Educación de la Juventud
Un estudio sobre la educación en las tierras bíblicas desde antes y después de los
tiempos bíblicos se situará en las maneras y costumbres del pueblo, y arrojará luz sobre ciertos pasajes bíblicos.
LAS ESCUELAS DE UR, CUANDO ABRAHAM ERA NIÑO
La expedición arqueológica presidida por Sir Charles Leonard Woolley llevada al cabo en Ur de los Caldeos, que duró de 1922 a 1934, ha probado que existieron escuelas en la ciudad en que Abrahán pasó su juventud. Se descubrieron ladrillos de arcilla que indican algunas de las materias que se enseñaban en esas escuelas. Los alumnos escribían sus lecciones en ladrillos, y lecciones de vocabulario al dictado. En aritmética, tenían la tablas de multiplicar y dividir, y alumnos más avanzados sabían raíz cuadrada y raíz cúbica, con lecciones de geometría práctica. Las lecciones de gramática incluían ejemplos de conjugación de verbos. Estas revelaciones juntas a otros descubrimientos en Ur, nos dan idea de que Abrahán venía de una ciudad muy civilizada. Sin duda que él asistió a alguna de estas escuelas.
Es cierto que Abraham y Sara estaban familiarizados con leyes de Hamurabí,
habiéndoles sido ensañado este código de babilónicas en su juventud.
La explicación a la acción de Sara al a su criada Agar como una esposa secundaria (Gen. 16), fue porque la ley de Hamurabí consentía que se hiciese. Una acción parecida repitió en las relaciones de la familia de Jacob (Gen. 30). Pero después que la ley de Moisés entró en vigor, desapareció esta costumbre en Israel.
ESCUELAS DE EGIPTO CUANDO MOISES ERA JOVEN
Esteban nos da el relato de que "Fue enseñado Moisés en sabiduría de los egipcios" (Hech. 7:22). Nos ha venido de la tierra del Nilo una rica información para hacernos saber lo valioso que la educación de este legislador en Egipto.
ESCUELAS DE EGIPTO CUANDO MOISES ERA JOVEN
Esteban nos da el relato de que "Fue enseñado Moisés en sabiduría de los egipcios" (Hech. 7:22). Nos ha venido de la tierra del Nilo una rica información para hacernos saber lo valioso que la educación de este legislador en Egipto.
La tradición nos dice que Moisés concurrió a la escuela del templo del Sol en Heliópolis.
Fue allí sin duda donde aprendió a leer y a escribir. Hay indicaciones que recibía lecciones de aritmética, usando la anotación de la escala decimal. Debe haber estudiado suficiente geometría que le permitió estar familiarizado con la agrimensura, el arte de medir la tierra, y sus conocimientos de matemáticas le llevaron a la trigonometría. Los egipcios también estudiaban la astronomía, así como la arquitectura. También tenían algunos conocimientos de la ciencia médica y dental, y conocían la anatomía y la química, teniendo también conocimientos de los metales, porque tenían minas de oro, y de cobre, y estaban familiarizados con el uso del hierro y la manufactura del bronce. La música también la consideraban como una materia importante en las escuelas egipcias. Moisés debe haber tenido una cultura amplía, y de acuerdo con las normas del Egipto antiguo, que eran de alto calibre.
LA EDUCACION BAJO LA LEY DE MOISES
La obligación de educar a la juventud había sido delegada por la ley mosaica a los padres hebreos. El hogar debía ser la escuela v los padres eran los maestros.
Fue allí sin duda donde aprendió a leer y a escribir. Hay indicaciones que recibía lecciones de aritmética, usando la anotación de la escala decimal. Debe haber estudiado suficiente geometría que le permitió estar familiarizado con la agrimensura, el arte de medir la tierra, y sus conocimientos de matemáticas le llevaron a la trigonometría. Los egipcios también estudiaban la astronomía, así como la arquitectura. También tenían algunos conocimientos de la ciencia médica y dental, y conocían la anatomía y la química, teniendo también conocimientos de los metales, porque tenían minas de oro, y de cobre, y estaban familiarizados con el uso del hierro y la manufactura del bronce. La música también la consideraban como una materia importante en las escuelas egipcias. Moisés debe haber tenido una cultura amplía, y de acuerdo con las normas del Egipto antiguo, que eran de alto calibre.
LA EDUCACION BAJO LA LEY DE MOISES
La obligación de educar a la juventud había sido delegada por la ley mosaica a los padres hebreos. El hogar debía ser la escuela v los padres eran los maestros.
El Reglamento
dice así:
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa y, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes: y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas" Deut. 6:6-9).
Las fiestas de la Ley tales como la Pascua estaban diseñadas en tal forma que los
jóvenes no tenían más que hacer esta pregunta: ¿Que rito os éste vuestro?" Ex.12:26), dando así a los padres una oportunidad para explicarles su verdadero significado.
El tabernáculo, y más tarde el templo, debían ser lecciones objetivas de la verdad
divina. Cada séptimo año, en la fiesta de los tabernáculos, el sacerdote leía la Ley al pueblo.
De esa manera también lo sacerdotes y los levitas eran maestros en la tierra. Luego se levantó un orden de profetas, principiando con Moisés y continuando a través de una larga e ilustre línea, quienes fueron sin duda valiosos maestros de la juventud en la tierra. Fueron desarrolladas por ellos escuelas especiales para el entrenamiento de los jóvenes profetas, como luego lo veremos.
LAS ESCUELAS DE PROFETAS
Por causa de la declinación moral del sacerdocio bajo Eh y sus malvados hijos, Samuel tuvo la inspiración de formar una escuela de profetas, donde los jóvenes, mayormente los levitas, se entrenaban para enseñar la ley de Dios al pueblo. Había una de esas escuelas en la ciudad de Rama presidida por Samuel, y a la cual huyó David estando allí por algún tiempo cando Saúl le buscaba para matarlo (1 Sam. 19:18-21). Parece que había otra escuela en Gilgal donde Samuel menciona "una compañía de profetas" (1 Sam. 10.5, 10), en los días de Elías y Eliseo, se hacía referencia a "los de los profetas (1 Reyes 20:35), que vivían juntos en Gilgal, Bethel y Jericó (2 Reyes 2:1, 3, 5; 4:38). Cerca de cien profetas comieron con Eliseo en Gilgal (2 Reyes 4:38-44). Puede haber existido tantos como esos en Jericó, porque se hace mención de "cincuenta varones de los hijos de los profetas" (2 Reyes, 2:7), que fueron buscar el cuerpo de Elías. Sin duda estas escuelas eran para la enseñanza y estudio de la ley y la historia de Israel, cultivando también la música y poesía sagradas. La escritura de la historia sagrada a ser una parte importante del trabajo de los profetas. A estos jóvenes se les estudiaba mental y espiritualmente para ver que estuvieran en capacidad para ejercer una mayor influencia para el bien sobre pueblo de su tiempo.
LAS ESCUELAS DE LAS SINAGOGAS CUANDO JESUS ERA UN NIÑO
Cuando Jesús hubo crecido hasta convertirse en un joven, sin duda que concurría a la escuela de la sinagoga, en la villa de Nazareth). El niño judío era enviado a esta escuela cuando estaba entre el quinto y el sexto año de su vida. Los alumnos cada uno estaban de pie juntamente con el maestro, o se sentaban en el piso en un semicírculo, dando frente al maestro. Cuando los niños tenían diez de edad, la Biblia era su único texto. De los diez a los quince años la ley tradicional era la materia más importante, y un estudio de teología como se enseñaba en el Talmud era aplicado a aquellos mayores de quince años de edad. El estudio de la Biblia principiaba el libro de Levítico, y se continuaba con otros pasajes del Pentateuco,
luego seguían con los Profetas, y finalmente las demás Escrituras Debido a la notable familiaridad de Jesús con las Santas Escrituras, podemos estar justamente ciertos de que su hogar de Nazareth tenía una copia completa del Libro Sagrado. Sin duda él amaba meditar sobre sus páginas en su casa después de haber recibido sus enseñanzas en la escuela.
LA ESCUELA RABINICA EN LOS TIEMPOS DE PABLO
En tiempos de Pablo había dos escuelas rivales de teología rabínica, la escuela de Hilel a la que Pablo asistía en Jerusalén, y la escuela de Shamai. La primer escuela era el más liberal, como nosotros pudiéramos pensar en la actualidad, y ponía un énfasis tremendo sobre las tradiciones orales de los judíos. Como un joven de 13 años de edad, Saulo de Tarso fue a Jerusalén para principiar su entrenamiento, bajo el gran maestro Gamaliel. Pablo se graduó en esta escuela y vino a ser el típico rabí fariseo. De su entrenamiento, él mismo decía: "Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, enseñado conforme a la verdad de la ley de la patria, celoso de Dios, como todos vosotros sois hoy" (Hech. 22:3).
El entrenamiento de Jesús cuando era joven había sido bajo la otra escuela, donde
había menos conflicto sobre la tradición, y más sobre las enseñanzas espirituales de la Ley y los Profetas. En los días antes de su conversión, como Saulo había resentido lo que Jesús dijo de los fariseos, "¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición" (Mat. 15:3, 6).
LAS ESCUELAS ROMANAS EN EL PRIMER SIGLO
Hoy se sabe que hubo veinte escuelas de gramática en Roma cuando el apóstol Pablo hizo su primera visita a la ciudad. A señoritas lo mismo que a jóvenes se les permitía ir a la escuela, pero hay evidencia que más jóvenes que señoritas aprovechaban este privilegio.
La referencia de Pablo al ayo Gál. 3:24) de estas escuelas romanas, fue primeramente mal entendida por muchos, hasta que los escritos papiros arrojaron luz sobre su significado. El individuo llamado en nuestra traducción "ayo" realmente no era el jefe o maestro:
más bien un esclavo fiel cuya obligación era llevar y a los hijos de su jefe a la escuela y cuidar de que no les sucediera algún mal. Pablo comparaba a Cristo con el maestro real, y la ley era semejante el esclavo cuya obligación era llevar al alumno al maestro.
Los descubrimientos arqueológicos en Efeso indican que la cuela de Tirano en la que Pablo discutía cada día, (Hech.19:9), probablemente era la escuela elemental, donde el maestro en algunas horas por la mañana y algunas veces por la tarde. Así el cuarto podía estar a disposición de Pablo cuando lo necesitase, de tal manera que los cuartos de escuela estaban situados adyacentes a la calle prestándose admirablemente a su propósito.
dice así:
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa y, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes: y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas" Deut. 6:6-9).
Las fiestas de la Ley tales como la Pascua estaban diseñadas en tal forma que los
jóvenes no tenían más que hacer esta pregunta: ¿Que rito os éste vuestro?" Ex.12:26), dando así a los padres una oportunidad para explicarles su verdadero significado.
El tabernáculo, y más tarde el templo, debían ser lecciones objetivas de la verdad
divina. Cada séptimo año, en la fiesta de los tabernáculos, el sacerdote leía la Ley al pueblo.
De esa manera también lo sacerdotes y los levitas eran maestros en la tierra. Luego se levantó un orden de profetas, principiando con Moisés y continuando a través de una larga e ilustre línea, quienes fueron sin duda valiosos maestros de la juventud en la tierra. Fueron desarrolladas por ellos escuelas especiales para el entrenamiento de los jóvenes profetas, como luego lo veremos.
LAS ESCUELAS DE PROFETAS
Por causa de la declinación moral del sacerdocio bajo Eh y sus malvados hijos, Samuel tuvo la inspiración de formar una escuela de profetas, donde los jóvenes, mayormente los levitas, se entrenaban para enseñar la ley de Dios al pueblo. Había una de esas escuelas en la ciudad de Rama presidida por Samuel, y a la cual huyó David estando allí por algún tiempo cando Saúl le buscaba para matarlo (1 Sam. 19:18-21). Parece que había otra escuela en Gilgal donde Samuel menciona "una compañía de profetas" (1 Sam. 10.5, 10), en los días de Elías y Eliseo, se hacía referencia a "los de los profetas (1 Reyes 20:35), que vivían juntos en Gilgal, Bethel y Jericó (2 Reyes 2:1, 3, 5; 4:38). Cerca de cien profetas comieron con Eliseo en Gilgal (2 Reyes 4:38-44). Puede haber existido tantos como esos en Jericó, porque se hace mención de "cincuenta varones de los hijos de los profetas" (2 Reyes, 2:7), que fueron buscar el cuerpo de Elías. Sin duda estas escuelas eran para la enseñanza y estudio de la ley y la historia de Israel, cultivando también la música y poesía sagradas. La escritura de la historia sagrada a ser una parte importante del trabajo de los profetas. A estos jóvenes se les estudiaba mental y espiritualmente para ver que estuvieran en capacidad para ejercer una mayor influencia para el bien sobre pueblo de su tiempo.
LAS ESCUELAS DE LAS SINAGOGAS CUANDO JESUS ERA UN NIÑO
Cuando Jesús hubo crecido hasta convertirse en un joven, sin duda que concurría a la escuela de la sinagoga, en la villa de Nazareth). El niño judío era enviado a esta escuela cuando estaba entre el quinto y el sexto año de su vida. Los alumnos cada uno estaban de pie juntamente con el maestro, o se sentaban en el piso en un semicírculo, dando frente al maestro. Cuando los niños tenían diez de edad, la Biblia era su único texto. De los diez a los quince años la ley tradicional era la materia más importante, y un estudio de teología como se enseñaba en el Talmud era aplicado a aquellos mayores de quince años de edad. El estudio de la Biblia principiaba el libro de Levítico, y se continuaba con otros pasajes del Pentateuco,
luego seguían con los Profetas, y finalmente las demás Escrituras Debido a la notable familiaridad de Jesús con las Santas Escrituras, podemos estar justamente ciertos de que su hogar de Nazareth tenía una copia completa del Libro Sagrado. Sin duda él amaba meditar sobre sus páginas en su casa después de haber recibido sus enseñanzas en la escuela.
LA ESCUELA RABINICA EN LOS TIEMPOS DE PABLO
En tiempos de Pablo había dos escuelas rivales de teología rabínica, la escuela de Hilel a la que Pablo asistía en Jerusalén, y la escuela de Shamai. La primer escuela era el más liberal, como nosotros pudiéramos pensar en la actualidad, y ponía un énfasis tremendo sobre las tradiciones orales de los judíos. Como un joven de 13 años de edad, Saulo de Tarso fue a Jerusalén para principiar su entrenamiento, bajo el gran maestro Gamaliel. Pablo se graduó en esta escuela y vino a ser el típico rabí fariseo. De su entrenamiento, él mismo decía: "Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, enseñado conforme a la verdad de la ley de la patria, celoso de Dios, como todos vosotros sois hoy" (Hech. 22:3).
El entrenamiento de Jesús cuando era joven había sido bajo la otra escuela, donde
había menos conflicto sobre la tradición, y más sobre las enseñanzas espirituales de la Ley y los Profetas. En los días antes de su conversión, como Saulo había resentido lo que Jesús dijo de los fariseos, "¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición" (Mat. 15:3, 6).
LAS ESCUELAS ROMANAS EN EL PRIMER SIGLO
Hoy se sabe que hubo veinte escuelas de gramática en Roma cuando el apóstol Pablo hizo su primera visita a la ciudad. A señoritas lo mismo que a jóvenes se les permitía ir a la escuela, pero hay evidencia que más jóvenes que señoritas aprovechaban este privilegio.
La referencia de Pablo al ayo Gál. 3:24) de estas escuelas romanas, fue primeramente mal entendida por muchos, hasta que los escritos papiros arrojaron luz sobre su significado. El individuo llamado en nuestra traducción "ayo" realmente no era el jefe o maestro:
más bien un esclavo fiel cuya obligación era llevar y a los hijos de su jefe a la escuela y cuidar de que no les sucediera algún mal. Pablo comparaba a Cristo con el maestro real, y la ley era semejante el esclavo cuya obligación era llevar al alumno al maestro.
Los descubrimientos arqueológicos en Efeso indican que la cuela de Tirano en la que Pablo discutía cada día, (Hech.19:9), probablemente era la escuela elemental, donde el maestro en algunas horas por la mañana y algunas veces por la tarde. Así el cuarto podía estar a disposición de Pablo cuando lo necesitase, de tal manera que los cuartos de escuela estaban situados adyacentes a la calle prestándose admirablemente a su propósito.