El perdón de nuestros pecados
Leer | Salmo 103.1-5
A lo largo de los años he oído a cristianos decir: “Creo que he cometido un pecado imperdonable”. Y, tal vez, usted también haya dicho lo mismo.
Con base en la autoridad de la Biblia, puedo decirle sin reservas que Dios le ama, y que Él perdona a todos los que ponen su fe en Cristo como Salvador. La Biblia dice que:
• Con su sangre, Jesús pagó toda nuestra deuda de pecado (Mt 26.28). Todo pecado —sin excepción (Col 2.13, 14).
• El perdón es dado a toda persona que cree en Jesús (Hch 10.43), y se mantiene al alcance de todos los creyentes (1 Jn 1.9).
• Nuestro perdón por el pecado se basa en la abundancia de gracia de nuestro Padre celestial, que supera siempre al agravio (Ef 1.7, Ro 5.20).
• Dios no mantiene un registro de los pecados pasados, presentes o futuros para usarlos en nuestra contra (Ro 8.1; 2 Co 5.19).
Para reconciliarnos con Él, envió a su Hijo para morir en nuestro lugar. Aceptó el sacrificio de Cristo como pago total por nuestros pecados. Él ofrece el perdón únicamente sobre la base de nuestra relación con Jesús, no de nuestros méritos. Gracias a nuestra fe en la obra de Cristo en la cruz, podemos estar seguros de que hemos recibido y que seguiremos recibiendo su misericordia divina.
La Biblia nos asegura que no existe transgresión imperdonable para Dios. Esto no es una licencia para pecar, ¡muy al contrario! El perdón divino debe motivarnos a buscar la santidad. Si usted duda del perdón de Dios, lea otra vez los versículos mencionados anteriormente, y agradézcale a Dios por ese regalo tan grande.
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