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martes, 27 de agosto de 2024

La gracia: Nuestra segunda oportunidad


La gracia: Nuestra segunda oportunidad


Romanos 5.1-6

La Escritura pinta un panorama sombrío de la humanidad: está muerta en pecados, bajo la ira de Dios y sujeta a la separación eterna de Él (Ef 2. 1-3). Pero, por medio de la cruz de Cristo, el Señor nos da una segunda oportunidad de tener una relación estrecha con Él.

Cuando ponemos nuestra fe en Cristo, Él derrama su amor incondicional —su gracia— sobre nosotros.

Por su gracia, hemos sido justificados por fe. La justificación es la declaración de Dios de que no somos culpables ante sus ojos. Cuando recibimos la salvación, la muerte de Jesús en la cruz es contada como pago por nuestros pecados. Toda nuestra desobediencia —pasada, presente y futura— es totalmente perdonada.

El medio para obtener esta gracia es fe genuina en Jesucristo. ¿Cómo es esta fe? Es la fe que acepta el veredicto del Señor de que somos pecadores; de que no podemos salvarnos a nosotros mismos, y de que necesitamos un Salvador. Es una fe que cree que Jesús pagó por nuestros pecados con su muerte; que Dios aceptó su pago a nuestro favor, y que somos perdonados y hechos miembros de su familia. Si tenemos fe genuina, le daremos nuestra lealtad y le serviremos de corazón.

La gracia también nos da paz con el Señor. Antes de ser salva, la persona era su enemiga y estaba bajo sentencia de muerte eterna. Pero, después de poner su fe en Cristo, es adoptada en la familia de Dios y tiene su favor para siempre.

Por gracia se nos ha dado una segunda oportunidad.

En vez del castigo eterno que merecíamos, hemos recibido aceptación por la fe en Cristo (Ro 15.7) y hechos miembros de la familia de Dios (Ro 8.15).

La grandeza de Dios


La grandeza de Dios


Isaías 40.12-31

Si usted le pregunta a un grupo de personas cómo es Dios, recibirá muchas respuestas diferentes.

Algunos dirán que es una fuerza en algún lugar del cosmos, mientras que otros lo describirán como un tipo de abuelo benévolo que pasa por alto los “pecados pequeños”. La mayoría de las veces, la descripción dada revelará más acerca de quién habla que de Dios. En realidad, el Dios verdadero podría sorprenderle.

Cuando el Padre celestial se revela en las Sagradas Escrituras, una palabra que nunca se utiliza cuando se hace referencia a Él es la forma impersonal “ello”, que se usa para aludir a una cosa. Dios es una persona. En todas las referencias, se le da un nombre (Jehová, Elohim, Señor), o es mencionado con un pronombre masculino (Él). Tiene todos los atributos de una persona: inteligencia para razonar, emociones para sentir y voluntad para tomar decisiones. Desde Génesis hasta Apocalipsis, Dios muestra estas características.

La Biblia también habla de la inmutabilidad de Dios.

Seamos claros en lo que esto significa: la naturaleza y el carácter del Señor jamás cambian —Él siempre es Espíritu y su amor se mantiene constante. Todos podemos tener la seguridad de que las leyes y los principios de Dios seguirán siendo ciertos, y de que Él actuará exactamente como lo ha prometido. Aunque sí ajusta sus emociones para adecuarlas a una situación, su complacencia, ira y demás sentimientos son matices de su ser, no características nuevas.

Dios es eterno, no tiene principio ni fin. Es el mismo ayer, hoy y siempre. Nadie le creó; Dios simplemente es. Si queremos honrar al Padre, debemos conocerle como es realmente —eterno e inmutable.

martes, 11 de junio de 2019

Jesús, nuestro gran sumo sacerdote



Jesús, nuestro gran sumo sacerdote

Hebreos 4.14-16

¿Por qué algunas personas enfrentan los problemas de la vida con confianza y valentía, mientras que otras son atormentadas por la duda y el fracaso?
Una razón es que mucha gente tiene una idea equivocada de quién es Jesús. Lo conocemos como el Pan de Vida y el Agua de Vida, pero ¿cuántos de nosotros le conocemos como nuestro gran sumo sacerdote?

La Biblia nos dice que Jesús “debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote” (He 2.17).
 Y Hebreos 4.15 añade: “Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. Esto significa que Jesús entra a nuestra vida y experimenta nuestros dolores, sufrimientos y sentimientos de culpa junto con nosotros.
¿Ha sido usted alguna vez rechazado a pesar de haberse esforzado al máximo, y haberse entregado por
completo?
Piense en esto: ¿Acaso ha sido alguien más rechazado que Jesucristo?
Él está personalmente familiarizado con esa clase de dolor. ¿Alguna vez un ser querido le dijo que no, le cerró la puerta y se marchó?
Usted pudiera preguntarse si Jesús sintió alguna vez un dolor así. Sí, lo sintió.
Su propio pueblo lo rechazó. ¿Entiende Cristo, el Inmaculado, nuestros sentimientos de culpa?
Sí. La Biblia dice que el Padre puso todos los pecados del mundo sobre Él. Jesús llevó la culpabilidad de toda la humanidad.

sábado, 30 de marzo de 2013

Ilustración: EL RELIGIOSO Y EL CARNICERO




EL RELIGIOSO Y EL CARNICERO

Hay una vieja narración que nos cuenta de un religioso muy “santo” que vivía en el desierto, ayunaba a menudo y había abrazado la más abnegada pobreza.

Mucha gente de los alrededores lo tenía por santo, y se decía que era el hombre que estaba más cerca de Dios.

Así parecía, puesto que este religioso se pasaba mucho tiempo en serena contemplación y diálogo con Dios.

Un día llegó a oídos del religioso lo que la gente decía de él, y picado por la curiosidad le preguntó a Dios:

Dime, Señor ¿es cierto lo que la gente dice de mí, que soy el hombre más santo y el que está más cerca de Ti?..
¿De veras quieres saberlo? ¿Por qué estás tan interesado? le preguntó Dios...

El religioso le contestó: No es la vanidad la que me mueve a preguntarte esto, sino el deseo de aprender. Si hay alguien más santo que yo, debo ser su discípulo para saber acercarme más a Ti...

Dios entonces le dijo:
"Muy bien, baja por el sur del desierto al pueblo más cercano y pregunta por el carnicero del pueblo, él es el más santo"…
El religioso se sorprendió mucho con la respuesta de Dios, pues en aquella época los carniceros gozaban de muy mala fama, pero obediente hizo lo que el Señor le indicó.

Llegó al pueblo y pudo observar a sus anchas al carnicero, y no encontró en él nada extraordinario. Al verlo incluso llegó a dudar, le pareció de bruscos modales, algo malhumorado y observó con preocupación, que cada chica hermosa que llegaba a la carnicería, era mirada de forma "no muy santa " por el carnicero…

Cuando terminó de atender a la gente y se disponía a cerrar el negocio, el carnicero, sorprendido le preguntó que quería. El religioso le contó lo que le había llevado a verlo y el carnicero quedó más sorprendido todavía.

"Mire, yo no dudo de su palabra pero me sorprende mucho que Dios le haya dicho eso, yo soy un gran pecador, aunque voy a la Iglesia no lo hago con la frecuencia con que debería. Pero en fin, mi casa es su casa". Y le invitó a pasar y a comer con él, en tanto él entraba a una habitación en donde un anciano acostado en un lecho recibió todo el cuidado del carnicero, que le dio de comer en la boca y lo arropó con cariño para que durmiera…

"Perdone mi indiscreción le dijo el religioso al carnicero - ¿es su padre?

"No lo es" le respondió. "En realidad es una larga historia"…

"¿Podría contármela?" le dijo el monje.

"A usted se la contaré pues sé que los monjes saben guardar secretos. Este hombre fue quien mató a mi padre. Cuando vino al pueblo, mi primer impulso fue matarlo para vengarme pero estaba viejo y enfermo y sentí pena por él.

Luego recordé a mi padre, que siempre me enseñó a perdonar y en su nombre decidí tratarlo con amor, como hubiera tratado a mi padre, si aún viviera"…

No está más cerca de Dios el que dedica mucho tiempo a realizar actos religiosos, sino aquel que ama y perdona aún al que lo odia.
Porque quien obra así hace lo mismo que Dios...

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” Mateo 7:21

martes, 26 de marzo de 2013

Tesoros de David, Salmos 48 de Charles Spungeon


Salmos 48
Título: «Cántico y Salmo de los hijos de Coré». Un cántico de gozo y un Salmo de reverencia.
¡Ay!, no todo cántico es un Salmo, porque no todos los poetas han nacido del cielo, y no todo Salmo es un cántico, porque al acudir delante de Dios hemos de expresar confesiones penosas lo mismo que alabanzas exultantes.
gún su-ceso de la historia judía. Su autor y fecha son desconocidos. Registra la retirada de ciertos reyes confederados de Jerusalén, cuando les falló el coraje antes de dar un golpe.
 
Ver. 1. Grande es Jehová. Hasta, qué punto es grande, nadie puede concebirlo; pero podemos ver que El es grande en la liberación de su pueblo, grande en la estimación de los que son librados, y grande en los corazones de sus enemigos, a quienes desparramó con sus propios temores. En vez del grito de Efeso: «Grande es Diana», damos un testimonio razonable, demostrable y evidente por sí mismo: «Grande es Jehová.» C. H. S.
Mayor (Job 33:12); el mayor (Salmo 95:3). La misma grandeza (Salmo 95:3). Un grado que está
más alto que el superlativo. John Trapp

Vers. 2. El gozo de toda la tierra, es el monte de Sión. Jerusalén era la estrella del mundo; toda luz existente en la tierra la habían pedido prestada de los oráculos preservados en Israel. C. H. S.
Cuando estuve aquella mañana en la cumbre del Olivete y miré hacia abajo a la ciudad coronada por alturas almenadas y rodeada de fosos y barrancos oscuros, exclamé involuntariamente:
Hermoso por su situación, el gozo de toda la tierra, es el monte de Sión, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey. Y, al mirar, los rayos rojos del sol del orto formaban un halo alrededor de la cima del castillo de David; luego teñían de oro los minaretes, y doraban la cúpula de cada mezquita e iglesia, y al final, bañados en una luz rubicunda, los terrados de la ciudad, y la hierba y el follaje, las cúpulas, pavimentos y los muros colosales de la Haram. Ningún humano podría sentirse decepcionado al ver por primera vez a Jerusalén desde el Olivete. J. L. Porter

Vers. 5. Y apenas la vieron, se maravillaron. Llegaron, miraron, pero no conquistaron. No hubo veni, vidi, vici para ellos. Tan pronto como percibieron que el Señor estaba en la Santa Ciudad se alejaron. Antes que el Señor entrara a golpes con ellos, se desmayaron y se dieron a la fuga. C. H. S.
 
Vers. 5, 6. Los potentados del mundo vieron los milagros de los apóstoles, el valor y constancia de los mártires y el incremento diario en la iglesia, a pesar de todas sus persecuciones; contemplaron con asombro el rápido progreso de la fe por todo el Imperio Romano; llamaron a sus dioses, pero sus dioses no les dieron ayuda alguna; la idolatría había expirado al pie de la cruz victoriosa. George Horne

Vers. 7. Con el viento solano quiebras tú las naves de Tarsis. Herejías especulativas, que pretendían traernos riquezas lejanas, están asaltando constantemente a la iglesia, pero el aliento del Señor las empuja pronto a su destrucción. La iglesia, muchas veces, confía en exceso en la sabiduría de los hombres, y estas ayudas humanas pronto naufragan; con todo, la iglesia misma está segura bajo el cuidado de su Dios y Rey.
 
Vers. 9. Nos acordamos. Los santos son hombres reflexivos; no permiten que las maravillas de Dios pasen delante de sus ojos y se deslían en el olvido, sino que meditan profundamente en ellas.
De tu misericordia, oh Dios. ¡Qué tema tan deleitoso! Las mentes devotas nunca se cansan de un tema tan divino.
En medio de tu templo. Los recuerdos de la misericordia deben asociarse con la continuidad de la alabanza. Junto a la mesa del pan de la proposición que conmemora su abundancia ha de haber el altar del incienso que denota nuestra alabanza.

Vers. 10. Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los confines de la tierra. Gran fama pertenece a su gran Nombre. La gloria de las proezas de Jehová traspasa los límites de la tierra; los ángeles las contemplan con asombro, y de cada estrella inteligencias contentas proclaman su fama más allá de los confines de la tierra.
Si los hombres se callan, los bosques, los mares y las montañas, con todas sus tribus incontables y todos los espíritus invisibles que andan por ellas, están llenos de la alabanza divina. Así como en una concha podemos escuchar los murmullos del mar, también en las órbitas de la creación podemos oír las alabanzas de Dios.
De justicia está llena tu diestra. Tu cetro y tu espada, tu gobierno y tu venganza son todos ellos justos. Tu mano nunca está vacía, sino llena de energía, abundancia y equidad. Ningún santo ni pecador hallará al Señor con las manos vacías. En uno y otro caso El tratará con justicia suma: al uno, por medio de Jesús, será justo perdonándole; al otro, condenándole.
 
Vers. 13. Considerad atentamente su antemuro. La seguridad del pueblo de Dios no es una doctrina que haya que guardar al fondo. Se puede enseñar en primer plano, y con frecuencia hay que ponderarla. Sólo los corazones bajos creerán que esta verdad gloriosa es perjudicial. Los hijos de perdición hacen una piedra de tropiezo incluso del mismo Señor Jesús; ¿es de extrañar que tergiversen la verdad de Dios con respecto a la perseverancia final de sus santos? C. H. S.

Vers. 14. Así es Dios, nuestro Dios eternamente y para siempre. ¡Qué porción, pues, es la del creyente! El dueño de la tierra no puede decir de sus campos: «Estos campos son míos para siempre.» El rey no puede decir de su trono: «Este trono es mío para siempre.» Estas posesiones serán entregadas a otros dueños; estos posesores se mezclarán con el polvo, e incluso la tumba que ellos mismos ocuparán no será suya mucho tiempo.
Pero la felicidad singular y suprema de todo cristiano es decir, o tener el derecho a decir: «Este Dios glorioso con todas sus perfecciones divinas es mi Dios para siempre, y aun en la muerte no me separaré de su amor.» George Burder
Dios no sólo es una porción satisfactoria que llena cada resquicio de tu alma con luz de gozo y consuelo; y una porción universal; no la salud, o la riqueza, los amigos o los honores, la libertad o la vida, la casa, la esposa, el hijo, el perdón o la paz, la gloria, la tierra, el cielo, sino todos ellos, e infinitamente más; pues también Él es tu porción eterna. Este Dios será tu Dios para siempre y eternamente. ¡Oh dulces palabras, para siempre! Tú eres la corona de la corona de los santos, y la gloria de su gloria. George Swinnock

Bosquejo Biblico de Samuel Vila: La sed del alma



LA SED DEL ALMA
(Salmo 63)

1. Súplica (vv. 1, 2):
a) Comunión (v. 1): no todas las almas que están sedientas buscan a Dios. Cuando decimos, «Tú eres mi Dios», entonces sí deseamos Su presencia.
b) Consuelo (vv. 2): cuando el alma busca a Dios, nunca encuentra temor, sino siempre consuelo y confortamiento.

2. Contentamiento (vv. 3–6):
a) Dedicación (v. 3): «Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón». (Lc. 12:34). Una dedicación total moldea el juicio y controla los deseos.
b) Acción de gracias (vs. 4–6): un Dios tan inmensamente bueno que satisface los profundos deseos del alma, es digno de toda alabanza.

3. Convicción (vv. 7, 8):
a) Escudo (v. 7): ¡Tal vez el «Shekinah» estaba en la mente del autor de este salmo! Es el cántico de un alma satisfecha que halla su escudo en Dios.
b) Sostenimiento (v. 8): el alma tiene profundos anhelos de Dios y siente que está segura en los brazos eternos.

4. Confianza (vv. 9–11):
a) Castigo (vv. 9, 10): un declive extraño, al parecer, pero está dicho en un sentido que expresa confianza, y no un sentir vindicativo. Es la seguridad que ha de triunfar la justicia.
b) Propiedad (v. 11): el salmista no se regocija por lo tanto en la caída del enemigo, sino en Dios quien trae gloria al corazón honesto.

lunes, 18 de febrero de 2013

Un archivo que necesitamos: AMOR.COM


Cliente: ¿Estoy llamando al Departamento de Atención al Cliente?

Empleado: Así es. Buenos días. ¿En qué puedo ayudarlo?

Cliente: Estuve revisando mi equipo y encontré un sistema que se llama AMOR; pero no funciona. ¿Me puede ayudar con esto?

Empleado: Seguro que sí. Pero yo no puedo instalárselo; tendrá que instalarlo usted mismo, yo lo dirijo por teléfono ¿le parece?

Cliente: Sí, puedo intentarlo. No sé mucho de estas cosas, pero creo que estoy listo para instalarlo ahora. ¿Por dónde empiezo?

Empleado: El primer paso es abrir su CORAZÓN. ¿Ya lo localizó?

Cliente: Sí, ya. Pero hay varios programas ejecutándose en este momento. ¿No hay problema para instalarlo mientras siguen ejecutándose?

Empleado: ¿Cuáles son esos programas?

Cliente: Déjeme ver......... Tengo...... DOLORPASADO.EXE, BAJAESTIMA.EXE, IRA.DOC y RESENTIMIENTO.COM ejecutándose en este momento.

Empleado: No hay problema. AMOR borrará automáticamente DOLORPASADO.EXE de su sistemas operativo actual. Puede que se quede grabado en su memoria permanente, pero ya no afectará otros programas. AMOR eventualmente reemplazará BAJAESTIMA.EXE con un módulo propietario del sistema llamado ALTAESTIMA.EXE. Sin embargo, tiene que apagar completamente los programas IRA.DOC y RESENTIMIENTO.COM. Estos programas evitan que AMOR se instale adecuadamente. ¿Los puede apagar?

Cliente: No sé cómo apagarlos. ¿Me puede decir cómo?

Empleado: Con gusto. Vaya al menú INICIO e invoque PERDON.EXE. Ejecútelo tantas veces como sea necesario hasta que CORAJE.EXE y RESENTIMIENTO.COM hayan sido borrados completamente.

Cliente: Ok, listo. AMOR ha empezado a instalarse automáticamente. ¿Es esto normal?

Empleado: Sí. En breve recibirá un mensaje que dice que AMOR estará activo mientras CORAZÓN esté vigente. ¿Puede ver ese mensaje?

Cliente: Sí, sí lo veo. ¿Ya se terminó la instalación?

Empleado: Sí, pero recuerde que sólo tiene el programa base. Necesita empezar a conectarse con otros CORAZONES para poder recibir actualizaciones.

Cliente: Oh, oh... Ya me apareció un mensaje de error. ¿Qué hago?

Empleado: ¿Qué dice el mensaje de error?

Cliente: Dice: "ERROR 412 - PROGRAMA NO ACTIVO EN COMPONENTES INTERNOS". ¿Qué significa eso?

Empleado: No se preocupe, ese es un problema común. Significa que AMOR está configurado para ejecutarse en técnicas complicadas de la programación, pero en términos no técnicos significa que tiene que "AMAR" tu propio equipo antes de poder "AMAR" a otros.

Cliente: Entonces, ¿qué hago?

Empleado: ¿Puede localizar el directorio llamado "AUTOACEPTACION"?

Cliente: Sí, aquí lo tengo.

Empleado: Excelente, aprende rápido.

Cliente: Gracias.

Empleado: De nada. Haga click en los siguientes archivos para copiarlos al directorio MI CORAZON: AUTOPERDON.DOC, AUTOESTIMA.TXT, VALOR.INF y REALIZACION.HTM. El sistema reemplazará cualquier archivo que haga conflicto y entrará en un modo de reparación para cualquier programa dañado. También debe eliminar AUTOCRITICA.EXE de todos los directorios y después borrar todos los archivos temporales y la papelera de reciclaje, para asegurar que se corre completamente y nunca se active.

Cliente: Entendido. ¡Hey! Mi CORAZÓN se está llenando con unos archivos muy bonitos. SONRISA.MPG se está desplegando en mi monitor e indica que CALOR.COM, PAZ.EXE y FELICIDAD.COM se está replicando en todo mi CORAZÓN.

Empleado: Eso indica que AMOR está instalado y ejecutándose. Ya lo puede manejar de aquí. Una cosa más antes de irme...

Cliente: ¿Sí?

Empleado: AMOR es un software sin costo. Asegúrese de dárselo, junto con sus diferentes módulos, a todos los que conozca y se encuentre. Ellos, a su vez, lo compartirán con otras personas y le regresarán unos módulos agradables.

Cliente: Eso haré, gracias por su ayuda.

“Pues toda la ley se puede resumir en una sola frase: "Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Gálatas 5:14

lunes, 28 de mayo de 2012

¿Cuál es tu cuerda?

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inicio su travesía, después de años de preparación. Pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde...
Pero, obsesionado, no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima.
Oscureció, la noche cayo con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... Caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas cada vez más oscuras que se deslizaban por la misma oscuridad y sentir la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo... Y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida; pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón tan fuerte que casi lo parte en dos... ¡Sí!, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo más que gritar:
-¡Ayúdame Dios Mío...!-

De repente una voz grave y profunda le contestó desde los cielos:

-¿Que quieres que haga, Hijo Mío?-
-¡Sálvame, Dios Mío!-
-¿Realmente crees que te pueda salvar?-
-¡Por supuesto, Señor...!-
-Entonces corta la cuerda que te sostiene...-

Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...
Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado fuertemente con las manos a una cuerda...

¡A TAN SÓLO DOS METROS DEL SUELO...!

¿Y tú? ¿Qué tan confiado estás de tu cuerda? ¿Porqué no la sueltas?