlo ante el tribunal; cuando tú has visto la promesa y tu corazón ha sido afectado por las riquezas de la misma, entonces lánzate al trono de la gracia y preséntala delante del Señor. William Gurnall

Vers. 5. Los que miran hacia Él. Cuanto más pensamos en nuestro Señor y menos en nosotros, tanto mejor. El mirarle a El, sentado a la diestra del trono de Dios, va a ayudarnos a mantener firmes nuestras cabezas y nuestros corazones cuando atravesamos las aguas turbias de la aflicción.
He pensado con frecuencia en esto al cruzar las aguas en el antiguo lugar de Langholm. Hallo que cuando miro al agua siento vértigo, y por tanto fijo los ojos en un objeto distante, al otro lado, y me siento tranquilo. David Smith

Vers. 6. Este pobre clamó. Su oración era un grito, por la brevedad y la amargura, por la sinceridad y la sencillez, por la naturalidad y la pena; era el grito de un pobre, pero no menos poderoso para el cielo, porque el Señor le escuchó, y el ser escuchado por Dios es ser librado; y por ello se añade: El le libró de todas sus angustias.
Al instante David se vio libre de todos sus males. El Señor barrió su aflicción como los hombres destruyen un nido de avispas o el viento disipa la niebla. La oración puede aclarar nuestras tribulaciones tan fácilmente como el Señor limpió de ranas y moscas a Egipto cuando Moisés se lo pidió. C. H. S.
Una flecha tirada con plena energía se dirige rápidamente a su blanco; por tanto, las oraciones de los santos son expresadas clamando sobre las Escrituras. Samuel Rutherford

Vers. 7. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. No voy a hacer las preguntas que se han hecho en el pasado sobre silos ángeles pueden hacer esto o aquello; tampoco me ocuparé de cuál es su sustancia, su virtud u operación. Pero de esto el hombre piadoso puede estar seguro: que siempre que está en necesidad, a pesar de puertas, cerrojos y barrotes, puede disponer de uno en un instante con sólo indicarlo. Zachary Bogan

Vers. 8. Gustad, y ved cuán bueno es Jehová. Nuestros sentidos ayudan a nuestro entendimiento; no podemos, mediante nuestro entendimiento racional, percibir la dulzura de la miel; pruébala, y saboréala; esto basta. Richard Alleine en Cielo abierto.
No basta con que la veas de lejos, si no la tienes, como le ocurrió al rico de la parábola; o tenerla y no probarla, como el león de Sansón, que era un depósito de la misma, pero no probaba su dulzura; sino que además de verla debes probarla. Thomas Payfere
No quieras tragarte los buenos dones de Dios sin gustar el sabor de los mismos; ni los olvides maliciosamente, sino usa tu paladar y considera su sabor. D. H. Mollerus

Vers. 10. Los potentados se empobrecen, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. No faltará plata en el saco de Benjamín si José la echa allí. La gracia no es como un huésped pobre, que no paga su estancia. Cuando se adora al mejor de los seres, se gozan las mejores bendiciones. William Secker
La carencia santificada es un medio notable de llevar al arrepentimiento, de obrar en nosotros un cambio de vida; estimula a la oración; nos desteta del amor del mundo; nos mantiene preparados siempre para el combate espiritual; revela si somos verdaderos creyentes o hipócritas; impide mayores males de pecado y castigo futuros; nos hace humildes, conformes para con Cristo, nuestra Cabeza; aumenta nuestra fe, nuestro gozo y agradecimiento, nuestra sabiduría espiritual, y al mismo tiempo nuestra paciencia, como ya he mostrado en otro tratado. Richard Young en El
abogado de los pobres Recuerdo que cuando pasé por el campo conocí a una pobre viuda cuyo marido había caído en Bothwell; los soldados saquearon su casa, diciéndole que se llevarían todo lo que tenía. «No dejaremos nada» -le dijeron-, «ni sobre ti, ni alrededor». «No me importa» -les contestó-, «no lo necesito en tanto que tenga a Dios en los cielos». Esta fue la respuesta de un creyente. Sermón de Alejandro Peden
Da una mirada al cielo y a la tierra y las cosas que hay en ellos, y todo lo que tenga base sólida para creer que es bueno pídelo con confianza a Cristo; su amor no te lo negará. Si fuera bueno para ti que no hubiera pecado, demonio, aflicción o destrucción, el amor de Cristo al instante los aboliría. Es más, si la posesión de todos los reinos del mundo fuera buena en absoluto para ser un santo, el amor de Cristo al instante le coronaría como monarca de los mismos. David Clarkson

Vers. 11. Venid, hijos. Cuando Dios hubo creado los cielos y la tierra, lo primero que hizo fue adornar el mundo con luz y separarlo de las tinieblas. Feliz el niño para quien la luz del conocimiento salvador empieza a alumbrar pronto. Dios, en la ley, requiere el primogénito y las primicias, y lo mismo aun hoy quiere que le ofrezcamos nuestros primeros días. Nathanael Hardy
David, en esta parte del Salmo emprende la educación de los niños; aunque era un hombre de guerra y ungido rey, no pensaba que esto estuviera por debajo de su dignidad; aunque tenía la mente llena de cuidados y asuntos en sus manos, podía hallar tiempo y corazón para dar buenos consejos a los jóvenes, usando su propia experiencia. Matthew Henry
Observemos: 1º) Lo que Él espera de ellos: oídme, dejad vuestros juegos, y escuchad lo que tengo que deciros; no sólo prestadme atención, sino observadme y obedecedme. 2º) Lo que intenta enseñarles: el temor de Jehová, incluidos todos los deberes de la religión.
David era un músico famoso, un hombre de estado, un soldado, pero no dice a sus hijos: «Os enseñaré a tocar el arpa, o a manejar la espada o la lanza, o a disparar el arco», o bien: «Os enseñaré las máximas de la política del Estado»; sino que dice: «Os instruiré en el temor de Jehová», que es mejor que todas las artes y ciencias, mejor que todos los holocaustos y sacrificios. Es esto lo que tendríamos que ser solícitos en aprender nosotros y enseñar a nuestros hijos. Matthew Henry

El Maestro de las Sentencias insiste, a partir de este versículo, en las cuatro clases de temor:
mundano, servil, inicial y filial. Mundano, cuando tememos incurrir en pecado, simplemente para que no perdamos algunas de las ventajas sociales e incurramos en algún inconveniente en el mundo. Servil, cuando tememos pecar, simplemente por temor del infierno, que es su castigo.
Inicial, cuando tememos cometer pecado, para no perder la felicidad del cielo. Filial, cuando tememos sólo y exclusivamente, porque no queremos ofender a Dios, a quien amamos de todo corazón.
«El temor humano está lleno de amargura; el temor divino, lleno de dulzura; el uno lleva a la esclavitud, el otro lleva a la libertad; el uno teme la prisión de la Gehena, el otro abre el reino de los cielos», dice Casiodoro. J. M. Neale

Vers. 14. Haz el bien. La bondad negativa no es suficiente para hacernos aptos para el cielo. Hay algunos en el mundo cuya religión está fundada sólo sobre negaciones; no son borrachos, no juran, y, por ello, se consideran bienaventurados.
Ve cómo el fariseo se extasía (Lucas 18:11): «Dios, te doy gracias que no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, etc.» ¡Ay!, el no ser causa de escándalo no hará de un hombre un cristiano, como un dígito no forma una suma.
Se nos manda, no que cesemos de obrar mal, sino que obremos bien. Será una alegación muy pobre al final el decir: «Señor, me abstuve de mancharme en pecados graves: no hurté.» Pero, ¿qué bien hay en ti? No basta que el siervo de la viña no haga daño en ella, que no destruya árboles ni setos; si no trabaja en la viña, pierde su jornada.
No basta que digamos el último día: «No he hecho daño a nadie; he vivido sin cometer pecados graves»; pero, ¿qué has hecho en la viña? ¿Dónde está la gracia que has recibido? Si no puedes mostrar esto, has perdido tu paga y quedado corto de tu salvación. Thomas Watson
Busca la paz. La ira es un crimen tanto para uno mismo, como para el que es objeto de ella.
Y síguela. Búscala; persíguela con anhelo. Es posible que la pierdas pronto -no hay nada tan difícil de retener-, pero haz lo que puedas, y si la enemistad aparece, que no sea por tu culpa.
Vete tras la paz cuando ésta se escabulle; haz la decisión de no tener un espíritu contencioso. La paz que así procuras te será devuelta en tu propio seno, y será una fuente de consuelo perenne para ti. C. H. S.
Las cosas más deseables no son las más fáciles de obtener. Lo más hermoso para la imaginación es la tranquilidad y la paz. Pero esta gran bendición no se presenta por su cuenta de modo voluntario; hemos de buscarla. Incluso cuando la buscamos, con frecuencia nos esquiva; huye, y tenemos que perseguiría. Condensado del sermón del DR. Waterland en J. R. Pitman’s Course (Sermones sobre los Salmos)

Vers. 18. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón. Cercano en amistad para aceptar y consolar. Los corazones quebrantados creen que Dios está muy lejos, cuando en realidad está muy cerca; sus ojos están nublados y no pueden ver a su mejor amigo. C. H. S.
Considera las ventajas de este corazón quebrantado. Un corazón quebrantado es aceptable y agradable a Dios (Salmo 51:17). Compensa muchos defectos en tu servicio y deberes (Salmo 51:17). Hace al alma un receptáculo apto para que Dios resida en ella (Isaías 57:15). Nos acerca a Dios (Salmo 34:18). Te prepara para la dulce curación de Cristo (Ezequiel 34:16). Si, te pone en el camino recto para el cielo, donde todas tus heridas y golpes serán curados (Apocalipsis 22:2). John Spalding en Sintaris Sacra, o colección de sermones Tenemos tendencia a pasar por alto a los hombres en proporción a lo humilde de su posición con respecto a nosotros. Dios los considera más en esta misma relación. Los vasos de honor son hechos de un barro que es desmenuzado antes en partículas más pequeñas. George Horne ¡Oh, pobre pecador!, tú tienes una carga insoportable de pecado y culpa dentro de tu alma, que te
está oprimiendo hasta el infierno, y, con todo, no la sientes; tienes la ira de Dios colgando sobre tu cabeza por el hilo de una vida corta, y es posible que se te caiga encima antes de un año, quizá un mes, pero que no ves ahora; si la vieras, entonces gritarías como se oyó en el campo de Bosworth: «¡Un caballo!, ¡un caballo!, ¡un reino por un caballo’» Y tú exclamarías: «¡Nadie sino Cristo! ¡Nadie sino Cristo! ¡Diez mil mundos por Cristo!» James Nalton
Contritos de espíritu -«dakkeey ruach»-. En ambas palabras va implicada la idea de un martillo; el romper a pedazos el mineral, y luego el batir el metal que ha sido separado del mineral. Esto recordará al lector Jeremías 23:29: «¿No es mi palabra como fuego dice Jehová y como martillo que rompe la roca en pedazos?» Adam Clarke
Vers. 19. Le librará el Señor de todas ellas. El abogado puede librar a su cliente en un pleito; el médico puede librar al paciente de una enfermedad, el amo puede librar a su siervo de la servidumbre, pero el Señor nos libra de todas las aflicciones. Como cuando Moisés fue a liberar a los israelitas no quería dejar absolutamente nada detrás, lo mismo cuando el Señor viene para liberar a los justos no deja ninguna tribulación detrás. El que dice: «Quité de en medio todas tus
iniquidades», también dirá: «He quitado de en medio todas tus enfermedades y aflicciones.»Henry Smith.

Vers. 20. El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado. La eternidad va a curar todas sus heridas. Ni un hueso del cuerpo místico de Cristo será quebrantado, incluso su marco corporal fue conservado intacto. El amor divino vela sobre cada creyente como veló sobre Jesús; ninguna herida fatal ocurrirá. Ni seremos detenidos ni hechos inútiles en el reino, sino que seremos presentados después de las pruebas de la vida sin mancha ni arruga ni cosa semejante, preservados en Cristo Jesús y guardados por el poder de Dios por la fe para salvación. C. H. S.
Los huesos de Jesús podían ser fracturados en hipótesis, pero en realidad no podían serlo por toda la violencia del mundo, porque Dios había decretado de antemano: «Ningún hueso suyo será fracturado». Así confesamos que los hijos de Dios son mortales; pero todo el poder del diablo o del hombre no puede, no debe, matarlos antes de su conversión, en conformidad con la elección de Dios para vida, que por necesidad ha de ser realizada. Thomas Fuller

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