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jueves, 26 de diciembre de 2024

La Navidad: Un tiempo para dar

La Navidad: Un tiempo para dar
 Lucas 2.1-20

La Navidad es una de las celebraciones más gozosas, ya que durante este tiempo la gente es más generosa que en cualquier otra época del año. La práctica de dar no es una tradición reciente pues comenzó en la primera Navidad, cuando nació el Señor Jesús, el regalo más maravilloso que ha existido. Todos los personajes de la historia tuvieron algo para dar.

Cuando María se sometió al plan de Dios, de ser la madre de Cristo, dio su cuerpo para ser la primera morada del Salvador encarnado (Lc 1.30-38).

También renunció a su buena reputación para cumplir con el llamado del Señor a su vida.

• José dio su amor y su protección a María, y al niño que no era suyo (Mt 1.18-25).

• Un ángel dio el anuncio del nacimiento del Mesías a unos humildes pastores que cuidaban sus rebaños durante la noche.

• Una hueste celestial de ángeles ofreció alabanza y gloria a Dios.

• Los pastores dieron el primer testimonio personal acerca del Mesías.

• Los magos renunciaron a sus comodidades para buscar al recién nacido Rey y obsequiarle regalos dignos de un rey (Mt 2.1-11).

A primera vista, puede parecer que estos regalos pertenecen solo a la primera Navidad, pero cada uno tiene una aplicación para nosotros hoy.

Lea la lista otra vez. ¿Qué regalos podría darle usted a Cristo hoy? Tal vez necesite someterse a su voluntad, o soportar malentendidos para obedecerle. ¿Y qué de los demás? ¿Quién necesita su protección, amor, o quizás buenas nuevas de salvación en Cristo?

jueves, 28 de noviembre de 2024

¿Quién es este Jesús?

¿Quién es este Jesús?
Mateo 16.13-16

En toda la historia, nadie ha tenido una influencia más grande que Jesucristo, pero muchas personas simplemente no entienden quién es en realidad. Algunos creen que su vida comenzó en un pesebre en el antiguo pueblo de Belén, pero, lo cierto es que Él había existido desde hacía mucho tiempo antes (Jn 8.58). Como miembro de la Trinidad, Jesús es el Hijo eterno de Dios, lo que significa que no tiene principio ni fin (Jn 1.1). Su nacimiento en Belén no fue más que su entrada física al mundo que Él creó.

El Señor Jesús era el Mesías largamente esperado, que vino al mundo para llevar a cabo la misión que le había dado su Padre. En cierto momento, Él preguntó a sus discípulos: “Vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mt 16.15). Esta es la pregunta que cada uno de nosotros debe responder. No hay término medio cuando se trata de resolver quién es Jesús, porque el Señor dijo que Él es el único camino al Padre (Jn 14.6).

En Mateo 16.16, cuando Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, Jesús le dijo que el Padre le había revelado esta verdad (v. 17).

Nosotros, también, necesitamos la ayuda de Dios para comprender quién es Jesús. La mejor manera de entenderlo es analizando su nacimiento, vida y ministerio, tal como están detallados en las Sagradas Escrituras.

Saber simplemente lo que dice la Biblia acerca de Jesús, no es suficiente.

Después que usted llega a saber quién es Él, y qué vino a hacer, debe responder: ¿Qué hará con Jesús? Escuchar la verdad y rechazarla es suicidio espiritual, pero quienes creen y aceptan a Jesucristo, reciben vida eterna.

viernes, 18 de octubre de 2024

Un camino nuevo y vivo

Un camino nuevo y vivo
Hebreos 10.19-23

¿Ha considerado alguna vez el privilegio tan grande que es vivir en la era posterior a la cruz? Hoy, todo creyente tiene acceso inmediato a Dios por medio de su Hijo Jesucristo. No necesitamos practicar ningún rito religioso antes de acercarnos a Él en oración. Siempre podemos pedirle que nos perdone y ayude.

En el Antiguo Testamento, la ley señalaba quién podía acercarse al Señor, y cómo debía hacerse. El área del templo estaba dividida en un patio, una cámara interior llamada Lugar Santo y la cámara más interna llamada Lugar Santísimo.

Cualquier israelita podía ir al templo a orar a Dios o traer una ofrenda, pero solo los sacerdotes podían sacrificar animales en el altar o quemar incienso en el Lugar Santo. Al Lugar Santísimo se entraba una vez al año, y solo podía hacerlo el sumo sacerdote para ofrecer sangre por sus propios pecados y por los de la nación.

Cuando Jesucristo murió en la cruz del Calvario, la cortina que estaba frente al Lugar Santísimo se rasgó de arriba abajo cuando Dios abrió un camino nuevo y vivo para acercarse a Él: por medio de la sangre de su Hijo.

Cuando ponemos la fe en Cristo y en su sacrificio por nosotros, el Señor nos limpia de todo pecado y nos invita a acercarnos a Él.

El camino al Padre celestial está abierto, pero ¿está usted acercándose a él? Incluso los que hemos puesto nuestra fe en el Señor para salvación, es posible que no estemos aprovechando esta invitación para acercarnos más. En Santiago 4.8, el autor hace una promesa que todo creyente debe recibir: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros”.

sábado, 10 de febrero de 2024

¿Qué está haciendo Jesús ahora?

 



¿Qué está haciendo Jesús ahora?

Hebreos 1.1-3

El Nuevo Testamento nos dice lo que Jesús hizo mientras estuvo en la Tierra, pero ¿qué está haciendo ahora, después de haber ascendido al Padre en el cielo? Su ausencia física no significa que nos haya abandonado. Aunque no podemos verlo hoy, su Palabra nos asegura que Él está siempre en actividad por nosotros, para prepararnos, dirigirnos y perfeccionarnos.

Él nos da vida en abundancia (Jn 10.10). Cristo hace posible que vivamos con paz, gozo, fortaleza y determinación para perseverar en el logro de todo lo que Él nos llame a hacer.

El Señor intercede por nosotros (Ro 8.34). Jesús escucha cada una de nuestras oraciones, y está sentado a la diestra de su Padre, presentando nuestras peticiones a Él.

Cristo revela al Padre (Col 1.15). Por medio de Jesús entendemos que el Señor es nuestro amoroso Padre celestial, que está personalmente interesado en cada aspecto de nuestra vida. La Biblia nos invita a imitar el ejemplo de Cristo en cuanto a mantener una conversación íntima y continua con Dios.

Está preparando un lugar para nosotros (Jn 14.2-3). Un día, el Señor vendrá para llevarnos al hogar celestial, y así podremos estar con Él para siempre.

El Señor Jesús también está haciendo preparativos para su regreso. Vendrá a gobernar y a reinar en la Tierra como Rey de reyes y Señor de señores.

“Ojos que no ven, corazón que no siente” no es, definitivamente, una frase que describe la relación de Cristo con nosotros. Su permanente cuidado de nosotros debe motivarnos a tener la seguridad de que, aunque no lo estemos viendo, Él nos ve y se preocupa por nosotros. "No vemos al Señor con nuestros ojos naturales, pero nuestros corazones sienten su presencia de una manera poderosa."

viernes, 9 de febrero de 2024

El poderoso nombre de Jesús


El poderoso nombre de Jesús

Juan 16.7-24

Los discípulos debieron sentirse confundidos cuando Jesús les dijo que era por el bien de ellos que Él se marcharía; durante tres años los había guiado y protegido. Pero el Señor podía decir esto porque sabía que su Espíritu y su nombre los protegerían y dirigirían poderosamente hasta que se reunieran en el cielo.

De la misma manera, nosotros hemos sido salvos y tenemos la promesa del cielo, pero todavía hay un largo camino por recorrer antes de llegar allá. No obstante, en el nombre de Jesús, tenemos todo lo que necesitamos para llegar hasta el final, pese a los obstáculos y desafíos que enfrentemos. Basta con considerar las siguientes formas en que Jesús viene en nuestra ayuda:

Abogado (1 Jn 2.1-2). Aunque somos llamados a vivir en santidad, habrá ocasiones en que pecaremos. Jesús es nuestro Abogado, quien es nuestro defensor porque su sangre nos limpia continuamente del pecado.

Autoridad (Mt 28.18). Vivimos bajo la autoridad divina de Cristo. Nada nos toca sin primero pasar por sus manos. Y Él nos capacita para hacer todo lo que Él nos llame a realizar.

Ayuda (Jn 16.13-15). Jesús nos ha dado el Espíritu Santo como nuestro Ayudador, que nos conforta, guía, enseña y capacita para vivir en santidad y obediencia.

Respuesta (Jn 16.23-24). Cuando pedimos en el nombre de Jesús, es decir, conforme a lo que Él desea, nuestras oraciones son respondidas.

La mano de Dios se mueve en el nombre de Jesús cuando tenemos un corazón santo y puro delante de Él. Por consiguiente, que nuestro anhelo sea vivir en dependencia total de este poderoso nombre.

               



jueves, 1 de febrero de 2024

El destino de un nombre


El destino de un nombre

Mateo 1.18-25

Hoy, por lo general, damos nombres a los hijos basándonos en nuestras preferencias. Pero en los tiempos del Antiguo Testamento, los padres judíos escogían los nombres según lo que deseaban que sus hijos llegaran a ser, o de lo que estaba sucediendo en el momento del nacimiento. Los nombres conllevaban un sentido de la historia o del destino del niño.

Igualmente, Dios el Padre escogió el nombre de su Hijo y lo comunicó a José, diciendo: “Llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1.21). El nombre significa literalmente “Jehová es salvación”, que es exactamente lo que Jesús vino a hacer. Su obra de salvación puede resumirse en cuatro palabras:

Expiación. Nuestros pecados nos han hecho enemigos de Dios, pero Cristo vino a pagar nuestra pena con sangre. Como resultado, todos los que creen en Él pueden ser perdonados y reconciliados con el Padre (Ro 5.10).

Acceso. Jesús abrió la puerta para que pudiéramos relacionarnos con el Padre, y entrar con confianza a su presencia (Jn 14.6; He 4.16).

Adopción. Hemos sido adoptados como hijos de Dios por medio de Jesucristo. y somos herederos con Él (Ef 1.5; Ro 8.16-17).

Seguridad. Por medio de Jesús, hemos recibido vida eterna, la cual nunca puede perderse (Jn 5.24). Nuestro futuro está seguro en su nombre.

El destino de Jesús fue la muerte en una cruz para que pudiéramos tener vida eterna en gloria. El nombre del Señor debe hacer que nuestros corazones se desborden de amor y gratitud por nuestro Salvador, que se sacrificó para salvarnos.

Jesús: ¡Nombre precioso!

 


Jesús: ¡Nombre precioso!

Lucas 1.26-33

Nunca ha habido el anuncio de un nacimiento semejante al del Señor Jesús. ¿Qué otro nacimiento ha sido proclamado por ángeles, no solo una vez, sino tres veces? Primero, el ángel Gabriel se le apareció a María para informarle que sería la madre del Hijo de Dios, quien se sentaría en el trono de David y gobernaría para siempre. Luego, un ángel vino a decirle a José que el niño en el vientre de María había sido concebido por el Espíritu Santo (Mt 1.18-21). Y finalmente, una multitud de ángeles apareció a unos pastores, anunciando que el Salvador había nacido (Lc 2.8-14).

Además, Dios mismo eligió el nombre de este niño especial. Tanto a María como a José se les ordenó que lo llamaran “Jesús”. A pesar de que este era un nombre común en Israel en ese tiempo, adquirió gran importancia cuando se le dio al Hijo de Dios. Filipenses 2.9-10 dice que Dios “le exaltó… y le dio un nombre que es sobre todo nombre”; y llegaría el día cuando todo el mundo se inclinará ante el nombre de Jesús, y le confesarán como Señor.

Pero hoy el precioso nombre de Jesús es utilizado con frecuencia de una manera irreverente. Cuando escucho a personas insultar y utilizar mal el nombre del Señor, mi primera reacción es sentirme enojado porque no es tratado con la reverencia que merece. Pero mi ira rápidamente se convierte en compasión, porque me doy cuenta de que no saben ni entienden cuánto significa Él para mí.

¿Y qué de usted? ¿Cómo se siente cuando el nombre de su Salvador es degradado por personas ignorantes o incrédulas? ¿Qué puede hacer para ayudarles a apreciar la grandeza de ese nombre, y a Quién lo lleva?

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Mensaje en Audio: Una puerta abierta

Mensaje en Audio: Elegidos

Mensaje en Audio: ¨Casa de Misericordia"

Mensaje en Audio: ¿Ha quién agradamos?

Mensaje en Audio: "EN BUSCA DE LA GLORIA PERDIDA"

Mensaje en Audio: ¨Los tres días que Jesús estuvo en el centro de la tierra¨

jueves, 4 de junio de 2020

Nuestro Salvador resucitado

TARJETA DE FE CATOLICA | Resucitado, Imagen de semana santa ...

Nuestro Salvador resucitado

1 corintios 15.12-19

 

La vida, la muerte y la resurrección de Jesús constituyen la base de nuestra fe. 

La Biblia nos dice que Jesús vivió sin cometer pecado. Como el Cordero de Dios inmaculado, Él fue voluntariamente a la cruz y se sacrificó por nosotros (1 P 1.18-19). 

Cristo llevó nuestros pecados y sufrió nuestro castigo para que pudiéramos ser reconciliados con Dios.

La muerte del Salvador fue aceptada por el Padre celestial como el pago total por nuestros pecados, y despejó el camino para que podamos estar en paz con Él (Ro 5.1). 

Tres días después de la crucifixión, Jesús fue levantado de la muerte a la vida. 

El Cristo resucitado había vencido la tumba. Ascendió victoriosamente al cielo y ahora está sentado a la diestra del Padre.

La muerte y la resurrección de Cristo son una ilustración de lo que sucedió en el momento que fuimos salvos. Al reconocernos como pecadores que no podían pagar sus transgresiones, expresamos fe en nuestro Salvador. Entonces, “nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él” (Ro 6.6), y renacimos espiritualmente. 

Por su sacrificio, fuimos perdonados, reconciliados con Dios y adoptados en su familia.

Pablo enfatizó la importancia de la resurrección, pues, de no haber sido cierta, nuestra fe sería vana.

El Cristo resucitado apareció a muchas personas. Dejó que Tomás lo tocara para que supiera que estaba vivo. Después que el Señor ascendió al cielo, el Padre envió a su Espíritu Santo a morar en los creyentes y a dar testimonio de la verdad de la resurrección. 

Nuestra fe está basada en el fundamento seguro de un Salvador resucitado.


martes, 24 de octubre de 2017

Jesucristo: El regalo precioso


Jesucristo: El regalo precioso

Jesucristo es el regalo precioso de Dios para nosotros. Este regalo, enviado del cielo, fue dado voluntariamente a un gran costo, porque teníamos una necesidad crítica. Este regalo fue. . .
Universal y personal. Por medio del Señor Jesús, el Padre celestial ofrece la salvación a todo el mundo (Jn 3.16).
Protector. Cuando Jesús se convierte en nuestro Salvador personal, recibimos el perdón y somos libres de la condenación por nuestro pecado (Ro 8.1). Este regalo divino evita que tengamos que enfrentar la muerte eterna, lo que significaría la separación perpetua de Dios.
Eterno. Lo que el Señor Jesús nos da dura para siempre. Desde el día en que fuimos salvos, el Espíritu de Cristo habita en nosotros y permanece con nosotros. Como miembros de la familia de Dios, tenemos una herencia eterna en el cielo que no puede dañarse ni extinguirse (1 P 1.3-5).
Lleno de amor. Fue el amor incondicional lo que motivó al Padre a sacrificar a su Hijo por nosotros. Ninguno de nosotros merecía tal sacrificio, pues todos hemos pecado (Ro 3.10). A pesar de lo que somos, Dios puso su amor en nosotros, y lo demostró por medio de la vida y la muerte de su Hijo. Gracias a su amor, hemos sido rescatados de la esclavitud del pecado, y estamos siendo transformados en las personas que tuvo en mente al crearnos.
Si usted no ha aceptado el regalo de la salvación de Dios, hoy puede ser su día de nacimiento espiritual. Si ya pertenece a la familia de Dios, conoce el valor del regalo. Entonces, ¿quisiera hablar a otros de este presente maravilloso?

miércoles, 23 de diciembre de 2015

¿Quién es este Jesús?


Leer | Mateo 16.13-16

En toda la historia, nadie ha tenido una influencia más grande que Jesucristo, pero muchas personas simplemente no entienden quién es en realidad. Algunos creen que su vida comenzó en un pesebre en el antiguo pueblo de Belén, pero, lo cierto es que Él había existido desde hacía mucho tiempo antes (Jn 8.58). Como miembro de la Trinidad, Jesús es el Hijo eterno de Dios, lo que significa que no tiene principio ni fin (Jn 1.1). Su nacimiento en Belén no fue más que su entrada física al mundo que Él creó.

El Señor Jesús era el Mesías largamente esperado, que vino al mundo para llevar a cabo la misión que le había dado su Padre. En cierto momento, Él preguntó a sus discípulos: “Vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mt 16.15). Esta es la pregunta que cada uno de nosotros debe responder. No hay término medio cuando se trata de resolver quién es Jesús, porque el Señor dijo que Él es el único camino al Padre (Jn 14.6).

En Mateo 16.16, cuando Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, Jesús le dijo que el Padre le había revelado esta verdad (v. 17). Nosotros, también, necesitamos la ayuda de Dios para comprender quién es Jesús. La mejor manera de entenderlo es analizando su nacimiento, vida y ministerio, tal como están recogidos en las Sagradas Escrituras.

Saber simplemente lo que dice la Biblia acerca de Jesús, no es suficiente. Después que usted llega a saber quién es Él, y qué vino a hacer, debe responder: ¿Qué hará con Jesús? Escuchar la verdad y rechazarla es suicidio espiritual, pero quienes creen y aceptan a Jesucristo, reciben vida eterna.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Los fundamentos de la vida cristiana: "¿Que es un discípulo?"

Escrituras clave
a) 1 Pedro 2:21 Lucas 6:40
Juan 8: 31-32 Colosenses 3:17
2 Timoteo 2:2 1 Juan 2:6
b) Definición
La palabra discípulo en griego es "mathetes" que significa "uno que aprende instrucción de otro". Se usaba en el mundo secular griego para el aprendizaje de un artesano. Un discípulo no era solamente un alumno sino un adherido, por eso se hablaba de ellos como imitadores de sus maestros.
Todo cristiano es llamado a ser discípulo de Jesús y esto significa que seguirá a Jesús y pondrá las declaraciones de Jesús primero en su vida, no importa lo que le cueste a sí mismo. De modo que un discípulo cristiano es una persona que está determinada a seguir a Jesucristo, con el deseo de aprender de El y vivir según su ejemplo.
c) Cinco principios básicos
1. Un discípulo es una persona que vive continuamente según la Palabra de Jesús. No son personas que siguen sólo ocasionalmente las palabras del Maestro, sino personas que se comprometen a llevar hasta el fin sus enseñanzas de una manera disciplinada y confiada. Jesús es nuestro Maestro. El nos hablará palabras vivas diariamente a través del Espíritu Santo. Lo que necesitamos hacer nosotros es vivir en nuestra vida diaria los mandamientos, enseñanzas y ejemplos que ya nos ha dado. El pensamiento principal detrás del discipulado no es uno de inspiración sino de instrucción. Debemos poner en práctica lo que nos ha sido revelado hacer por la Palabra de Dios. Necesitamos los fundamentos estables de la obediencia a la Palabra de Dios como la base de nuestro discipulado, si no estaremos a merced de toda noción o sentimiento subjetivo que venga.

2. Un discípulo es una persona que confía su vida completamente al Señor. Esta confianza debería ser total, mas no es sólo un compromiso con cualquiera, sino con un Maestro amoroso que no tiene interés en sí mismo, sino que se preocupa por nuestro bienestar y crecimiento total en Dios. Jesús tiene el derecho de exigir este cometido porque entregó su vida por nosotros. Jesús está totalmente comprometido con nosotros y quiere el mismo compromiso como respuesta. Quiere que confiemos en El a cada paso, mientras El lleva nuestra vida y la moldea según su voluntad (Mateo 6:24; Juan 10:1-18)

3. Un discípulo es uno que vive una relación fructífera con Jesús (Juan 15:4-5). Waylon Moore escribe: "Nuestra unión con Cristo hace posible una vida a través de la cual otros pueden ser salvos. Cuando un árbol está tan lleno de savia que ya no la puede aguantar, ¡el resultado es el fruto! Cuando un cristiano está lleno de Cristo, otros lo ven y oyen sobre El y entonces son renacidos espiritualmente en el Reino de Dios. Así los nuevos creyentes son uno de los frutos del discipulado". Sin esta clase de productividad en nuestra vida, el Reino de Dios no se expanderá y el cuerpo de Cristo no crecerá.

4. Un discípulo es uno que está comprometido con un amor incondicional y de sacrificio por otros (Juan 13:34-35). Este no es ningún amor humano ordinario sino el amor que Dios ha demostrado hacia nosotros. Es un amor desinteresado que no busca ganancia para estimular su acción. La palabra griega para este amor es "ágape" ¡pe significa "amor desinteresado", donde Dios y los demás son más importantes para nosotros que nuestros propios deseos egoístas.

5. Un discípulo es uno que está dedicado al cumplimiento de la comisión de Cristo (Mateo 28:18-20). La meta de nuestro discipulado debería ser la de ganar otros discípulos, no sólo convertidos. Los convertidos pueden cambiar sus mentes, pero los discípulos siguen a su Maestro.

d) Un discípulo es una persona muy privilegiada
- Es llamado y escogido por Dios (Efesios 1:4-5).
— Jesús es su Salvador; murió en la cruz para que sus pecados pudieran ser perdonados, haciéndole aceptable a Dios (Romanos 5:8).
- Dios es su Padre, con el que tiene una relación personal, por tanto es un hijo de Dios y es del Reino de Dios (Galatas 4:6-7).
- Le ha sido dada vida eterna (Juan 3:16).
- El Espíritu Santo vive en él, dándole poder para testificar de su vida nueva en Cristo (Hechos 1:8).
- Tiene paz con Dios (Romanos 5:1).
- Nada puede separarle del amor de Dios (Romanos 38:39).

e) Un discípulo tiene responsabilidad
"¿Qué haría Jesús?" Aquellos que quieran tomar su discipulado seriamente se harán esta pregunta, y otras similares, en toda situación que se presente ante ellos. Esto es un pacto o acuerdo que todo cristiano necesita hacer entre él y Jesús (1 Juan 2:6). Cuando estés perplejo pide al Espíritu Santo que te enseñe lo que haría Jesús en tu lugar. Te contestará, si genuinamente quieres saber lo que a El le agrada. Tal como tu conocimiento de la enseñanza y acciones de Jesús aumenta mientras lees la Palabra de Dios, también aumentará tu habilidad de saber lo que haría Jesús en cualquier situación.
. . .
(I) Toma una decisión firme
— Un discípulo necesita tomar una decisión firme de hacer lo que haría Jesús, de otra forma se conformará con menos de lo mejor de Dios para él y continuará entristeciendo a su Señor.
- Nuestra decisión de seguir a Jesús no es una respuesta emocional al evangelio sino un acto categórico de la voluntad. Las decisiones no realizadas en la vida real son de poco valor.
- Habrá momentos en los que necesitarás someter algunas decisiones importantes a los que están en autoridad espiritual sobre ti. Si genuinamente quieres la voluntad de Dios en tu vida no necesitas temer el hacerlo. Los discípulos no han de actuar en independencia, sino que han de ser personalmente responsables ante el Señor por sus acciones.
(II) Algunos de los beneficios
— Habrá cambios para bien en tu actitud hacia la gente, el dinero, los negocios y la responsabilidad social.
- Experimentarás la refinación o purificación de tu vida, para que muchos pensamientos, actitudes y acciones negativas, que sean inconsecuentes con la vida de Jesús sean quitados.
- Jesús no actuaría en incredulidad. Cuando deseas actuar como El, te dará la fe para hacerlo. Cuando sea necesario puedes confesar tus dudas y pedir su perdón y fe,
- El amor gobernará tus acciones, palabras y actitudes. Te volverás más dispuesto a perdonar; tendrás mayor compasión por los necesitados y te preocuparás más por los perdidos.

Heredamos todo lo que Cristo hereda de Dios. Si estamos dispuestos a compartir sus padecimientos, también compartiremos su Gloria (Romanos 8:17). Incluso cuando la obediencia resulta costosa, no serás el perdedor, porque Dios siempre devolverá muchísimo más que lo que le es dado; tanto en esta vida como eternamente en el cielo (Lucas 6:38; Juan 10:10).
Se realizarán cambios en algunos de tus hábitos viejos porque el Señor quiere ver estos cambios en ti. Sométete voluntariamente a esos cambios, y resiste la tentación de volver a los hábitos viejos y así comprometer tu discipulado (Colosenses 3:17).
Si tomas tu discipulado en serio estarás buscando primero el reino de Dios y su justicia. Puedes tener confianza en que Dios guardará su promesa y proveerá para toda necesidad, como lo hizo con Jesús (Mateo 6:33).

Preguntas y puntos de discusión
1 ¿Deberíamos vivir como nosotros queremos, o como Dios quiere en cada situación? (2 Corintios 5:15).
2. ¿Quién es nuestro guía en las cosas de Cristo Jesús? (Juan 16-13-14).
3. ¿Que clase de cosas hará cualquiera que tiene fe en Jesús? (Juan 14:12-14).
4. ¿Podemos aprender algo sobre el amor, de la entrega por Dios de su hijo Jesús (1 Juan 4:10-11), y cómo nosotros como discípulos permanecemos en su amor? (Juan 15:9-14).
5. ¿Cuáles son los dos mandamientos principales de Dios? (Mateo 22:37-39).
6. ¿Cómo podemos nosotros, como discípulos, vivir nuestra vida cotidiana manifestando el amor "ágape" hacia Dios y los demás como Dios lo requiere? (Romanos 5:5).
7. Cuando las cosas se ponen difíciles, ¿podemos relajarnos un poco hasta que podamos hacer frente a la vida otra vez? (Lucas 9:62). Si no, ¿por qué tantos cristianos lo hacen?

Resumen y aplicación
1. Necesitamos estar totalmente comprometidos con Jesús, haciéndole nuestro Señor. Esto significa que no le diremos "No" cuando nos pida que hagamos algo por El.
2. Todo discípulo de Jesús debería hacerse esta pregunta: "¿Qué haría Jesús en esta situación?"
3. Necesitamos vivir continuamente en la Palabra de Dios como discípulos suyos para que le conozcamos mejor, luego tendremos mayor habilidad para saber lo que haría Jesús en cada situación.
4. Necesitamos ver a Dios como nuestro Maestro amoroso que quiere sólo nuestro bien.
5 Necesitamos amar y servir a Dios primeramente, a los demás en segundo lugar, y por último a nosotros mismos.