Otros fundamentos de la meditación efectiva
Salmo 19.14
Ya hemos analizado tres fundamentos de la meditación efectiva. Hoy completaremos la lista añadiendo los siguientes:
4. Silencio. ¡Esta puede ser una lucha muy grande! ¿Con qué frecuencia se sienta usted a orar, y termina siendo el único que habla? El profeta Isaías nos recuerda que “en quietud y confianza será [nuestra] fortaleza” (Is 30.15). Sin embargo, por lo general no estamos quietos en la oración. A veces, pasamos de una a otra petición, sin dar nunca al Padre la oportunidad de responder. ¿Cómo podemos saber realmente lo que desea para nosotros, si no hacemos una pausa y le escuchamos en silencio?
5. Dominio propio. Esto significa simplemente reconocer que necesitamos ocuparnos de algunas cosas en nuestra vida. Dios está purificándonos continuamente, y convirtiéndonos en las personas que Él quiere que seamos. A medida que nos entreguemos más y más a su voluntad, necesitaremos reconocer que tales áreas ya no están bajo nuestro control.
6. Sometimiento. Finalmente, los creyentes debemos someternos a Dios. Toda la oración y toda la meditación que hagamos, no cambiará nada en nuestra vida si tenemos un espíritu rebelde. Dios desea conocerle, usarle y moldearle conforme al buen plan que tiene para usted específicamente. Pero esto no puede suceder si no se somete intencionalmente a la actividad de Dios en su vida.
La meditación puede resultar difícil, pero como sucede con el ejercicio, las recompensas bien valen el esfuerzo. Pida la ayuda del Espíritu Santo y tome la decisión de comenzar a meditar hoy.
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