Mantener el rumbo
Proverbios 3.7-12
Recibimos muchas bendiciones cuando permanecemos en el camino de la justicia. La verdad divina nos libera del camino de pecado —la vida se enriquece cuando experimentamos el favor del Señor y recibimos su ayuda. Él irá delante de nosotros y despejará los obstáculos del camino.
Revisemos nuestra brújula una vez más para asegurarnos de que estamos viajando hacia el norte.
Seguir el camino hacia la santidad requiere nuestra obediencia. Desde Génesis hasta Apocalipsis tenemos el mandamiento de obedecer al Señor, desprendernos de las filosofías humanas y aceptar la sabiduría de Dios. La Biblia nos dice que el principio de la sabiduría es el temor del Señor (Sal 111.10). La obediencia y el sometimiento a su señorío traen sanidad y renovación. Nuestro Creador no nos diseñó para vivir con ira, amargura o resentimiento. Muchas veces, acumular estas emociones llega a causarnos daño físico.
Pero si le entregamos esos sentimientos, Él nos restaurará.
Nuestra brújula también nos dirige a demostrar reverencia a Dios. Por ejemplo, cuando le honramos con nuestras finanzas, lo cual puede ser difícil pues significa permitir que Dios nos dicte cómo gastar nuestro dinero. Sin embargo, Él promete que esa renuncia dará lugar a la bendición, ya que no sólo suplirá nuestras necesidades, sino que también nos dará lo suficiente para compartir con los demás.
Cuando aceptamos la dirección de Dios, Él nos mantiene en el camino de la justicia. El Padre celestial da los pasos necesarios para corregir nuestros errores como señal de nuestra relación familiar con Él, y como demostración de su amor.
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