El discernimiento espiritual
Leer | Salmo 119.97-99
El discernimiento espiritual es la capacidad de ver desde la perspectiva del Señor. El Espíritu Santo de Dios trabaja en nuestras vidas para que seamos capaces de ver más allá de lo evidente y podamos ver la diferencia entre...
• El error y la verdad.
• Lo bueno y lo mejor.
• La voluntad de Dios y la del hombre.
Puesto que nuestro Padre celestial quiere que conozcamos estas diferencias, nos dio al Espíritu Santo para instruirnos y guiarnos. El Espíritu de Dios discierne perfectamente porque conoce todo lo que el Padre y el Hijo conocen (Jn 16.13).
Muchas veces tenemos luchas en nuestro andar espiritual. Por ejemplo, en nuestra vida de oración no estamos seguros de por cuáles cosas orar; en nuestra toma de decisiones, nos preguntamos si una elección determinada es la voluntad de Dios; y en nuestras relaciones, nos preguntamos cómo ser un buen testimonio para Cristo.
Pero a medida que maduremos en el conocimiento y la sabiduría del Señor, seremos capaces de orar con confianza para descubrir la voluntad de Dios y para compartir nuestra fe. La responsabilidad del Espíritu Santo es ayudarnos. Él nos guiará a toda la verdad. Nosotros solo debemos cooperar con el Espíritu y aprender de Él (Jn 14.25-27; 16:5-15), estudiar la Palabra de Dios (He 4.12, 13) y poner en práctica lo que nos está mostrado.
Así como se necesita tiempo y perseverancia para desarrollar músculos fuertes, adquirir discernimiento requiere perseverancia y sometimiento a la enseñanza del Espíritu.
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