La plenitud de Dios en usted
Efesios 3.14-21
¿Se ha preguntado alguna vez si está “completo”? Todos tenemos dificultades en la vida que podrían hacernos sentir vacíos, pero el apóstol Pablo dice que podemos estar “llenos de la plenitud de Dios” (Ef 3.19). ¿Cómo es esa plenitud?
Una persona llena, por lo general, está satisfecha con la vida. Se siente amada por los demás, y puede dar amor. Los problemas y las dificultades no la derriban, porque puede soportarlos con confianza en Dios. No es quejosa ni se apresura a culpar a los demás.
Tiene una mente protegida por una actitud positiva, ya que sabe que el Señor hará que todo nos ayude a bien (Ro 8.28).
Ser cristiano no nos hace sentir completos de manera automática. La llenura viene solo cuando experimentamos el amor de Dios. Por muchos años, había estado seguro teológicamente de que el Señor me amaba. Incluso, lo predicaba, pero en realidad no lo sentía. Solo después de analizar mi vida, y de comenzar a hacer frente a los hechos que habían fracturado mi alma en la niñez, comencé a experimentar el amor de Dios de una manera personal. Tan pronto como sentí la seguridad de su amor por mí, descubrí el gozo inmenso de andar en obediencia a su voluntad. La razón fue que sabía que podía confiar en que Él cubriría todas mis necesidades en su tiempo y a su manera.
¿Siente el amor del Señor, o piensa que eso solo es algo bíblico? Si anhela sentirse lleno en la vida, la clave es experimentar de verdad una relación estrecha con Jesucristo.
Esto será posible solo cuando esté dispuesto a dejar que el Señor escudriñe su corazón. Él le revelará lo que está impidiéndole aceptar su amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario